Capítulo 15

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La atracción por personas del mismo sexo y laidentidad 

LA IDENTIDAD es algo muy importante. Al igual que un idioma que llevamossobre nuestro rostro, dice mucho sobre lo que creemos respecto a Dios,nosotros mismos y los demás. Sin poder evitarlo, determinará el «cómo»que gobierna nuestros pasos. Siempre se puede encontrar la raíz de nuestramanera de movernos por el mundo en la pregunta: «¿Quién soy hoy?» y«¿Qué es Dios siempre?». Esta pregunta tiene una importancia fundamentalpara los cristianos nacidos de nuevo que todavía sienten AMS. El mundo enel cual nos encontramos ha transformado la sexualidad en algo central parala identidad. Una identidad donde el orgullo demostrado al agitar unapromesa ante Dios destruyó al mundo con agua. La homosexualidad no estan solo una manera de actuar, sino una manera de ser. Tal como dicen, es«sencillamente lo que eres». 

La cultura LGBT ha hecho una excelente tarea a la hora de renovar, odebería decir destruir, la mente de muchos, fundamentalmente al usar antetodo las palabras como su mayor herramienta en sus esfuerzos por atraer alas personas a encontrar un mayor gozo al identificarse con su pecado enlugar de con su Creador. Una vez que empieza la santificación en la vida delcreyente con AMS, la renovación de la mente también comienza. Unhermoso milagro en el cual Dios entra y empieza a transformar el corazónen la catedral que siempre tuvo que ser. Como es el corazón, así también esla mente. Un corazón nuevo es el principio de una mente nueva, perotodavía hace falta un esfuerzo de nuestra parte. No podemos simplementequedarnos sentados y esperar que un mínimo celo produzca mucho fruto.Trabajamos junto con Dios para «representar el milagro» (ver Fil. 2:12-13)de santificación y llevarlo a su más grande potencial.

Cuando una persona que solía ser esclava de la AMS se transforma encreyente, puede resultarle difícil aprender a identificarse con otro afecto. Osi no es un problema de tendencia, puede ser uno de ignorancia. Alguiendebe saber que la manera de identificarse a uno mismo le dará forma a su manera de navegar la vida. En mi propia travesía con Dios, he visto elimpacto que puede tener la identidad sobre mi fe. Cuando comienzo aolvidar que soy amada, que estoy perdonada y que soy una nueva criatura,dejo de actuar desde la fe y empiezo a comportarme como si mispensamientos fueran más inerrantes que la Escritura. La identidad que leatribuyo a Dios y la identidad que Él me da siempre revelarán la verdaderanaturaleza de mi fe.

Así que la carga para los cristianos AMS, en cuanto a la identidad, no esdescubrir más sobre sí mismos ni transformarse en «la mejor versión de timismo» como una manera de empoderarse. Es renovar la mente para quelos hombres y las mujeres empiecen a verse a sí mismos a la luz de lo queDios ha revelado ser, para que puedan glorificarlo de las maneras que Élmandó. Esto sucede en medio de una comunidad, con mucha oración y conuna interiorización constante y reflexiva de la Palabra de Dios. 

A continuación, hay cuatro categorías que creo que ayudarán al creyenteAMS a medida que «representa el milagro» de santificación en lo que serefiere a la identidad. Debajo de cada título, encontrarás una lista de pasajesbíblicos que espero que, al leerlos en oración, creerlos plenamente ymeditarlos a diario, ayuden a los creyentes AMS en el comienzo de sutravesía de no conformarse al mundo del cual fueron rescatados y de sertransformados mediante la renovación de su mente (Rom. 12:2).

1. La identidad del pecado | El pecado no es hermoso. 

Primero, cuando cambia la identidad del corazón, también debe hacerlo laidentidad del pecado. Mientras uno está en él, los ojos solo lo ven como unamujer ve un anillo de diamantes. O como un niño percibe un presente,cubierto de papel de regalo y listo para que lo desarmen hasta ser papelpicado. El pecado es atractivo para los pecadores. Pero para los santos, debeser despojado de sus máscaras, empujado hacia la luz y visto por lo que es.El santo es nuevo pero sus tentaciones serán tan viejas como el diablo. Sustácticas de tentación no son modernas en absoluto. Desde el Edén hastaahora, al atraer a una persona hacia el pecado, primero debe convencerla deque aquello que se siente impulsada a probar será satisfactorio. Y ennosotros, la duda que nacemos acarreando se mueve hasta la superficie amedida que la tentación nos marea y nos lleva a creer que el pecado queclavó a Cristo a la cruz es tan solo una rosa roja para cortar y oler por placer. La incredulidad siempre confronta el pecado con Dios. Latransforma a ella en gloriosa, en vez de a Él. La transforma a ella en lo quehace que valga la pena vivir, en vez de Él. La transforma a ella en algo porlo que vale la pena morir, en vez de Él.

Chica gay, Dios bueno - Jackie Hill PerryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora