Dottore x Femalereader

496 17 4
                                    

El deseo del doctor

Gritos y golpes fuertes sonaban desde el laboratorio de Dottore...nada soprendente, después de todo, es conocido como uno de los heraldos fatui más desquiciados y locos. En ese laboratorio se experimentaban horrores inimaginables, la mente maestra de todo eso siempre era Dottore, oh, bueno...uno de sus clones. Después de la arconte de la sabiduría hiciera aquel trato con este heraldo, los clones de Dottore quisieron hacer un tipo de rebelión...sin embargo, sabían perfectamente que no le podían ganar a su mismo creador, los clones simplemente aceptaron su destino. Y había uno en especial...uno que era un tanto sensible y bastante amable aparte de los demás. Era un tanto más joven y tenía un "pequeño" problema.

Su obsesión con cierto sujeto de pruebas.... tú.

Al principio, quedó simplemente fascinado por tu gran resistencia a sus diferentes métodos de tortura, y esa fascinación se transformó en obsesión. Te cuidaba desde las sombras, no permitía que nadie más que el se te acercará y...no te torturaba. Estabas consciente de esto, pero lo único que sentías por el era repulsión y asco. Pero solo decidiste ignorar estos sentimientos por parte del clon de Dottore, pero hoy...es un tanto diferente, quizá porque en poco tiempo...su destino terminará.

La puerta metálica se abrió, tu simplemente te paraste en una posición de defensa total, cubriendote. No hasta que viste quién era, era él. Viéndote con una pequeña sonrisa y ambos manos detrás de su espalda, pero no podías ver su rostro debido a su máscara.

-Buenos días, mi pequeño espécimen-

Tu solo te quedaste callada, sabías perfectamente que cualquier palabra era lo suficientemente buena o mala como para matarte. Solo querías que te dejara en paz y solo eso.

-¿El ratón te comió la lengua? Bueno, supongo que eres muy callada.-

Dottore avanzó unos pasos, haciéndote retroceder, completamente aterrada de aquél hombre, y al parecer el se había percatado de esto.

-¿Oh? ¿Me tienes miedo? No hay necesidad de tenerme miedo. Solo quiero que estés bien. Veo que fueron un tanto duros contigo cuándo me fui...-

Dottore observó moretones en tu y un tanto de sangre en tu ropa. Habían sido los soldados, cómo siempre. Después de todo, Dottore era el que te protegía y si el no estaba...eras como una piñata para esos hombres. Golpes, patadas, puños y...sangre. apenas podías recordar cómo esos soldados te golpeaban y molestaban, pero saliste de tus pensamientos al ver cómo Dottore cambiaba su expresión a una total de seriedad y...rabia.

-...No te preocupes por eso. Me encargaré de ellos en el más allá. Creí decirles que nadie se te acercará...incluso te ves más flaca que antes....oh, mi pobre (lector/a)-

Dottore avanzó un par de pasos más, acorralandote contra la pared. Sentías el frío gélido de la pared metálica con tu espalda, casi descubierta por las ropas malgastadas debido al tiempo que has estado ahí...¿Quizá 2-3 años...? No lo recuerdas. Dottore ahora estaba irritado. Estaba haciendo todo esto por ti, compartiendo sus últimos momentos contigo y tú aún así...te alejabas. Te iba a tener por las malas o por las buenas.

-¿Por qué te sigues alejando de mí? He hecho de todo, solo por ti. Maté por ti, viví por tí, te estoy entregando mi corazón. ¿Por qué no lo aceptas?-

Dottore agarró tu camisa con fuerza, forzandote a acercar su rostro hacia ti...¿Acaso te quería besar? Inmediatamente, alejaste tu rostro, volteando hacia otro lado que no sea su asqueroso y repulsivo rostro. Dottore quizá ahora sí perdió la paciencia. Agarró tus mejillas con fuerza, casi haciéndote sangrar, solo tratabas de zafarte de él lo más rápido posible, pateando sus piernas.

-Te he dicho que me mires, Maldita sea. ¿Por qué carajos no me aceptas? ¿Ah? ¿¡Por qué?!-

Dottore elevó cada vez más su tono, le tenías miedo, demasiado miedo. Tus piernas no paraban de temblar y sentiste como tus lágrimas no paraban. Dottore te siguió observando y se percató del daño que te estaba haciendo. Zafó su agarre de tus mejillas y caíste de rodillas, aún llorando. Dottore se agachó rápidamente, tratando de consolarte.

-Ah. No...no... perdón, no quise hacer eso... perdóname, querida-

Dottore agarró una de tus mejillas con sus gélidos guantes, solo pudiste aceptar su toque. No querías sentirte así de nuevo...con miedo.

-No quería dañarte, querida...¿Estás bien?-

Dottore observó tu rostro, todavía derramando lágrimas, y solo volteaste su rostro hacía él, con rabia.

-Matame ya.-

Esas fueron las únicas palabras que pronunciaste y Dottore solo guardó silencio. Todavía observando tu rostro y empezó a echar carcajadas, cada vez más y más fuertes. Este hombre estaba loco, y lo sabías, pero solo querías descansar. Solo eso querías.

-¡Oh! ¡Queremos lo mismo, querida! ¡Vine hacia ti, solo para eso!-

¿Qué? Estabas confundida. ¿Te iba a matar, por fin?

-Ah...tu dulce voz, es hermosa. Verás, mi querida (lector/a) mi tiempo se acaba. O mejor dicho, ya se acabó....mi punto es...quiero llevarte conmigo.-

Solo pudiste quedarte en silencio, y tus lágrimas no tardaron en llegar nuevamente, sentías como todo tu mundo daba vueltas...este hombre...no solo te quería matar
..te quería llevar con él. No quieres ir con él. No. No. No. No...esto no es lo que quieres.

-Mi primer y último amor, acompañándome a mi entrada al cielo...¿No es encantador? Quizá incluso podríamos estar juntos para siempre.-

Seguías llorando, no podías decir nada. Tu voz se había ido por completo y viste como Dottore sacaba una pequeña daga...una daga roja y negra. Incluso sentiste como tú corazón se paró por un milisegundo, solo podías llorar cada vez más, desesperadamente. Dottore se acercó lentamente a tu oído y susurró las últimas palabras y las únicas palabras que no querías que sonarán nunca.

-Si no puedo tenerte... Nadie podrá.-

Sentiste como algo puntiagudo entraba en tu estómago, atravesando tu cuerpo, caíste hacia un lado, desangrandote. Después de unos segundos, viste como Dottore se atravesaba la misma daga, varias veces y cayendo a tu lado. Trató de tomarte la mano con sus últimas fuerzas, pero con lo único que te quedaba, apartaste tu mano. Y viste como el sonrió. Quizá por estar a tu lado, o por ironía. Eso ya no importaba...te quitó lo más preciado que tenías: tu dignidad y tu vida.

Ahora podrían estar juntos...para siempre.

----_----------------_---------------------------

Me gustó mucho hacer esta historia, ¿Qué tal? :D










¡One-shots de Genshin Impact!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora