~~Dos años después ~~
Will
Espero pacientemente apoyado contra la pared del bar frente al instituto donde estudia Diana. Bueno, pacientemente por fuera porque por dentro soy un mar de nervios. Todos los niños salen pero Diana no aparece por ninguna parte. Recibo calladamente las miradas de los locales de la isla que lanzan con curiosidad aunque ya han pasado dos años desde que llegamos. Para ellos somos unos ricos de España que se han mudado a la isla de al frente para vivir la buena vida. Somos unos extraños que solo traen a la más joven al instituto y que luego no se mezclan para nada. Diana es la que más miradas sufre, y le hemos tenido que advertir de que no puede decir nada sobre nosotros y lo que hacíamos antes. Por fin veo a Diana salir corriendo hacia a mí y dar pequeños saltitos. Sonrío mientras le quito la mochila y ella sale corriendo hacia el puerto. La sigo mientras sube a la lancha y luego intenta ponerse a los controles.
- Sal de ahí - la regaño no muy severamente - Como tu padre se enteré que te he dejado conducir la lancha de nuevo me mata.
- No tiene porque enterarse - me sonríe con picardía haciéndome reír.
- Seguramente esté en el muelle esperando por ti.
- ¿Ya ha vuelto? - grita de emoción dejándome un poquito más sordo.
- Justo estaba desembarcando con mis padres cuando yo he salido - le digo sonriendo.
- ¿A qué esperas? - dice sonriendo mientras se sienta en otro sitio a la velocidad del rayo.
Me río mientras saco la lancha del muelle y me dirijo hacia la pequeña isla en la que vivimos. Tardamos menos de la habitual porque Diana no es la única ansiosa por llegar a casa. Cuando me han dicho que tenía que ir a por Diana me ha costado la vida dejar a Kira, pero al final ha insistido y aquí me hallo. Veo el muelle de nuestra isla a cierta distancia pero veo a dos hombres haciendo señas nerviosas. Uno lleva algo entre las manos y cuanto más me acerco mejor los reconozco. Allen se encuentra con su hijo en brazos y con mi padre al lado, ambos hacen señas y gritan algo que no escucho sobre el ruido del agua y del motor. Diana a mi lado intenta descifrar lo que dicen pero no hay modo de entenderlos. Cuando llego a su lado y apago el motor los dos comienzan a decir y gritar las mismas cosas a la vez haciéndolo incompresible para el oído humano normal. Diana se baja corriendo a abrazar a su padre, al que no ve desde hace tres días, y su hermano de casi dos años comienza a tirarle del pelo a modo de saludo.
- Por favor - pido acompañando mi súplica con las manos - ¿Se pueden calmar y contarme lentamente, y a ser posible solo uno de vosotros, qué pasa para que estén tan alterados?
Ambos se miran y se retan con la mirada hasta que Allen parece rendirse, cosa que me sorprende.
- Díselo tú - comunica con un asentimiento - Es tu hijo.
Mi padre sonríe y es la sonrisa más grande que he visto nunca. Tanto que me llego a asustar. Comienza soltar un pequeño suspiro y luego otro y mi paciencia se va acabando.
- Se lo dices ya o se lo digo yo. - le fulmina con la mirada Allen robándome lo que yo quería decir.
- Hijo mío - dice mi padre muy seriamente pero con la misma sonrisa que ha estado llamando mi atención - Ya eres padre. Enhorabuena.
Se acerca a darme un abrazo y una palmada en el hombro mientras yo me quedo estupefacto en el sitio. No es posible, simplemente no es posible.
- ¿Cómo? - susurro aun sin ser capaz de entenderlo al cien por cien.
- Creo que sabes perfectamente como sale un niño de una mujer - se burla Allen - pero si quieres te lo podemos explicar.
- No - digo asqueado al recordar el parto de Raquel, literalmente vi como su hijo venía al mundo por ahí abajo - Digo que cómo tan rápido, hace menos de una hora que salí de aquí. Es imposible.
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Te Encontraré
Phiêu lưuHan pasado cinco años. Cinco años intentado recuperar sus recuerdos, pero eso ha sido imposible. Sol en cinco años no ha recordado nada aun. Las mismas preguntas le siguen rondando. ¿Qué pasó? ¿De dónde viene? Y, las más importante, ¿quién era? Han...