Capítulo 4

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—Prefiero que me dejes en la esquina, no quiero que mi mamá te vea.

—Okay.

—Gracias por traerme —le dice Jimin cuando se estacionan en la esquina, antes de llegar a su casa.

—No es nada —le responde.

—Nos vemos el lunes, adiós —se despide y luego sale del auto.

—¡Nos vemos! —le responde Jungkook y se va.

Jimin entra a la casa e inmediatamente es duramente increpado por su madre, quien siempre ha sido muy estricta con él. Él le explica diciéndole la verdad, omitiendo los detalles, como la edad de Jungkook y el hecho de que es un paciente del centro de rehabilitación de adicciones y no un compañero de trabajo como su madre cree.

Más tarde, ya solo en su habitación, Jimin se ruboriza al imaginarse a Jungkook quitándole la ropa para meterlo a la cama. "Le asusta, pero le gusta", tal como dice la canción. Aunque a ratos él mismo cuestiona su propio actuar y más aún, su sentir. No logra comprender por qué se siente así con Jeon Jungkook y por qué este hombre quiere estar con él. Digamos que Jimin sabe que es atractivo para Jungkook, pero le sorprende que le dedique tiempo, siendo que podría estar con cualquier otra persona, hombre o mujer. Incluso con el tal Eunwoo, su exnovio. Solo recordar su nombre le vuelve a retorcer las tripas.

        ¡No pueden ser celos! Es imposible, él es un hombre y a mí siempre me gustaron las mujeres. ¿Por qué ahora me gusta Jungkook? ¡¿Qué?! ¡¿Me gusta Jungkook?! No, no, no.

Jimin tenía una seria discusión consigo mismo. Se resiste firmemente a dejarse llevar por su emoción y deseo.

********

Ese lunes, Jimin va a trabajar como cada día después de clases. Antes de ir al salón donde está el piano, va a la cocina a almorzar. Al terminar de comer, Jungkook lo ve salir de ahí y se acerca a saludarlo.

—Jimin —lo llama.

—¡Ah, hola! —le responde al girarse hacia él.

—¿Cómo estás? —le pregunta mientras lo abraza.

—Estoy... bien —le sonríe.

—¿Qué hacías en la cocina?

—Estaba almorzando.

—¿Y por qué lo haces en la cocina y no en el comedor con los demás empleados?

—No lo sé, solo me dijeron que debo comer ahí.

—¿Quién?

—La directora.

—Yo hablaré con ella.

—No. Quiero decir, no es necesario, no me molesta comer ahí.

—Pero a mí me molesta y mucho.

—Mejor no le digas nada. No quiero tener problemas.

—No los tendrás, te lo prometo —le responde Jungkook y se va.

—¿Irás ahora a hablar con ella?

—Sí, enseguida vuelvo.

—Ay no —murmura Jimin.

Más tarde, mientras está dando una clase, Jungkook entra al salón, se sienta, le sonríe y eleva sus cejas, lo que le causa incomodidad. El hecho de que haya otras personas en el lugar, lo torna tímido.

Mientras su pulso se acelera, su mente comienza a divagar otra vez:

¿Por qué me sonríe así? Es un descarado. ¿Será solo conmigo de esa manera? ¡Ay Dios!

NO ME DEJES CAER EN LA TENTACIÓN - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora