Capítulo 11

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Mientras coloca su ropa, su teléfono y su computador en una mochila, con lágrimas en sus ojos, Jimin llama a su novio y le pide que lo vaya a buscar sin contarle mayores detalles.

Al llegar, Jimin se sube al auto secando sus lágrimas con la mano.

—¿Qué ocurre? —le pregunta Jungkook con preocupación.

—Mi mamá me echó de la casa.

—¡¿Por qué?!

—Se enteró de que pasamos la noche aquí y encontró el envoltorio de tu condón.

—¡Mierda!

—Jungkook, no tengo a dónde ir.

—Vendrás conmigo. Ahora vivirás conmigo.

—¿Estás seguro?

—Por supuesto que estoy seguro.

Jungkook conduce hasta su casa. Al llegar, le muestra la enorme casa a su novio, una por una, cada habitación hasta llegar a la que ambos compartirán.

—Quiero que te sientas como en tu casa, ¿de acuerdo?

—Está bien, gracias —le responde con desánimo.

—¿Qué pasa amor? No te gusta la idea de vivir juntos.

—No es eso. Lo que pasa es que aún no puedo creer que mi madre me haya echado a la calle.

—Con el tiempo recapacitará y se dará cuenta de lo injusta que está haciendo contigo. Todo esto es inesperado para ella.

—¿Por qué la defiendes?

—No la defiendo, te digo las cosas como son para que te sientas más tranquilo.

Jimin baja la mirada con resignación, sabe que jungkook tiene razón, per, aún así, se siente triste.

—Ven, comamos algo —le pide Jungkook.

El pelinegro le toma la mano a su novio y lo lleva hasta la cocina en donde se encuentra una amable señora que viste un uniforme rosado.

—Buen día —le dice ella a ambos cuando los ve.

—Él es Jimin, le dice Jungkook a la señora mientras le da un abrazo.

—Qué gusto en conocerte, siempre habla de ti.

—¿De verdad?

—Claro, todo el día parlotea: Jimin esto y Jimin aquello —le dice ella riendo.

Lo que también hace reír a Jimin que aún está tímido frente a su nueva y recién revelada vida.

—Ella exagera —dice Jungkook.

—Ven Jimin, come algo.

Jimin voltea a ver a su novio quién le hace una de imán para que se siente a la mesa.

—¿Tú no comerás?

—Claro que sí, siéntate Jungkook —dice la mujer antes de que el propio Jungkook pueda contestarle a su novio.

La mujer le sirve a cada uno un gran plato de comida casera, recién hecha.

—¡Oh! Huele muy bien —comenta Jimin.

—Y sabe mejor —concluye Jungkook.

Luego de la cena, cuando ambos están solos, Jungkook ofrece a su novio ayudarlo a ordenar las pocas cosas que trajo desde la casa de sus padres.

—¿La señora que no sirvió la comida es... trabaja para ti?

—Sí, ella trabaja desde hace muchos años con mi familia, me conoce desde quién así.

NO ME DEJES CAER EN LA TENTACIÓN - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora