-Capitulo 29-

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Cansada de mis pensamientos, me levanté para encender la radio que se encontraba debajo de los gabinetes superiores. Encontré una de mis estaciones favoritas, Bob 93.3, y aumenté el volumen. Volviendo a mi asiento, me sentía mejor con algo de ruido.

Terminé mi tarea dos horas más tarde. Mi padre entró por la puerta mientras estaba devolviendo mis cosas a mi mochila. 

“Hola, cariño. ¿Cómo te fue el día de hoy?”

“Bastante bien. ¿Y a ti?”

“Me cansó mucho. Tendré que trabajar este fin de semana. ¿Estarás bien aquí?”

“Por supuesto.” 

Papá empezó a sacar varias cosas del refrigerador y de la despensa para la cena. 

“Oh. Niall quería que fuéramos a su partido esta noche. Podemos comer algo más tarde por allí.”

Empezó a devolver todo a dónde estaba, “Bueno, pues, ¿a qué hora empieza el partido?”

“En treinta minutos más o menos. Debemos irnos ya para encontrar asientos.”

“Bien, manejaré yo. Sólo deja que me cambie de este traje.” 

Él salió, dejándome en la cocina. Fui a mi cuarto con mi mochila en la mano y lo dejé al lado de mi cómoda. Me eché una mirada en el espejo…oye, ¿de dónde venía eso? No me había importado mi apariencia desde hacía mucho tiempo. 

“Vámonos, ______.”

No había tiempo para pensar de ello. Con mi móvil en el bolsillo de mi chaqueta, salí por la puerta. Nos encontramos con aire muy frío al entrar a la pista.

“¡______! ¡Por aquí!” Miré hacía el banco y vi a Greg saludándome con la mano. Mi padre y yo fuimos a él. Me dio un abrazo.

“Hola, guapo.”

“Hola, ______. Hola, señor Mike. ¿Podemos salir para helado después del partido?”

Mi padre era el que contestó. “Si gane Niall, sí, podemos.” Greg esbozó una sonrisa enorme. 

“Ganará entonces. ¡Los guardé un asiento!” Señaló dos asientos al lado del banco y enfrente de la vitrina.

Los jugadores empezaron a salir y patinar por el hielo. 

“Bueno, tengo que irme.” Greg se despidió con la mano y fue al banco.

Nos sentamos y el partido empezó unos minutos después. Mis ojos siguieron a Niall por el hielo y, cuando estaba en el banco, intenté concentrarme en el equipo entero. Mi padre y yo aplaudíamos y gritábamos. Los Ravens ya se veían bien. Me divertía un montón.

Había cinco minutes más en el tercer tiempo y ganábamos 3 a 1 cuando sentí mi móvil vibrar en mi bolsillo.

¿Quién podría estar llamándome? Sacándolo, miré la pantalla y fue como si todo desapareciera. Mis manos empezaron a templar cuando vi la palabra mamá en la pantalla.

“¿______? ¿Qué te pasa?” Oí decir vagamente a mi padre. Le mostré el móvil y vi como su cara se volvió como el hielo con su enojo. Me quitó el teléfono y salió afuera.

Me caí en el asiento y me cubrí el rostro con mis manos. ¿Por qué seguía haciéndome eso?

“¡______!” Ignoré la voz pero me volví a llamar. Miré por dónde provenía la voz y vi a Niall a pie a la vitrina donde estaba el banco. Me levanté y caminé a él. 

“¿Estás bien? Eres muy pálida,” su voz estaba llena de preocupación.

“Mi madre,” era todo lo que podía decir. Sus ojos mostraban una guerra entre enojo y tristeza.

“¡Horan! ¡Vamos! ¡Ahora!” Se dio la vuelta para mirar a su entrenador y me dio una sonrisita de disculpa. Y entonces se fue.

Una mano tocó mi hombro y salté. “Ven. Vamos afuera para hablar por un minuto.” Le seguí afuera y aprecié el aire fresco que acariciaba mi piel. Nos apartamos un poco de la puerta y mi padre me dio un abrazo muy fuerte. 

“Lo siento tanto, cariño.”

Disfrutaba de la tranquilidad de su abrazo. “Me llamó anoche. Debía habértelo dicho. Es sólo que no sabía que pensar. Esperaba que me dejara en paz.”

“Debías haber venido a mí, cariño. Pero está bien. No debe volver a molestarte.”

“Todavía la echo de menos, papá,” dije con un hilo de voz.

“Oh, cariño, lo sé. A veces la echo de menos también. Ya no es la misma persona y tenemos que acordarnos de eso.” Suspiró. 

“Sólo quiero que recuerdes que te quiero mucho y que siempre estoy aquí para ti, pase lo que pase. Puedes venir a mí para hablar sobre cualquier cosa. Si quieres hablar para sacarte algo, lo puedes hacer conmigo. No diré ni una palabra, si lo quieras así. Sólo quiero que sepas que siempre estoy aquí para ti, cariño.”

Lo apreté para confortarlo. “Lo sé, papi. Te quiero también.” Me apretó en sus brazos como si me soltara, desvanecería yo en el viento. En ese momento sabía que mi padre sí me quería y que decía lo que decía de todo corazón. No sabía lo que había hecho yo para merecer su amor, pero lo tenía y yo intentaría llegar a ser una mujer de la que podría estar orgullosa. Tal vez haría lo mismo por Niall y Greg.

“¡______, ganamos! Ahora podemos salir para el helado, ¿verdad?” Me volví para ver a Greg corriendo a mí. Parecía que todos ya se habían ido o se iban.

“Por supuesto que sí. No será como lo que comimos el sábado, pero todavía será bueno,” yo le dije. Su entusiasmo era tal que me trajo una sonrisa a la cara.

“¿______? ¿Todo bien?” Niall vino y me abrazó con un brazo y me besó la frente.

“Sí. Papá y yo ya lo hablamos.”

“Bien.” Pareció relajarse ante mis ojos.

“Siento mucho no haber visto la última parte del partido.” 

“Está bien. Alguien me dijo que vamos a salir para helado.” 

Yo le sonreí a Greg. 

“Eso sí.”

Dulzura. ~Niall y Tu~ TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora