Sombras Oscuras

12

Me despierto unas horas después al escuchar las voces de Sam y Dean en la parte delantera del Impala, abro los ojos con suavidad mientras trato de no hacer demasiado ruido para no interrumpirles y poder escuchar con atención.

- Pues pasa que soy como ellos -oigo decir a Sam, el cual está mirando a su hermano con gesto preocupado

- No lo eres -dice Dean negando con la cabeza suavemente.

- Dean, el demonio dijo que tenía planes para mi y otros como yo -me tenso al escucharle porque sé lo que está pensando y no me gusta pero aun así me mantengo en segundo plano escuchando.

- ¿Y?

- Que tal vez ese sea su plan, convertirnos en psicópatas asesinos, puede que todos acabemos siendo...

- ¿Asesinos? -pregunta Dean interrumpiendo a su hermano.

- Si.

- Así que el demonio quiere que mates con la mente ¿es eso? -pregunta en tono irónico pero sé que está igual de preocupado que Sam aunque trata de esconderlo- ¡Vamos por favor! ¡Tú nunca matarías Sam! No lo llevas en la sangre -termina por decir y veo como Sam le mira irónico.

- ¿No? -pregunta mirando a su hermano, no puedo soportarlo más y me echo hacia delante para mirarle.

- No Sam, sea lo que sea lo que el demonio te hizo tú no eres un asesino, tú no eres así, tú nunca harías daño a nadie -digo llamando la atención de ambos hermanos y veo como Sam me mira irónico.

- Ya he matado a cientos de seres -dice mirándonos tanto a Dean como a mí.

- Solo a los que se lo merecen -contesta Dean con suavidad y yo asiento.

- Dean tiene razón, eso es diferente Sam, sabes que es así, tú nunca harías daño a personas inocentes -termino por decir y veo como Sam nos mira, después mira por encima del hombro de su hermano hacia fuera.

Tanto Dean como yo lo imitamos y justo entonces de una de las casas frente a nosotros vemos a salir a un chico de estatura media y cabello castaño, vestido con una bata oscura sobre una camiseta marrón y unos pantalones caquis anchos, parece estar sonriendo como si acabará de tener el mejor sexo de su vida y al parecer lo es porque mientras camina de vuelta a su extravagante furgoneta una chica rubia bastante mona vestida con una bata negra y ropa interior aparece por la ventana superior del piso del que acaba de salir él y le saluda coqueta, él se gira para mirarla y la lanza un beso, después vuelve su camino hacia la furgoneta y vemos como se encuentra con un hombre con el que habla de forma amigable, el cual tras pedírselo le entrega su café. 

- Está bien eso es raro -digo con suavidad y veo como Sam me mira con el ceño fruncido pero ambos volvemos la vista al hombre que camina hacia su vehículo bebiéndose su café.

Justo entonces vemos como se acerca para saludar de forma amistosa a un hombre afroamericano de cabello blanco y alto que va vestido con un traje marrón oscuro, el hombre le estrecha la mano con una sonrisa y veo como hablan amigablemente, Sam parece tensarse en su asiento al ver a ese hombre y yo me giro para mirarle extrañada.

- El tío mayor, ese es el que dispara -dice tenso observando a los hombres, su gesto se endurece y veo como Dean se gira para mirarnos.

- Seguidle, yo vigilo a Andy -dice mirándonos a Sam y a mí, los cuales salimos del coche para seguir al hombre mayor que Sam vio en su visión.

En cuanto lo alcanzamos ralentizamos nuestro paso para disimular y vemos como Dean sale detrás de la furgoneta de Andy manteniendo la distancia, yo me vuelvo para mirar al hombre, el cual no parece un asesino pero después de ver a ese tal Andy conseguir que un tío le de su café sin más casi parece posible que pueda conseguir que un hombre amable asesine a personas porque sí. Después de varios minutos caminando tras el hombre lo vemos pararse para coger una llamada, tanto Sam como yo tratamos de disimular para que no nos pille pero nos mantenemos alerta, veo como mi amigo observa nuestro alrededor hasta que da con lo que busca, la tienda de armas, después me mira.