-Capitulo 1- Niall Horan.

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Me mantenía los ojos hacía el suelo. No era una vista bella la del espacio del corredor tan atestado de tantos zapatos y piernas. Me di prisa para llegar a mi casillero. Parecía tardarme una eternidad llegar hasta allí. Abrí el candado de mi casillero y agarré mis cosas para inglés, mi última clase. Alguien pasó con prisa causando que diera yo contra el casillero.

Suspiré, agarré mi iPod y di un portazo con la puerta de metal. Ese acto cortito de dar un portazo y oír el sonido estridente me hizo sentirme un poco mejor. Era un éxtasis pequeño, algo así como estar de pie encima de un edificio de tres pisos y tirar algo por el borde. Verlo caerse y romperse en mil pedazos podría dar a cualquiera una descarga de adrenalina. Dar un portazo con la puerta del armario fue como eso para mí.

Me di prisa para llegar a la clase y me senté en mi asiento asignado en la parte de atrás. Me puse los audífonos y encontré la canción que me haría olvidarme de todo. Era una de las pocas cosas en este mundo tan caótico que podría hacer que todo desapareciera y que me sintiera normal y entera otra vez. El ritmo de la canción latía en mis oídos y me relajaba. Era irónico que la canción de rock “Monster” del conjunto Skillet me pudiera relajar tanto.

Esperé para saber del trabajo del día. Quería que fuera algo fácil sin necesidad de pensamiento ni interacción. Quizás, por una vez, hoy sería un buen día.

“Hoy, todos tendrán una pareja y estarán trabajando en …” seguía la voz de la profesora.

Al final, no sería un buen día.

Aumenté el volumen para sentir más el efecto de la música, pero sin que fuera tan alto que la profesora diría algo. Tomé el papel que la chica delante de mí me tendía y empecé a leer las direcciones. Solían no gustarme los que querían que una sola persona hiciera todo el trabajo. Después del año pasado, había aprendido a quererlos. Ay no, teníamos que terminar este proyecto fuera de la clase.

Los asientos y los pupitres empezaron a dar chirridos por el piso mientras las parejas asignadas se juntaban. Tal vez si no diera señal de saber que debíamos trabajar en pareja, podría salir con la mía y trabajar sola. Me agaché para buscar un lápiz en mi mochila y al erguirme me encontré cara a cara con Niall Horan. Me dio una sonrisa leve y trajo un pupitre frente al mío.

Dulzura. ~Niall y Tu~ TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora