NO ME DEJES CAER EN LA TENTACIÓN - Kookmin

Capitulo 8

—¿Jimin? Es cierto? —insiste aún con la cara desfigurada de la impresión.

Después de inhalar profundamente y minas la mirada y la puse sobre los profundos ojos marrones de Jeon Jungkook.

—Sí, es verdad.

Jungkook aprieta sus labios y resopla confundido.

—Lo siento, debo irme.

—Pero no terminaste de comer.

—Lo siento tanto señora, yo acabo de recordar que debo hacer algo importante. Permiso.

Jungkook se pone de pie y camina raudo hasta la salida, Jimin lo sigue. Cuando ambos están lejos de los demás le toma el brazo.

—Espera —le pide

Jungkook lo mira con el entrecejo arrugado.

—¿Esto es una broma?

—No. Yo...

—¿Qué Jimin?

—Tuve que responder eso porque está mi madre allí, pero yo no iré al seminario. Iba a hacerlo, era mi plan, pero...

Jungkook se voltea completamente hacia Jimin y lo escuché con atención.

—Pero qué

—Ya no estoy seguro, quiero decir, ya no lo haré.

—¿Por qué cambiaste de idea?

—Por ti, supongo.

—¿Por mí? ¿Acaso cambiaste tu plan de vida por mí?

Jimin no sabe que responder, pues no esperaba esa reacción de Jungkook.

—Sé que suena ridículo.

—No suena ridículo. De hecho, es lindo escucharlo. Nunca nadie hace ese tipo de cosas por mí.

—¿Entonces, no estás furioso conmigo?

—No, siento haber reaccionado tan mal. Perdóname. Pero Jimin, ¿estás seguro de que eso es lo que quieres hacer?

—En realidad no estoy seguro, pero quiero hacerlo. ¿Crees que no debería?

—No lo digo por eso. Yo quiero estar contigo, Jimin. Pero no quiero interferir con tu vida. Más adelante podrías culparme por no haber tomado la decisión correcta.

—Si lo que sientes por mí no es serio, no importa. Lo hago por lo que yo siento.

—Claro que serio. Tú me gustas de verdad y quiero que estemos juntos.

—¿En serio?

—Sí, por supuesto, pensé que eso te había quedado claro.

Jimin sonríe.

—¿Y ahora te irás?

—Después del drama que hice es mejor que me vaya.  No siempre soy así, ¿sabes?

—Espero que no —le dice riendo.

—¿Puedo venir a verte mañana?

—Claro. Puedes venir cuando tú quieras.

—¿Y puedo darte un beso?

—Aquí no

—Está bien, me lo debes entonces. Adiós.

Después que Jungkook se va, Jimin vuelve a sentarse a la mesa junto a su familia, bajo la atenta mirada de su hermano.

—Qué lástima que haya tenido que irse tu amigo, estaba comiendo con agrado —comenta la madre.