Capítulo 30. Ye Linghan, te odio

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Tan pronto como cayó al suelo, Ye Linghan se abalanzó sobre él.

Pero Ji Ran siguió forcejeando y golpeando puño tras puño contra el cuerpo de Ye Linghan: —¡Piérdete! ¡No me toques! ¡Me repugnas!

Al pensar en la llamada de hace un momento, una ola de náuseas inundó el corazón de Ji Ran.

Ye Linghan debió haber tenido sexo con Gan Rui, así que Ji Ran no quería que un hombre tan sucio lo tocara.

—¿Qué no te toque? Por lo feliz que te veías al hablar por teléfono, ¿acaso si quieres que Rong Cheng te toque?... Ji Ran, ¡no sabía que podías llegar tan lejos! ¿Acaso estás tan hambriento que puedes comer cualquier cosa¹?... Estás tan desesperado por sexo que podrías seducir a cualquiera, ¿crees que no puedo satisfacerte? ¿Realmente eres tan patético que buscas a otro para ser su puta?

Tras decir esas palabras, Ye Linghan rasgó la ropa de Ji Ran y la envolvió alrededor de sus manos para inmovilizarlo.

—¡Cualquiera es mejor que tú! —Ji Ran gritó esas palabras fuera de control, y estas enfurecieron por completo a Ye Linghan.

Como un orgulloso hijo del cielo y un joven maestro de una familia noble, nunca antes lo habían agraviado tanto.

Entonces, sin importarle nada, Ye Linghan usó toda su fuerza para abrirse paso en el interior de Ji Ran.

—¡Ugh!

El sexo sin ninguna preparación era completamente un desastre, así que el rostro de Ji Ran se puso pálido y su interior estaba muy adolorido.

Al sentir como un líquido fluía, Ye Linghan supo de inmediato que era sangre.

Pero la emoción de ese destello rojo solo hizo que deseara con más ferocidad a la persona que tenía debajo.

—¡Suéltame! ¡Largo de aquí!

Ji Ran siguió forcejeando, pero como sus manos estaban atadas, no había forma de escapar de ese violento hombre.

Sin embargo, Ji Ran reunió todas sus fuerzas y rápidamente estrelló su cabeza contra el hombre que tenía encima.

Al ser atrapado con la guardia baja, Ye Linghan fue golpeado de lleno en la cara.

El dolor en su frente hizo que la ira en sus ojos ardiera aún más, así que volteó a Ji Ran para presionarlo contra el suelo y de inmediato comenzó a penetrarlo con más ferocidad.

—¡Ahhh!.... Ughh... Ahh... De.... ¡Detente!

La sangre de Ji Ran seguía fluyendo, y cayó sobre la costosa alfombra de lana.

Era como si un instrumento afilado se estuviera agitando en el interior de su cuerpo, y todos sus órganos internos se retorcían de tanto dolor.

—Si no me atrevo a follarte de verdad, ¡posiblemente seguirás acostándote con otros hombres en todos lados!

—...

—Ji Ran, ¿por qué eres tan puta?

...

—Mientras seas mi juguete, serás usado por mí cuantas veces quiera y no podrás alejarte hasta que haya tenido suficiente.

Como una bestia feroz, Ye Linghan bajó la cabeza y mordió el hombro de Ji Ran.

—¡Ughhh! Ji Ran dió un grito ahogado y su rostro palideció de dolor.

Ye Linghan siguió mordisqueándolo, y dejando una que otra marca ambigua en su cuerpo.

Al final, incluso mordió la muñeca de Ji Ran.

Esa zona era el lugar dónde se encontraba la glándula de un Omega, y la forma habitual de hacer una marca temporal o permanente era que el Alfa mordiera la muñeca del Omega.

Aunque Ji Ran no era un Omega y no podía ser marcado, Ye Linghan todavía quería dejarle una marca que fuera únicamente suya.

Esa noche, Ji Ran fue abusado mucho.

Tanto que la herida en su interior seguía sangrando y manchando las sábanas de rojo.

Y a últimas horas de la noche, comenzó a tener fiebre.

Ardiendo y confundido, Ji Ran no era capaz de distinguir entre el día y la noche.

Pero una escena del pasado apareció ante sus ojos.

La primera vez que hizo el amor con Ye Linghan, Ji Ran había sangrado y en ese momento, Ye Linghan estaba tan angustiado que lo abrazó y le dijo palabras cariñosas una y otra vez, e incluso le administró personalmente la medicina.

Para cuidar de él, el joven maestro cuyos diez dedos no tocan el agua en primavera², incluso aprendió a cocinar gachas de avena y estuvo a punto de incendiar la cocina mientras lo intentaba.

Al pensar en las manos agotadas de Ye Linghan, Ji Ran ensanchó las comisuras de sus labios y se le escapó una pequeña sonrisa.

Pero esa sonrisa duró muy poco y desapareció como un copo de nieve sobre la piel.

Y ahora era una sonrisa pálida y amargada.

Durante todo ese tiempo, Ye Linghan estuvo sentado en el borde de la cama y miraba fijamente a Ji Ran

Al ver un cambio en su expresión, Ye Linghan se preguntó mentalmente: '¿Con qué estaba soñando Ji Ran? ¿Y por qué se sentía... tan triste?'

—Ye Linghan...

Ji Ran lo llamó con delicadeza y su suave voz de inmediato atravesó en el corazón de Ye Linghan, así que rápidamente se acercó a su lado y dijo: —¡Ran Ran!

Pero al abrir sus ojos vacíos, Ji Ran solo miró en silencio al hombre que tenía delante y lentamente dijo: —Ye Linghan, te odio.



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Nota de Traductora:

1. Hambriento para comer cualquier cosa [饥不择食 (Jībùzéshí)]: Es un modismo chino que se utiliza para describir a una persona que tiene prisa en hacer algo y no se preocupa por elegir.

2. Diez dedos no tocan el agua en primavera [十指不沾阳春水 (Shízhǐ zhān yángchūn shuǐ): Es un modismo chino que hace referencia a una persona cuya familia es tan acomodada que no tiene que hacer las tareas domésticas por sí misma, y generalmente suele referirse a una persona mimada y bien educada (sobre todo mujeres de familias adineradas).

¡Hola! He estado un poco ocupada con el regreso a mis guardias y clases, pero trataré de actualizar pronto y posiblemente la próxima actualización será un pack hasta el capítulo 50... (。・ω・。)ノ

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