Alta mar//Luckity//Pirate Au.

CAPITULO XXI: MIRANDO AL HORIZONTE

Quería explorar los puntos de vista de ambos pero no me da para poner algo interesante en el punto de vista de Quackity así que se resumiran a pequeños momentos a lo largo del capitulo.

Unas semanas después de que Luzu se quedará en Silva su vida había cambiado drásticamente, había conseguido un trabajo después de unos días, atendía en una tienda local y aunque no ganaba mucho dinero, el dinero que le había dado Quackity y lo que ganaba le valían por el momento.

A esa tienda entró una persona, un hombre castaño con orejas de oso y un atuendo blanco con negro.

-Buenas tardes- La voz de ese hombre era un poco grave, pero se veía bastante contento y relajado.

-Buenas tardes, ¿cómo puedo ayudarlo?- Luzu estaba esperando recibir el nombre del producto para buscarlo e ir por el.

-Oye, tu eres el hijo del alcalde de Karmaland, ¿no?- El chico oso realmente estaba convencido de que quien estaba frente a él era ese muchacho.

La cara de Luzu estaba petrificada, ¿cómo era posible qué aquel hombre supiera tal cosa?

-Sí, si que lo eres, woah, pensé que el pato te tenía secuestrado, ¿Cómo lograste escapar?- El hombre tenía una sonrisa dibujada en el rostro, sus ojos verdes se clavaban en él de una manera que lo ponía un tanto incómodo.

-¿Conoces a Quackity?- Tenía muchas dudas y esa era una.

-Me presentó, soy el informante de Quackity, mi trabajo es trasladarme a diversos lugares unas semanas antes de sus ataques para "ayudarlo"- Lo explicó con un poco de pereza, casi insinuando que el debería saberlo.

-Ah...ya veo- Luzu estaba un poco confundido y nervioso al mismo tiempo.

-Tu padre está desquiciado, buscándote por cielo, mar y tierra- Hizo una pausa- Seguro piensa que Quackity todavía te tiene retenido, lo está buscando a él.

-Ya le escribí una carta, debería haber llegado ya- El ojirubí se había sorprendido por las declaraciones del chico oso, su padre lo estaba buscando.

-No creo que eso lo detenga, también está bastante cabreado por lo del saqueo, al parecer se llevaron su bonito tesoro- El ojiverde se rió recordando eso con un poco de burla.

-Esas joyas valen mucho y aunque no lo aparente mi padre le da demasiada importancia a lo material, las tenía ahí para "evitar que se las robaran"- Lo último iba cargado con un tono de ironía bastante fuerte.

-Pues no parecía así, ¿es idiota o algo?- El joven comenzó a reír.

-Siempre creyó que podría combatir todo y no seas gilipollas, no puedes insultarlo frente mío- Estaba ya un poco molesto.

-Perdón tío, no te alteres- su sonrisa no se fue pero alzó los brazos en señal de disculpa.

-¿Él sigue buscando a Quackity?- Luzu recordó que su padre también era vengativo, no le sería raro que incluso con su carta siguiera intentando dañar a Quackity.

-Lo más seguro, por cierto, mi nombre es Rubius- Extendió su mano para saludar.

-Cambias de tema muy rápido Rubius- Luzu le estrechó la mano- ¿Vas a comprar algo?- Recordó que estaban en una tienda.

-¡Oh cierto!, pólvora y...solo eso- Parecía haber olvidado que más iba a comprar.

Se volteó para buscarla y cuando la encontro, saco una bolsa para entregársela a Rubius.

-Aquí tienes, son 3 monedas de plata- extendió la bolsa hacia el oso.

- Aquí está tu dinero y gracias- El mencionado sonrió con emoción y se dirigió a la salida- Luzu, no se porque no regresaste a Karmaland pero tú padre te busca y tendrás que darle explicaciones- Finalmente salió de la tienda.

Por su parte Quackity se encontraba en medio del océano directo a Nueva España, era un viaje largo pero valdría la pena, sus padres estaban ahí esperando por su regreso.

Pero había alguien que aparecía en su cabeza continuamente y ese era Luzu, se preguntaba que sería de su vida y sobre todo si estaba vivo, en esos días podías morir de lo que fuera.

-Ay mi buen Luzu...- Con ésto regreso a su trabajo.

Días después del primer encuentro con Rubius, Luzu se encontró más con el y platicaron de muchas cosas.

Hasta ese día, el día donde todo se fue a la mierda.