Capítulo 5

535 116 12
                                    

—Entiendo —dice Jungkook.

—¿Necesitas algo? —le pregunta Jimin.

—No te preocupes, estoy bien. Ya no necesito nada.

Jungkook se va.

—¿Te diste cuenta? Ese tipo te acosa, Jimin, Deberías hablar con la directora...

—No haré eso, porque... él no me acosa, es solo...

Yongsun lo mira atenta.

—Olvídalo. Yongsun respecto de lo que me dijiste, para mí es una sorpresa todo lo que me dices. Quiero decir, nunca me di cuenta.

—Entonces, no sientes lo mismo que yo.

—Bueno, en realidad no. Lo siento, Yongsun yo te quiero porque eres mi amiga —le dice tratando de no lastimar sus sentimientos.

Pero la daga del rechazo siempre hace estragos en el corazón y el corazón de la chica se aprieta de dolor. Su hermoso rostro se cae a pedazos. Jimin le toma ambas manos y se despide de ella.

—Debo irme, ¿podemos hablar después? De verdad lo siento —le dice y luego sale de la habitación.

Jimin se siente terrible por lo que ha sucedido con Yongsun. Mientras camina por el pasillo, reflexiona en las palabras de ella sobre el actuar de Jungkook e inesperadamente se encuentra con él. Quedan parados uno en frente del otro, mirándose. Jungkook sigue serio.

—Lo siento, no debí haber actuado como un idiota —le dice Jungkook.

—¿Estás enojado conmigo?

—¡No, claro que no! Ven —le pide.

Jungkook le toma la mano y lo jala para entrar a una pequeña habitación que se utiliza como cuarto de bodega para los insumos de limpieza. Cierra la puerta y enciende la luz, quedando ambos muy cerca el uno del otro. Jimin siente la respiración agitada de Jungkook en su cara, quien mantiene su intensa mirada sobre los labios de Jimin. El rubio traga saliva dejando al descubierto lo tenso que se siente, pero no dice nada. En cambio, sigue acercándose peligrosamente a sus labios carnosos. Jimin siente un cosquilleo en el estómago y un frío recorre su columna vertebral. Cuando el rubio cerra los ojos, siente los labios de Jeon Jungkook posarse sobre los suyos.

—¡No! Yo no soy... Yo no... —le dice espantado mientras retrocede un poco.

—¡Mierda, Jimin! Perdóname, yo pensé que... ¡Mierda! Soy el idiota más grande. Perdón —responde Jungkook y sale raudamente de la habitación, dejando a Jimin boquiabierto y sin poder reaccionar.

Después de algunos segundos, Jimin sale del lugar para ir detrás de Jungkook. Lo sigue hasta su habitación y lo ve entrar y cerrar su puerta. Se queda parado fuera de ella por un momento, pensando en lo que quiere decirle. Su cabeza en un torbellino, miles de pensamientos se apoderan de él. Finalmente se va.

Cuando entra a su casa, saluda a su madre y a su hermano menor y se sientan a comer.

—¿Qué te pasa, Jimin? —le pregunta su hermano.

—Nada, ¿por qué me preguntas?

—Estás muy callado —comenta su madre.

—¿En serio? No me pasa nada, solo estoy cansado —responde.

—Cuando finalicen las clases, te sentirás más aliviado.

—También creo, aunque me comprometí con la directora a ir al centro el día completo.

—¿Te pagarán más, entonces? —pregunta su hermano.

—Sí, por eso lo quiero hacer.

—Será solo por un tiempo, cuando entres al seminario no necesitarás el dinero —agrega la madre.

El corazón de Jimin casi se detuvo por completo. ¿Acaso había olvidado el plan de vida que se propuso?

—Estás actuando de manera muy extraña, hijo. Mejor ve a descansar —le dice su madre al darse cuenta de su desánimo.

Esa noche, Jimin tiene dificultad para conciliar el sueño. Reflexiona sobre lo sucedido con Yongsun y Jungkook.

Por una parte, está su amiga Yongsun a quien ha debido rechazar porque no tiene sentimientos románticos hacia ella. La quiere como amiga. Y,  por otro lado, está Jungkook, quien le ha ocasionado un desastre monumental en su cabeza. Jimin está tan confundido ahora que ni siquiera puede calmar sus pensamientos. Se pregunta si Jungkook irá a su clase de piano de mañana.

"Tal vez ya se le haya pasado el enojo conmigo y hasta podamos ser amigos", piensa con inocencia.

Jimin está dispuesto a reprimir sus emociones y ocultar lo que siente por Jungkook. El temor que le causa ser rechazado por su cristiana familia es más fuerte.

Al día siguiente, va a trabajar con el mejor ánimo que puede y esperando lo mejor. Desafortunadamente, Jungkook no fue a la clase que tenía programada.

Así transcurrieron los días posteriores, sin ver a ninguno de los dos. Luego de una semana, el viernes, antes de salir del trabajo, va a la habitación de Jungkook. Está decidido a hablar con él y hacer las pases. En estos días que no lo ha visto, siente que lo extraña.

Después de tocar a la puerta, espera ansioso y practica el discurso que preparó en su mente.

—¡Hola! —lo saluda una voz familiar. Es Taehyung.

Jimin se pone tímido y solo sonríe.

—¿Quién es? —pregunta Jungkook desde el fondo.

—Es Jimin —le responde Taehyung.

Jungkook se asoma con una expresión de intranquilidad.

—¿Qué haces aquí? —le pregunta.

—Hola, Jungkook. Yo... solo pasé a saludarte. No te he visto últimamente.

—Estoy bien, pero estamos ocupados ahora, así que...

 —¡Ah! Okay —le dice con nerviosismo mientras mira a Taehyung, quien observa desconcertado la actitud de Jungkook.

Se produce un incómodo silencio.

—Adiós Jimin —concluye Jungkook y cierra la puerta.

Es definitivo, Jeon Jungkook ya no quiere saber nada del rubiecito de labios carnosos.

Con una gran decepción, pero de su propio actuar, Jimin recoge sus cosas en el salón y se va.

NO ME DEJES CAER EN LA TENTACIÓN - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora