Capítulo 13.

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Dormir en los dormitorios de Slytherin nunca había representado un problema, Morgan no se preocupaba por la dureza de su cama, las mantas asperas o las almohadas demasiado suaves; no era tan exigente como el resto de sus compañeros y agradecía tener un espacio para dormir adecuadamente en la escuela. Sin embargo, la primera noche después de un eterno receso de verano, ya no pensaba como antes. Morgan sentía la culpa asfixiarle con una cuerda cuando sus compañeros de cuarto decidieron tener una platica reconfortante sobre la perdida del señor Goyle con su hijo.

Se encontró anhelando volver a esconderse en Grimmauld Place, incluso si aquello significaba dormir en el suelo sobre una alfombra polvorienta, quería estar lejos de Hogwarts. Intentaba ponerse excusas que mediaran la presión en su pecho, pero no era tan fácil; Morgan perdió a sus tíos y le quitó la vida al padre de Goyle. Tuvo que soportar toda la conversación, dedicando sonrisas forzadas y evitando el rostro de su amigo antes de que por fin optaran por irse a dormir.

A la mañana siguiente no hubo diferencia, salía de la sala común antes que todos los demás y se quedó en un extremo de la mesa de Slytherin, sabía que la primera persona que llegue se sentaría a su lado y, poco a poco, se crearía una barrera con Crabbe y Goyle. No estuvo equivocado en deducir que las primeras en levantarse serían sus amigas, Pansy y Daphne, acompañadas de las demás niñas de su habitación, Millicent Bullstrode y Tracey Davis. No convivía tanto con las últimas dos, pero mantenía un cordial compañerismo con ambas. Pansy se sentó frente a él y Daphne tomó su único lugar libre a su izquierda.

—¿Cómo dormiste? — Preguntó Pansy, con voz adormilada. Morgan esbozó una sonrisa y se encogió de hombros, el gesto predilecto para informar que estuvo bien. — Genial, yo dormí de maravilla, pero esta mañana no fue la mejor de todas, perdí una de mis mascarillas para el rostro.

—Llevas siete de repuesto — replicó Tracey, entornando los ojos con fastidio. Pansy puso los ojos en blanco.

—Y antes tenía ocho — dijo ella con obviedad.

Morgan se mordió el labio inferior para no reírse mientras Pansy comenzaba una discusión tan temprano por la mañana, siguió el ejemplo de Daphne en servirse unas tostadas con mermelada y algo de jamón.

—Estuve trabajando en algunas propuestas para la PEDDO — murmuró Daphne a su lado —. Era demasiado arriesgado que mis padres encuentren las notas en mi escritorio, así que los escondí en el cuarto de Astoria. Una actividad interesante para el verano.

Morgan frunció el ceño y sacó su libreta de bolsillo.

"No debiste hacerlo, era peligroso."

—Tuve cuidado — se excusó sin inmutarse.

Morgan negó con la cabeza y se dedicó a mordisquear sus tostadas. El resto de sus compañeros no tardaron en llegar, siendo Crabbe y Goyle los últimos, se sentaron a la izquierda de Draco mientras el profesor Snape recorría la mesa para entregar los horarios.

—Tendremos pesado el día con runas antiguas — musitó Theo, guardando su horario en el libro que trajo para el desayuno.

—Eso les pasa por ser unos desalmados cerebritos — Comentó Blaise con una sonrisa de suficiencia —. Obtienen lo que cosechan, pobres almas en pena...

"Ojala te escuchen los fantasmas y te regañen por tus tonterías, ellos no toman a consideración las burlas sobre las almas en pena." Dijo Morgan en señas. Blaise le mostró una gran sonrisa con los dientes visibles.

—¿Y cuándo me has visto con la boca suelta? Yo no soy estúpido.

"Un día de estos meteras la pata por tu confianza." Amonestó Morgan con diversión. Blaise rodó los ojos y se metió el resto de su tocino a la boca.

Voz Silenciosa || Harry James PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora