Dulzura. ~Niall y Tu~ TERMINADA.

-Capitulo 30-

“Niall, ¿puedo irme con el señor Mike?” Greg miró a Niall con ojos suplicantes.

“Si tú te vas con el señor Mike, ______ tendrá que irse conmigo,” dijo acercándome más. Todavía no había mirado a mi padre. Estaba demasiado nerviosa por ver su reacción.

“Pues, vámonos,” dije. Nos apartamos y fuimos para el Mustang de Niall. 

“Hueles maravilloso,” me reí.

Niall también se rió y dijo, “Por supuesto que sí. Me di una ducha rapidita después del partido cuando supe que íbamos a salir para helado.” 

Me abrió la puerta antes de ir al otro lado para meterse en el coche.

Dairy Queen quedaba a diez minutos de la escuela y Niall no perdió nada de tiempo. “¿Qué te dijo Mike sobre tu madre?”

“Sólo dijo que ya no me llamará. Y ojalá que tenga razón.” 

Niall me agarró la mano, entrelazándonos los dedos. Le dediqué una mirada alegre, “Entonces, ¿cuándo vamos a salir en esa cita?”

Él esbozó una sonrisa grandísima. 

“Estaba pensando del viernes.”

Asentí con la cabeza y dije, “Me parece bien. Todavía no se lo he dicho a mi padre.”

Niall me miró, “Estará bien. Yo se lo puedo contar si quieres.” Negué con la cabeza y miré por la ventana. “¿Adónde vamos a ir?”

“Es una sorpresa,” dijo con una sonrisa pícara. 

Yo di un gruñido, lo que le hizo sonreírse. 

“Me alegro de que estés entusiasmada. Yo, por uno, no veo la hora de tenerte sólo para mí durante la luz del día. Esto de vernos por la noche no me deja dormir para estar guapo y fresco.

Estallé en risas. “Como si necesitaras dormir para lucir guapo y fresco. Tú eres un guapetón natural,” le dije mientras aparcaba el coche.

Se me acercó y me miró con una sonrisa. 

“Así que tú crees que soy un guapetón, ¿no es así?” 

Sus labios perfectos estaban tan cercas.

Un suspiro me escapó y le hizo volver a reírse. 

“Ven. Papá y Greg están esperando,” dije saliendo del coche, así apartándome de sus labios tan apetecibles.

Papá y Greg estaban esperando al lado de la puerta. El espacio reducido del restaurante estaba muy atestada de gente por ser las ocho de la noche.

“Cariño, porque no encuentran tú y Greg un asiento y Niall y yo pediremos. Lo de siempre, ¿sí?” 

Asentí con la cabeza y tomé la mano de Greg. Encontramos una mesa de bancos cerca de una ventana.