¿Porqué lo has hecho?

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Paula

Cuando salí del estadio todo era un caos, Pedri había subido un comunicado en cuanto terminó el partido provocando que todo se revolucionara más pero aún así llegaron comentarios positivos entre todos los malos. No sabía que sentir, por una parte estaba muy contenta y aliviada por lo que él había hecho pero por otro lado sabía que esto no iba a parar aquí.
Volví a casa con Fer para esperar allí a Pedri, teníamos que hablar.

- ¿Estás bien? Has estado callada todo el viaje. —dijo Fer mientras nos sentábamos en el sofá—

- Si, eso creo. —suspiré aún un poco nerviosa cuando vi la puerta de casa abrirse, era Pedri—

- Hablando del rey de roma. —dice Fer levantando las manos y yéndose a su habitación, Pedri se acercó a mi y me besó—

- ¿Has visto lo que he publicado? —me preguntó sentándose a mi lado y besándome—

- Es de eso de lo que quiero hablar, ¿somos novios? — dije mirándole a los ojos, me temblaba la voz—

- Solo si tú quieres. —dijo poniendo su mano en mi mejilla y acariciándomela con su dedo pulgar— No quiero presionarte, pero quiero estar contigo.

No podía asimilar todo lo que me estaba pasando en apenas unas semanas pero ahora lo único importante, éramos él y yo. Acorté la proximidad entre nosotros y le besé mientras ponía mi mano en su nuca para acercarlo más a mi.

- Pepi, te quiero. —dije cuando nos separamos—

- Yo también, morena. —dijo mirándome a los ojos, era la primera vez que nos lo decíamos así de serios—

📨Ferrán📨

- Tengo algo que decirte, pero no te angusties.

¿Ha pasado algo?-

- Papá quiere que vengas esta noche a casa para cenar, Pedri también.

¿Cómo?-

- Le insistí en que no ibas a querer, pero solo te pido que lo intentes.
- No quiero estar a solas con él.

Dejé el teléfono con el rostro pálido, Pedri lo notó al momento y cogió el móvil para ver que pasaba. Abrió la boca sorprendido y se sentó a mi lado cogiéndome las manos.

- Paula, respira. Tranquilízate. —dijo sin soltarme las manos ayudándome—

- No quiero ir. —suspiré intentando calmarme. No era miedo, era rabia—

- No irás si no quieres, te quedarás aquí conmigo. —me rodeó con sus brazos y besó mi cabeza—

- Pero... ¿Y Ferrán? —pregunté levantando la cabeza para mirarle, el suspiró—

- ¿No quieres dejarle solo verdad? —negué— Entonces tendremos que ir, pero estaré contigo en todo momento ¿de acuerdo?

Asentí y decidimos descansar unas horas antes de ir a ese infierno aunque descansar pues no mucho porque Pedri se puso juguetón hasta que finalmente nos quedamos dormidos.

Ferrán

- No quiero que la atosigues, la dejaste sola. —dije mirando a mi padre con autoridad—

- Tengo derecho a intentar recuperarla. —soltó el haciéndome reír irónicamente—

- ¿Derecho? La abandonaste en Málaga y huiste como un cobarde. —me miró enfadado pero no me importó, Paula ahora era más importante que él— ¿En que pensabas, que ibas a llegar a su vida y ella iba a recibirte con los brazos abiertos?

Un amor por casualidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora