Un amor por casualidad.

Complicaciones.

Paula

Unos días después había vuelto a mi casa tras una fuerte discusión con Pedri, el mismo día que Ferrán me contó su problema con Sira. Comenzó a actuar de forma muy nerviosa y apenas podía mirarme a los ojos por más de dos minutos, se que está mal pero cuando se distrajo cogí su móvil y vi mensajes de una chica: "te echo de menos, canario", "dijiste que me llevarías contigo y ya tienes a otra", "extraño dormir contigo" y varios mensajes más parecidos.

- Sabes que Pedri no te sería infiel nunca. —dijo Gavi, el cual había venido a mi casa a verme—

- No lose, ese es el asunto. —suspiré—

- Pues ya te lo digo yo, no es capaz de dormir sin ti menos de serte infiel. —se sinceró y yo eché la cabeza hacia atrás—

- No tengo ganas de hablar sobre Pedri ahora.    —le miré y el asintió lentamente—

- ¿Quieres ir a comer? Si, sin Pedri. —dijo el al ver mi cara y yo asentí—

- Así me da el aire. —murmuré—

Salimos de casa hasta llegar al coche, tuvimos que aparcar algo lejos del restaurante porque el parking estaba lleno. Al bajar del coche, para nuestra mala suerte había muchos periodistas.

- ¿Son ciertos los rumores de ruptura entre Pedri y tú, Paula? —preguntó uno de ellos—

- Mas quisieran. —digo Gavi—

- Todo está bien entre Pedri y yo. —dije acelerando el paso junto a Gavi—

- Hace días que no se le ven juntos, ¿sospechoso?

- No se, está en casa dormido cuando vuelva le pregunto haber que dice. —dije provocando risa en Gavi y porfin entramos en el restaurante—

📨Pedri📨
- ¿Todo está bien entre tú y yo?

No, fue para que pararan.-
No te emociones.-

- Necesito verte.
- ¿De verdad piensas que podría engañarte?
- Eres lo mejor que tengo, joder.

Suspiré dejándolo en visto y Gavi me miró después de pedir su comida y la mía.

- Te mueres de ganas por perdonarle, pero sabes que lo ha hecho mal al ocultártelo. —dijo él—

- Cuando pasó lo de Ferrán, le pedí que no volviera a mentirme. —bebí de mi vaso— No lo ha cumplido.

- Hablando de Ferrán. —señaló el con sus ojos hacia detrás de mí y vi a Ferrán entrar en el restaurante algo angustiado—

- ¿Que haces aquí? —dije cuando se sentó con nosotros—

- Te he visto por la tele, era en directo. Quería saber si estabais bien. —confesó y sonreí—

- Estamos bien.

- Soy su salvador, que te pensabas. —dijo Gavi y reímos—

Ferrán acabó comiendo con nosotros, luego tras pagar salimos y volvimos Gavi y yo a mi coche.

- Si quieres perdonarle, ¿porque no vas a su casa y hablas con él? —preguntó cuando arranqué—