Capítulo 17 | Mi cliché favorito.

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PABLO.

Me apoyé en mis manos y deslicé mi cuerpo hasta quedar sentado. Masajee con suavidad mis ojos y, después, estiré mis brazos sin hacer movimientos bruscos. No quería molestar al chico de ojos café que aún dormía a mi lado. 

Su rostro estaba levemente girado en mi dirección. El cabello le cubría la frente y, su mejilla izquierda se hundía en la almohada. Su respiración es pausada, casi que silenciosa. Dormir con Dani, se ha vuelto un honor. Él se ha llevado mis pesadillas, transformando mi oscuridad en luz.

Esta vez, he sido yo quien se ha despertado primero y, agradezco, haberlo hecho. Quiero guardar este momento junto con los pocos buenos recuerdos que tengo, porque, poder despertar a su lado es un privilegio. Llevé mi dedo pulgar hasta su rostro y, lo dejé deslizarse por la piel de su mejilla. Su primer instinto fue aferrarse a la almohada, es la forma en la que su cuerpo respondió al contacto. Solo espero que en sus sueños sea a mí a quién se aferra o tendremos problemas, problemas que empiezan por C y terminan en S, y no. No es caos, se llaman celos. 

Sonreí como un imbécil. Acababa de sentirme celoso de la almohada que él abrazaba. No voy a negarlo, me consumen las ganas de quitársela para meterme en sus brazos, deseo ahora mismo refugiarme en su calor. Jamás creí llegar a sentir lo que siento por él y, cuando me tomé el tiempo de conocerlo, me reproché aún más el sentimiento ¿Yo enamorado de un hombre? Por favor. Era Pablo, el heterosexual estrella. El mismo que rompía corazones y que disfrutaba del buen sexo. Ya no soy ese idiota, ahora soy aquel enamorado que se desvive por la sonrisa de este, llorón.

Me entristece reconocer que, Emma, no llegó ni a estar cerca de ser mi primer amor. Fuimos dos personas compartiendo la misma neblina, el mismo dolor. Pero, con Dani, he descubierto que hay más caminos y, que no todos conducen a la misma aflicción. Él me ha dado esperanza en el caos. Él ha navegado en mi pasado sin juzgarme. Además, él ha tocado mi alma con su bondad y ha sanado el suplicio que me torturaba. Sus cualidades se han vuelto mi debilidad y, su sonrisa actúa como una droga en mi cuerpo. Él es mi felicidad, sus brazos rodeando mi cuerpo se han encargado de borrar toda marca de tristeza que dejó aquella bruja de Inglaterra.

Quise alejar mi oscuridad de, Dani, pero su terquedad ya nos había llevado a la línea que prometimos no cruzar y, ahora, ya es muy tarde. Eme aquí, sentado a su lado. Observando a mi tierno llorón, como un pintor, observa a su mejor obra de arte. Tú has sido la única promesa que me ha gustado romper. Lo que sucede entre los dos es una completa locura. Si hace un año me hubiesen preguntado si volvería abrir las puertas de mi corazón, tal vez habría respondido con un: no. Pero, ahora es diferente, encontré esa conexión que jamás creí encontrar. No me importa su género, ni su sexo, ni que sea mi hermanastro, me he vuelto loco por su esencia. Hay algo inexplicable en esto y, me atrae lo que no puedo entender.

Un suspiro emanó de su nariz. Mi mirada viajó una vez más por su rostro. Humedecí mis labios al recordar lo que había pasado la noche anterior. Sus labios se estamparon contra los míos, mientras sus nalgas se movían sobre mi erección. «Mierda, llorón, hasta poniéndome duro eres perfecto».

Quería follarlo, necesitaba sentirlo pegado a mí. Lo quería sumiso, pero me detuve, tenía que hacerlo. Para cuando quiso ocultarlo ya lo había notado. Dani, estaba sobre mi firmeza, pero se movía con cierta timidez. Eso me hizo dudar, me hizo cuestionarme. No es lo que quiero para él. Su primera vez debe ser más que la calentura de unos besos húmedos. Así que me puse un alto, deseaba respetarlo y esperar a que se sintiera más seguro. Anhelo que se entregue a mí en el momento que él crea correcto y, voy a esperarlo con ansias. Mis pensamientos son muy clichés, pero, no me importa. No me importa porque, Dani, es mi cliché favorito y, no quiero soltarlo.

Mi perfecta elección.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora