-Capitulo 23-

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Un ojo se abrió y me sonrió. “¿Te gustaría más que me los abriera?”

Negué con la cabeza y se volvió a cerrar el ojo. Empezó a preguntarme por todas mis cosas favoritas y luego cambió a cosas como mi nombre, su nombre, etc. “¿Cuándo es tu cumpleaños?”

“El once de octubre. ¿Cuándo es el tuyo?”

Se abrió los ojos y dijo, “¡Eh! Se supone que soy yo el que hace las preguntas.” Me reí y miré por otro lado. “Es el tres de febrero. Ya basta para hoy.”

Tenía que hacerle la pregunta que me rondaba por la cabeza. Miré fijamente la comida de la cafetería que estaba en mi plato. “No se lo contarás a nadie, ¿verdad?” le pregunté, refiriéndome a lo de mi pasado.

“Eso no, ni hablar.”

Aliviada, pude terminar de comer antes de que el timbre sonó para enviarnos a la clase siguiente. Mi próxima, y última, clase era la con Niall. Caminó a mi lado al aula. Me ponía incómoda. La gente lo notaba y no quería traer atención. Niall se agachó y me preguntó, “¿Estás bien? No aparentas estar bien.”

“Estoy bien,” dije bruscamente y me di prisa para entrar en el aula clase, dejándolo atrás. Mi iPod estaba en mi bolso y trataba de decidir si lo quería o no. Los nervios me estaban ganando, y lo agarré. Me puse los audífonos y encontré la música de John Mayer. Su música siempre me tranquilizaba. No quería escuchar “Monster” hoy. Pude terminar la clase sólo escuchando cantar a John Mayer y sin hablar.

El timbre sonó para despedirnos. Todos se pusieron de pie y empezaron a salir. Devolviendo mi iPod a mi bolso, me fui para la puerta.

“¡______!” Me di la vuelta y me enfrenté con el pecho de Niall. Miré hacia arriba y me sonrió. “Sólo quería dejarte saber que la práctica terminará tarde esta noche.”

“Vale,” dije, tratando de no mirarle los labios. ¿Por qué tenía que ponerse tan cerca? Mis ojos bajaron por su nariz a sus labios contra mi propia voluntad. Lo vio él y sus los labios esbozaron una sonrisa. Rápidamente miré por otro lado, “Debo irme ya.” Me di la vuelta y me fui, ignorando la risa que me seguía.

Paré por mi casillero y después seguí por el pasillo para salir. Llegué a mi coche sin incidente. Hice el trayecto corto a la escuela de Greg. Él estaba entusiasmado de verme. Me contó todo sobre su día de camino a mi casa. Tuvo un quiz de sorpresa e hizo muchas actividades.

A mi casa, fuimos a la cocina y empezamos nuestra tarea. Greg terminó con la suya dentro poco y le dije que o podía jugar con su coche o podía ver la tele. Debía de estar cansado por su día porque escogió ver la tele. Mi tarea, sin embargo, me tardó mucho más. Tenía informes para escribir y problemas de matemáticas para trabajar y tenía que estudiar para varios exámenes.

Tomé descansos de vez en cuando para ver la tele con Greg o prepararle una merienda o algo para beber. Estaba trabajando en mi último informe cuando oí a mi padre entrar. Fue a la sala, saludándome con la mano mientras pasaba, y empezó a hablarle a Greg. Seguí trabajando, deseando todo el rato que ya había terminado. Aún después de terminar el informe, ¡todavía estaría trabajando porque tenía que estudiar!

Estaba en la escuela todo el día – siete horas – y tenía que venir a casa y trabajar dos a cinco horas más todos los días, además de trabajar algo los fines de semana.

Todavía estaba trabajando en el informe cuando oí entrar a Niall. Chateó con mi padre y Greg por un rato. Estaba sentado en el brazo del sillón, pero me miraba de reojo de vez en cuando.

Era difícil ser productiva cuando podía sentir su mirada sobre mí. Cada vez que yo le miraba, me sonreía y me sonrojaba. Había decidido no mirarle y concentrarme. No necesitaba que me distrajera.

Podía oír como mi padre y Greg se levantaron para salir afuera para jugar con el coche. Niall no quiso irse, dando como excusa que necesitaba algo para beber. No le miré cuando entró. Estaba concentrándome.

Podía verle en mi visión lateral desaparecer detrás de mí para ir al refrigerador. Lo oí abrirlo y entonces cerrarlo. Sentí como sus dedos me tocaron ligeramente la parte de atrás del cuello y me quedé inmóvil. Echó mi pelo a un lado y me besó el cuello.

Podía sentir su aliento sobre mi cuello y el calor de su cuerpo detrás de mí cuando dijo, “Hola.” Seguí escribiendo y murmuré un saludo. Se rió y se sentó al otro lado de la mesa. Dejé salir mi respiración cuando su calor me dejó. “¿Hizo Greg su tarea?”

Asentí con la cabeza. Estaba por terminar mi última frase, pero no quería hacerlo. Si terminara, tendría que encararme a Niall. ¡Diablos! Garabateé las últimas palabras y empecé a devolver mis cosas a mi mochila. Podía estudiar más tarde.

“No vas a correr otra vez a medianoche, ¿verdad?”

Le miré mientras cerraba la cremallera de mi mochila. Esbozando una sonrisita de satisfacción dije, “Tal vez.” Él se rió. Me levanté, recogiendo mi mochila y me fui para mi cuarto. Puse la mochila en el suelo al lado de la cómoda y me di la vuelta sólo para chocarme con Niall. “¿Qué estás haciendo?” exclamé.

Sonrío y me puso la mano detrás del cuello para atraerme y se agachó para besarme. El beso era tan bueno como ayer, pero la demanda ya no estaba. Era lento e intenso. Estaba tan perdido en el beso y en Niall que podía haberlo besado por mucho rato.

Pero entonces mis sentidos me volvieron y me alejé. “Tú no puedes hacer eso. ¿Y si mi padre hubiera entrado? ¿O Greg?” Salí de su abrazo y salí del cuarto. Esos besos hicieron que una voz silbante en mi cabeza me recordara que mi madre pensaba que era una puta.

Podía sentir su aliento sobre mi cuello y el calor de su cuerpo detrás de mí cuando dijo, “Hola.” Seguí escribiendo y murmuré un saludo. Se rió y se sentó al otro lado de la mesa. Dejé salir mi respiración cuando su calor me dejó. “¿Hizo Greg su tarea?”

Asentí con la cabeza. Estaba por terminar mi última frase, pero no quería hacerlo. Si terminara, tendría que encararme a Niall. ¡Diablos! Garabateé las últimas palabras y empecé a devolver mis cosas a mi mochila. Podía estudiar más tarde.

“No vas a correr otra vez a medianoche, ¿verdad?”

Le miré mientras cerraba la cremallera de mi mochila. Esbozando una sonrisita de satisfacción dije, “Tal vez.” Él se rió. Me levanté, recogiendo mi mochila y me fui para mi cuarto. Puse la mochila en el suelo al lado de la cómoda y me di la vuelta sólo para chocarme con Niall. “¿Qué estás haciendo?” exclamé.

Sonrío y me puso la mano detrás del cuello para atraerme y se agachó para besarme. El beso era tan bueno como ayer, pero la demanda ya no estaba. Era lento e intenso. Estaba tan perdido en el beso y en Niall que podía haberlo besado por mucho rato.

Pero entonces mis sentidos me volvieron y me alejé. “Tú no puedes hacer eso. ¿Y si mi padre hubiera entrado? ¿O Greg?” Salí de su abrazo y salí del cuarto. Esos besos hicieron que una voz silbante en mi cabeza me recordara que mi madre pensaba que era una puta.

Dulzura. ~Niall y Tu~ TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora