Capítulo 26. ¿Realmente era su hijo biológico o no?

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Durante esos últimos años, Ji Ran había estado realmente cansado y como un vampiro, sus padres querían succionar toda su vida.

Las constantes discusiones y amenazas lo tenían desesperado, y parecía que nunca podría escapar de esa familia tan despiadada.

Al escuchar los insultos de su madre y las amenazas de su padre, los nervios de Ji Ran se entumecieron y su rostro permaneció inexpresivo.

—Como hijo, debes ser obediente con tus padres, y como hermano mayor, debes cuidar de tu hermano menor.... Si has estado con el joven maestro Ye durante tantos años, ¿cómo puedes no tener dinero? la verdad, simplemente no quieres gastarlo por nosotros.

Li Huiqin puso un dedo en la frente de Ji Ran y apretando los dientes, dijo: —Tú estás tan bien vestido y alimentado, pero dejas que tus padres y tu hermano sufran tanto... Al hacer eso, ¿no tienes miedo de que te caiga un rayo?

Ji Ran dió un paso hacia atrás cuando le presionaron la frente y tras incorporarse correctamente, dijo: —Realmente no tengo dinero.

En los cuatro años que tenían de relación, Ye Linghan no había gastado ni un céntimo en él.

Para ser más precisos, nunca se ofreció a darle dinero.

Ji Ran pensó que como su amor era en partes iguales, no se trataba de dinero y a pesar de que hubo un tiempo en que lo pasó mal, nunca le pidió ni un céntimo a Ye Linghan.

El dinero que le daba a su familia lo ganaba con su trabajo de diseño o trabajando como un extra en un set de filmación.

Pero también iba ahorrando una parte del dinero que ganaba y cuando tenía más, lo invertía en una bolsa de valores para comprar acciones.

Aunque originalmente poseía casi 10 millones de yuanes en acciones, todo ese dinero también fue perdido por sus padres.

Ante la actitud poco razonable de sus padres, Ji Ran sólo tuvo una cosa que decir: —No tengo dinero.

En ese momento, era prisionero de Ye Linghan y no tenía una manera de ganar más dinero.

Pero incluso si hubiera una manera, no quería gastar ni un solo céntimo más en su familia.

—Tú.... ¡Eres un hijo desgradecido!

Li Huiqin le dió una cachetada antes de comenzar a golpearlo en el pecho, pero Ji Ran permaneció inmóvil y dejó que hiciera lo que quisiera.

Al ver que Ji Ran realmente había tomado la decisión de no darles más dinero, Li Huiqin entró un poco en pánico y mirando a Ji Zongguo, gritó: —¡Mira la actitud de este desgradecido!

—Ji Ran, si hoy no me das 5 millones de yuanes, te desvincularé de nuestra familia.

Ji Zongguo amenazó a Ji Ran con desvincularlo, pero nunca esperó que él dijera: —¡Entonces hazlo!

Los ojos de Ji Zongguo se abrieron bruscamente y su rostro se lleno de incredulidad: —Tú... ¿qué has dicho?

—¡Entonces hazlo! —Ji Ran estaba enojado y con un tono de voz firme, dijo: —Hasta que se jubilen, no le daré a la familia ni un sólo céntimo más... Mi dinero no vino del viento, todo lo he ganado con mi esfuerzo y no dejaré que sigan gastándolo a su antojo... Si quieren vivir una buena vida y comprarle una mansión a mi hermano, van a tener que conseguirlo por su propia cuenta... ¡¡Yo no estoy obligado a pagar por su codicia!!

Ji Ran no quería permitir que sus padres siguieran gastando dinero de esa manera, y tampoco quería seguir siendo el cajero automático de la familia.

Si ambos eran sus hijos, ¿por qué sus padres solo favorecían a su hermano menor?

¿Por qué no podían pensar en él?

Ji Zongguo no esperaba que Ji Ran realmente quisiera desvincularse de su familia.

Sin Ji Ran, ¿de dónde sacarían el dinero?

¡No!

¡No podían dejar que se saliera con la suya!

Ji Zongguo temblaba de ira, así que levantó la mano y abofeteó a Ji Ran en la cara: —Tu madre y yo te criamos, pero ahora que has crecido y se te han endurecido las alas, quieres abandonarnos como si nada... Te lo aseguro, ¡de ninguna manera lo aceptaremos! Tienes que darnos 20 millones de yuanes, y solo así podrás desvincularte de nuestra familia... Pero si no nos das el dinero, mañana iré con tu madre a la universidad para incriminarte con el director.

—¡Si! —Li Huiqin intervino: —No sólo iremos a ver al director, sino que también buscaremos al joven maestro Ye, ¡y le diremos lo desgradecido que eres para que terminen su relación! Después de eso, ¡veremos cómo puedes seguir siendo tan arrogante!

Al ver la cara molesta de sus padres, Ji Ran no pudo evitar preguntarse si.... ¿realmente era su hijo biológico o no?

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