Capítulo 5

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El gran comedor estaba repleto de voces de los estudiantes; todos iban a sus respectivas mesas y hablaban entre ellos. Morgan miraba de reojo el libro que Theo estaba leyendo y empujaba a Blaise que peleaba con Crabbe en un juego amistoso.

El cielo falso que adornaba el lugar estaba cubierto de nubes grises y una suave llovizna que nunca llegaba a sus cabezas, muchos estudiantes seguían empapados y sacaban sus varitas para secarse luego de correr debajo de la lluvia antes de entrar al castillo. Morgan secó a sus amigos con un hechizo sin varita antes de que entraran al gran comedor.

—¡Los de primero deben estar empapados! —dijo Blaise con una sonrisa cuando en el techo se dibujó la forma de un rayo, las nubes grises brillaron magníficamente y Morgan miró fijamente en espera de otro. —. ¿Qué clase de locura debe ser traerlos en botes con lluvia?

—¿Creen que alguno se pueda caer de uno de los botes? — preguntó Pansy, sentada frente a ellos, acicalando con los dedos un mechón de su corto cabello con delicadeza.

—Esperemos que no... — contestó Theo — Definitivamente no será una entrada memorable para ellos.

Morgan agitó las manos para llamar la atención de Theo: "Te aseguro que el castillo se seguirá viendo magnífico. La lluvia debe darle un aspecto tenebroso."

—¿Eso es magnífico para ti? — cuestionó Draco con sarcasmo — No me sorprendería que te gustaran las criaturas oscuras.

—Veamos... apuesto a que entre todos, los que le fascinan a Morgan son los inferi — comentó Blaise mostrando una sonrisa. Morgan sonrió de lado.

"Son fascinantes." Respondió antes de apoyar la barbilla contra la palma de su mano, Draco puso los ojos en blanco y se cubrió la boca para fingir que no reía.

Repentinamente, las risas y conversaciones en la mesa de Slytherin se detuvieron. Morgan se giró de inmediato cuando lo llamaron e inclinó la cabeza hacía atrás para ver mejor al profesor Snape; su rostro, como de costumbre, estaba contorsionado en una permanente mueca de desagrado y, para otros, de desprecio.

—Señor Taylor, me llegó una inesperada carta de su tutora — habló en voz baja, con el bullicio del gran comedor, los que estaban más lejos no lograrían escucharlo. —. Espero que este año se limite a causarme más molestias y aprenda, de una vez por todas, a cuidarse adecuadamente.

"Profesor, yo-"

—No intente darme excusas —interrumpió Snape irritado. —. Mañana, a primera hora, en la enfermería. Sabremos si aumentaremos su dosis.

Sin mucho más que añadir, Morgan solo asintió con la cabeza bastante frustrado. No quería que la dosis aumentara, la poción de por sí ya sabía desagradable y agradecería no tener que tomarla una vez cada semana. Blaise esperó a que el profesor se fuera para ser el primero en inclinarse a preguntar, su ceño fruncido en preocupación solo irritó más a Morgan.

—¿Enfermaste de nuevo?

"Quizás volví a perder peso..." Respondió de mala gana.

—Maldita sea — gimió Blaise — ¡Eres un idiota! — Morgan frunció el ceño por su arrebato. —. No quiero tener que arrastrarte a la enfermería como el año pasado, Taylor.

"Gracias, lo tomaré en cuenta." Señaló con enojo.

—Solo estoy preocupado — se defendió Blaise cruzándose de brazos.

—Todos — añadió Pansy con seriedad —. ¿Qué diablos pasa contigo para enfermarte demasiado? No vayas a decir que en realidad si tienes un problema alimenticio con la comida — dijo, angustiada.

Voz Silenciosa || Harry James PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora