Arlecchino x ¡Male reader

860 26 0
                                    


-Arlecchino... Arlecchino- sacudiste su hombro un poco, al frente tuyo, en un escritorio, se encontraba una hermosa mujer, reposando su cabeza en sus brazos y durmiendo profundamente, hasta te daba pena despertarla, pero, es tu deber como su secretario

-Hm...- Arlecchino poco a poco fue abriendo sus ojos, y cuando se dió cuenta de que había enseñado una de sus partes más suaves de ella, rápidamente se levantó y simplemente te miró, con un pequeño sonrojo

-¡Ah! Perdón por despertarla... El señor Pierro necesita que te alistes rápidamente para ir directo a Fontaine, para la siguiente fase del plan- dijiste, un tanto nervioso al ver cómo la peliblanca solo te observaba, Arlecchino solo se aclaró la garganta, ya con su actitud normal.

-De acuerdo. Gracias, (Yn)- Arlecchino se dirigió a la salida, abrió la puerta y se fue rápidamente, totalmente apresurada, odiabas admitirlo pero...estabas enamorado. Enamorado de tu jefa, Arlecchino, la persona más cruel y desagradable. La persona que destruía familias enteras. La persona que obligaba a los niños a olvidarse de su pasado y servirla a ella...pero...no amabas esa parte de ella, amabas a Arlecchino, no a Knave, amabas su inteligencia, su fuerza y su actitud...y...algunas veces, su amabilidad contigo. Solo suspiraste, después de todo, Arlecchino se distanció un poco de ti de repente hace unos días...estabas bastante preocupado, sinceramente.

-Que se le va a hacer...- dijiste en voz alta, agarrando con fuerza el portafolio que siempre llevabas contigo, dirigiéndote a la salida y yendo al orfanato para hacer el informe diario.

Por otra parte, Arlecchino estaba lamentándose, recostando su espalda contra la pared y una mano en su boca, en un pasillo oscuro, tratando de reponerse, ella ha mostrado su lado débil... Lentamente, Arlecchino contó hasta 10, cómo una forma de reponerse mientras escuchaba a lo lejos como unos zapatos, bastante conocidos se acercaban

10

9

8

7

6

5...

-Oh, (Yn)- Arlecchino dejó de contar cuando reconoció una voz, específicamente, la voz de Damselette, la 3° heraldo fatui... últimamente, se ha sentido...¿Enojada? Cada vez que se acercaba a ti o te hablaba.

-¡D-damselette!- Arlecchino se inquietó un poco al escuchar tu tartamudeo...¿Acaso estabas nervioso al verla?

-¿Qué ocurre? ¿Por qué tartamudeas, mí paloma?- Arlecchino, apretó su puño, ¿Por qué se sentía enojada?

-Oh, n-no es nada...solo me tomaste por sorpresa, eso es todo.- Arlecchino se tranquilizó un poco al escuchar tu voz por alguna razón...le traías una paz inquietante

-Ya veo...solo vine a saludar. Nos vemos luego, palomita- Arlecchino escuchó como los pasos de Columbina se distanciaban lentamente, en cambio, tus pasos sonaban más cerca

-¿Arlecchino?- Arlecchino soltó un pequeño salto y, tan rápido como pudo, se despegó de la pared y te miró a los ojos.

-(Yn).- inconscientemente, te sonrojaste un poco al ver su mirada directamente en ti.

-O-oh... aquí estabas- dejaste salir una pequeña sonrisa al verla, te hacía feliz.

-Si, perdona si te preocupe. Es hora de irme, entonces.- Arlecchino, nuevamente, se dispusó a abandonar ese pasillo para simplemente, alejarse de ti. No quiere que la veas como una adolescente enamorada. No quiere que por su culpa termines lastimado o peor. Te surmegiste en una inmensa tristeza...no la ibas a ver por 6 meses por su viaje en Fontaine... tenías que decirle si o si.

-¡A-Arlecchino!- gritaste, y Arlecchino paró para voltearse hacía ti, estabas nervioso, pero era probablemente tu única oportunidad. -¿P-por qué me estás evitando?- sin preámbulos, fuiste al grano, estabas sonrojado y sudabas la gota fría.

-Yo...no sé de qué estás hablando.- Arlecchino te siguió observando con su rostro en neutro, estaba tratando de ocultar sus emociones y sentimientos por ti, manteniéndolos retenidos y ocultos.

-Tu sabes de qué estoy hablando. ¿Por qué te estás alejando de mí? ¿Acaso hice algo mal? Si es así, dime, por favor...eres una persona bastante especial para mí, no quiero perderte.- Arlecchino te siguió observando... quizá iba a llegar a su límite. Te amaba, realmente te amaba, pero...¿Era posible que un príncipe amé a un monstruo?

-No se de qué estás hablando.- Arlecchino tuvo que retenerse. Solo quería estar contigo, quería ver tu sonrisa al amanecer, en sus sueños siempre vió esa luz y esa luz eras tu.

-Arlecchino...por favor.- quizás ibas a llorar... quizás no, pero... realmente te dolía. Ella al ver tus ojos, no lo pudo evitar...Arlecchino ya estaba a su límite. Ya no iba a esperar. Al carajo todo, quería estar contigo por siempre, al carajo los heraldos, al carajo los arcontes, al carajo su "orgullo"

-Si quieres la verdad...(Tn). Te amo. realmente te amo, quiero ver tu hermosa sonrisa en mí cama al amanecer, podría morir mil veces para ver tus ojos mirándome, podría vencer a la misma Celestia con tal de verte, podría hacer de todo por ti.- Arlecchino se acercó a ti, con un notable sonrojo, aún estabas tratando de procesar sus palabras, no lo podías creer.

-¿Q-qué...?- eso significaba que ella te amaba. Tu la amabas...¿Deberías decirlo?

-Lo que escuchaste. Está bien si te alejas de mí, está bien si me abandonas. Solo te lo quería decir- Arlecchino desvió su mirada de la tuya

-N-no... Arlecchino...Y-Yo también te...amo- tu corazón estaba a mil, tus ojos derramándose de amor, tus piernas temblando y tus brazos pidiendo abrazarla y nunca soltarla

-...¿Tus palabras son ciertas?- Arlecchino miró nuevamente tus ojos, la miraste, te miró.

-Son ciertas, siempre lo fueron. Te amo, Arlecchino. No sabes lo feliz que siempre me has hecho, te amo, Arlecchin- te paraste firmemente, Arlecchino trataba de expresar sus palabras, trataba inútilmente de decirte todo lo que sentía, pero las palabras no le salían...acaso...¿Iba a llorar? No...no puede llorar. Llorar es para débiles. Pero al momento en que te miró, sabía que eras la persona adecuada que podía verla, no te ibas a burlar, podía expresarse, podía derrumbarse en tus brazos. Y así lo hizo, tus brazos rodeandola, mientras ella lloraba de felicidad, eras la primera persona. La primera persona que la amó...el Príncipe siempre pudo amar al monstruo.

De lejos, se pudo observar la figura pequeña de una mujer, cabello negro y con unas alas saliendo de su cabeza, era Columbina, siempre los ha estado observando. Al parecer, ha perdido.












¡One-shots de Genshin Impact!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora