Dulzura. ~Niall y Tu~ TERMINADA.

-Capitulo 14-

“Sólo recojo a Greg,” dije una vez que vi que ______ y Greg no iban a decir nada. No sabía si era lo normal con ______ o no. Sabía que Greg estaba enojado y no iba a hablarme.

Viendo que los juguetes estaban recogidos, me levanté. “Vámonos, Greg. Hasta luego, Mike. Gracias otra vez, ______.” Ella asintió con la cabeza y Mike se despidió con la mano. Greg me siguió de muy malas ganas y nos fuimos para la casa. Varias veces intenté hablar con Greg, pero cada vez me ignoró.

Una vez en casa, encontré a mi padre dormido. Gracias a dios. Greg subió las escaleras corriendo para su cuarto y cerró la puerta. Suspiré y decidí prepararme algo para comer. Un sándwich de jamón y queso y unas patatas fritas tendrían que bastarme. No me sentía con fuerzas para preparar algo más sustancioso.

Comí rápidamente mientras contemplaba el silencio de la casa. Arriba, eché un vistazo en el cuarto de Greg. Me ignoró, por supuesto. Fui a mi cuarto, me eché sobre la cama y intenté ver la tele. No podía concentrarme y estaba rendido. Pronto, estaba durmiendo.

“¡Niall!”

Mi di la vuelta, pero Greg seguía gritándome. “¿Qué?” le pregunté. “¿Podemos irnos a casa de ______ hoy?”

Gruñí. “Greg, estabas con ella todo el día de ayer,” le señalé. No sirvió para nada. Ya se había decidido lo que quería hacer.

“¡Por favor! ¡Quiero jugar con mi coche! ¡Por favor, por favor, por favor!”

Me di la vuelta para mirarle la cara. Ya parecía tan entusiasmado como si yo ya le hubiera dicho que sí. “Greg, lo más probable es que no quiere pasarse el domingo con un niño.”

Su rostro se ensombreció. “Más le gusta pasar tiempo conmigo que pasar tiempo contigo,” me gritó saliendo corriendo del cuarto. ¿Qué les pasaba a ______ y a Greg? Tal vez no me gustaba que a ______ le gustara más estar con Greg que conmigo. Empujé esa idea de mi mente.

Mi móvil vibró en la mesita y lo agarré. “Hola,” contesté sin verificar quién me llamaba, y inmediatamente me arrepentí.

“Hola, Niall. Soy yo, Claire.” “Hola, Claire.”

“Anna, Josh y yo vamos al cine hoy. Me preguntaba si te gustaría venir con nosotros.”

Inmediatamente pensé de Greg. No podía dejarlo aquí con mi padre. No quería dejarlo con ______ tampoco. Me di cuenta de que no quería ir con Claire tampoco. Probablemente Josh me daría grandes problemas si no fuera con ellos.

“¿Qué van a ver ustedes?” Ella nombró alguna que otra película de horror. “No sé, Claire. Tengo que cuidar a Greg.” “¿No podía irse a casa de un amigo?”

La cara de ______ apareció en mi mente otra vez. Me sacudí la cabeza. Tendría que rendirme a alguien. O sería a Greg o a Claire, o a los dos. Yo podría pasarme el día con Greg y ______…o con Claire.

“Lo siento, Claire. Acabo de recordar que le prometí a Greg pasar el día con él. Ya sabes, sólo hermanos.” Ella suspiró y se despidió rápidamente. Respiré muy hondó y llamé a ______, echándome sobre espaldas en la cama.

Su voz callada contestó al teléfono en el segundo repique. “Hola, Niall.” “Hola, ______, ¿qué haces hoy?”

“Muy poco.”

“Odio pedirte eso, pero Greg me ha estado dando la espalda fría desde que lo recogí ayer. ¿Quieres pasar algo de tiempo con nosotros hoy?” Ella estaba en silencio allí al otro lado. Miré el móvil para ver si todavía estábamos conectados. Sí, lo estábamos.

Por fin su voz dulce me respondió. “Sí. Está bien, pero, Niall…sé que no soy la persona más divertida con quién podrías pasar tiempo. Puedes dejar a Greg conmigo e irte a hacer algo que quieres hacer. No quiero que estés aquí solamente por Greg.”

“Así que básicamente, si no quiero pasar tiempo contigo, ¿no debería?”

Otra vez, estaba callada por un minuto antes de contestarme. “Sí.”

Sin saber cómo reaccionaría ella, decidí decir, “Mira, ______, si no quisiera estar allí, confía en mí, no estaría allí. ¿Qué te hace pensar que no quiero pasar tiempo contigo? Greg obviamente te quiere mucho. Así que, dime, ¿por qué piensas que no quiero pasar tiempo contigo?”

Esta vez estaba callada por unos tres minutos enteros antes de responderme. Ella respiró muy hondo y, en una voz temblorosa que era poco más que un susurro, ella dijo, “Nadie más quiere hacerlo.”

Si estuviera a su lado en ese momento, probablemente habría oído como su corazón se rompía. Habría hecho un sonido como un bate de madera conectándose con una pelota de béisbol. No, eso era una rotura demasiado limpia. Habría hecho un sonido como la lluvia de una tormenta poderosa pegando un techo de metal, millones de gotas machacando una superficie hasta que se rompió en millones de pedacitos. Pedacitos que ______ no podía recolocar por sí misma.

En ese momento, oyendo las lágrimas que tenían que estar cayéndose de sus bellísimos ojos marrones, no quería nada más que tomar cada uno de los pedazos y recolocarlos hasta que estuviera entera otra vez. Tenía que hacerlo. Tenía que hacerlo para ella y para mí. Tal vez si ______ pudiera ser sanada y sentirse entera, entonces tal vez, tal vez, también yo podría sentirme así.