(Este capítulo contiene escenas +18)
Me remuevo un poco al sentir una suave caricia en mi cuello y el cosquilleo de un aliento sobre mi piel hace que todos los vellos de mi cuerpo se pongan de punta, Dean sigue con su deliciosa caricia sobre mi cuello con la nariz mientras sus manos se mueven por mi piel bajo las mantas y me despierto poco a poco. Abro los ojos despacio y la luz que inunda la habitación me da la bienvenida, Dean sigue acariciando mi piel, deslizando su mano por mi vientre y mi cadera, donde me agarra y me atrae hacia él para pegarme a su cuerpo. Me desperezo disfrutando de sus caricias y sonrío mientras me giro entre sus brazos hasta quedar tumbada a su lado con su mano sobre mi vientre.
- Buenos días, pequeña -dice con esa sonrisa preciosa y desliza su nariz sobre la mía con suavidad.
- Buenos días -digo mirándole con una sonrisa apoyando mi mano sobre su brazo y deslizando mis dedos hacia arriba- ¿Te has despertado juguetón? -pregunto de forma sugerente y su sonrisa se amplia mientras sus dedos siguen recorriendo mi piel hacia abajo.
- Despertarse contigo a mi lado es una maravilla, nena -dice sonriendo...con esa maravillosa y perfecta sonrisa de un millón de dólares que me deja sin aliento.
Inspiro con fuerza cuando siento sus dedos en ese punto sensible entre mis piernas y veo como su sonrisa se ensancha, mis dedos se cierran con fuerza en su brazo y mis caderas comienzan a balancearse al ritmo de la danza que han iniciado sus dedos. Se inclina sobre mi para besarme, devorando mis gemidos mientras sigue con esa deliciosa y celestial tortura. Sus labios abandonan los míos unos segundos después para descender por mi cuello, mordisqueando, besando y chupando con delicadeza cada porción de mi piel. Gimo con fuerza cuando su boca se cierra sobre mi pezón y cierro los ojos echando la cabeza hacia atrás al sentir su aliento sobre mi piel sensible al sonreír. Sus dedos siguen entre mis piernas moviéndose con delicada destreza volviéndome absolutamente loca mientras sus dientes y sus labios torturan primero un pezón y después otro.
- Mmmm... nena, eres exquisita, te deseo tanto -susurra sobre mi piel y yo me remuevo con los ojos cerrados y la cabeza echada hacia atrás apretando los puños en la sábana al sentir el cosquilleo de su aliento al rozar mi piel ardiente.
- Dean... -imploro casi sin poder respirar.
- Lo sé... -susurra de nuevo pero sigue torturándome con sus dedos expertos haciéndome perder la razón.
Entonces siento como estos abandonan mi centro dejándome completamente vacía, se coloca sobre mí, apoya el peso en los codos y frota la nariz con la mía mientras usa las piernas para separar las mías, y antes de que pueda coger aire se introduce en mi interior despacio devorando mis labios para acallar mis gemidos, haciéndome el amor despacio, sin prisa.
Tiene la cabeza apoyada en mi vientre y me rodea con los brazos. Mis dedos juguetean con su cabello revuelto, y seguimos así, tumbados, durante no sé cuanto tiempo. Me gusta estar así con él como si fuéramos una pareja normal y corriente, sin preocuparse de la oscuridad que los rodea.
- Me encantaría que nos quedáramos así para siempre, nena -susurra y me besa en el vientre con suavidad, yo ladeo el rostro para mirarle sin dejar de juguetear con su cabello.
- Pues hagámoslo, no sabemos nada del demonio y no tenemos ningún caso, seamos una pareja normal, olvidémonos de todo por un día, solo un día -digo con suavidad y veo como levanta la cabeza para mirarme con una sonrisa.
Se incorpora hasta quedar suspendido sobre mi con las manos apoyadas sobre el colchón a cada lado de mi rostro, después baja hasta que su rostro queda tan pegado al mío que nuestras respiraciones se entremezclan y acaricia mi nariz con la suya.
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Sombras Oscuras
FanfictionMe llamo Miriam Elizabeth O'Conner Gómez y soy una cazadora pero no una cazadora normal, no yo me dedico a cazar criaturas tan horrendas y terribles, de las que solo lees en leyendas y cuentos. Mis padres murieron a manos de un vampiro cuando era pe...