Capítulo 23

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A la mañana siguiente, Jimin despierta sobre la alfombra de la habitación. Al principio desorientado y pronto recuerda lo ocurrido la noche anterior. Se pone de pie, se desviste, y se mete debajo de las sábanas. Se duerme otra vez. Despierta nuevamente en la noche, a eso de las diez. Se levanta al baño, se mira en el espejo y llora. Podría marcar de nuevo el número de Jungkook, pero el miedo a su rechazo lo detiene. Con demasiado letargo, Jimin sale de la habitación y baja las escaleras. Va a la cocina a buscar algo que lo alimente, la resaca, el llanto desbordante y la pena que lo embarga, le han quitado toda la energía. Se siente débil. Cuando entra, ve a la empleada de la cual sospecha es una chismosa. Ella lo saluda y él quisiera interrogarla, pero solo la ignora. Su agotamiento y sentimiento de desolación lo sobrepasan. Entonces come algo ligero y vuelve a su habitación para seguir durmiendo.

Jimin despierta en medio de la madrugada de un sobresalto, se sienta en la cama y comienza a llorar durante largo rato. Cuando logra calmarse, busca su teléfono y se da cuenta de que está apagado. La batería está descargada. Así que se tumba otra vez y se duerme.

Al mediodía del siguiente día, Jimin despierta aún decaído. No obstante, se levanta de un salto cuando recuerda que necesita preguntarle a la empleada si fue ella quien le contó a Jungkook sobre la conversación que tuvo con Félix ese día.

La busca en la cocina y la ve.

-Buen día Jimin -le dice ella.

-Buen día. Necesito preguntarle algo -le dice.

-Dígame -le responde nerviosa.

-Usted le contó a Jungkook sobre una conversación telefónica que yo tuve con otra persona.

-Um. ¿Qué?

-Creo que me escuchó bien, Solo dígame la verdad.

-El Señor Jungkook me preguntó y no quise ocultárselo. Lo siento yo...

-¿Él le pidió que me espiara?

-¡No! Solo me preguntó si usted había hablado con alguien y sobre qué. Yo le conté todo porque pensé que él ya lo sabía y estaba probando mi lealtad. Jamás quise causarle problemas.

-Está bien. No es su culpa.

Jimin queda conforme con la explicación que le da la mujer. Entonces sube a la habitación en busca de su teléfono, lo carga un poco y marca el número de Jungkook, pero su teléfono sigue apagado.

-¡Mierda, Jungkook! -exclama.

Luego piensa: "Ni siquiera sé por qué insisto si me dijo que ya no me ama".

Inesperadamente, su teléfono suena y Jimin se asusta.

-¡Jungkook! -exclama.

Pero es Félix quien lo está llamando.

-Hola Félix.

-Hola Jimin, te he estado llamando desde ayer.

-Mi teléfono estuvo apagado.

-¿Estás bien?

-Sí, estoy bien, solo un poco cansado.

-Necesito que hablemos.

-Dime.

-No. Necesito que hablemos personalmente. ¿Puedo ir a tu casa?

-¿A mi casa? No creo que sea una buena idea, Jungkook podría venir.

-Ya sé que Jungkook se fue de la casa.

-¿Quién te lo dijo?

-Él lo hizo. Vino a verme.

NO ME DEJES CAER EN LA TENTACIÓN - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora