PARTE 3 - La atracción por personas del mismo sexo y...

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ESTOS CAPÍTULOS FINALES están pensados para ser un recurso. Hasta ahora,dije mucho sobre mí y sobre Dios, pero si te pareces en algo a mí,seguramente te preguntas: ¿Y ahora qué? ¿Hay algo práctico que puedatomar para mí, para mis amigos o mis compañeros de trabajo? Y creo queesta siguiente sección, aunque no es exhaustiva, puede resultarte útil.

A lo largo de la sección, haré muchas referencias a los «cristianosatraídos a personas del mismo sexo». Para abreviar, usaré «cristianosAMS». Este título se refiere a hombres y mujeres nacidos de nuevo quienes,por gracia mediante la fe, se han arrepentido de sus pecados (incluida lahomosexualidad) y han puesto su fe en el Señor Jesucristo. Me refiero aestas personas como cristianos AMS porque, aunque han sido renovadospor el poder del Espíritu, la carne los sigue tentando a hacer lo quedesagrada a Dios; es decir, a ceder a cualquier versión distorsionada de lasexualidad. 

Tan solo uso esta designación para ser clara respecto a quién le estoyhablando, o respecto al tema del cual hablo. No estoy sugiriendo queporque estas personas sigan siendo tentadas con la AMS [atracción porpersonas del mismo sexo], tengan la identidad de lo que algunos llamaríanun «cristiano gay». Una vez más, como ya dije, no creo que sea sabio ni deacuerdo con el poder del evangelio identificarse con los pecados del pasadoo con las tentaciones del presente. En cambio, es mejor dejarse definir porel Cristo que ha vencido las dos cosas para aquellos que llama Suyos. Enúltima instancia, todos los hombres y las mujeres —incluida yo— queconocen bien la tentación sexual no son aquello que nuestra tentación dicede nosotros. Somos lo que Cristo ha hecho por nosotros; por lo tanto,nuestra identidad suprema es muy sencilla: somos cristianos.

Chica gay, Dios bueno - Jackie Hill PerryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora