Il Mio Sorriso Preferito - Kate Bishop

El "rescate".

______ Pov:
  
    
Corría como nunca antes lo había hecho entre los árboles. Para mi gusto un poco lento, ya que estoy tan débil que simplemente corro como un humano común y corriente. Y sí, no soy común y corriente, aunque, alguna vez lo fuí. Estoy completamente modificada y alterada gracias a H.Y.D.R.A.

¿Quién diría que a los que alguna vez llamé "Idiotas" sean los que estén salvando mi vida ahora mismo?

Al tener todos sus experimentos en mí, éso me ayuda a que pueda seguir en pie.

Mientras corría empecé a escuchar disparos, demasiados disparos. Veía como algunas balas se incrustaban en los troncos de los árboles. A mí no me importaba, necesitarían más de una para detenerme, así que seguí corriendo.

En un punto empecé a escuchar un ruido diferente, no eran disparos, ni bombas. Cuando levanté mi vista al cielo, había una nave, no era demasiado grande, pero tampoco demasiado pequeña. Ví como un tipo con un arco empezaba a disparar sus flechas detrás de mí.
Después ví como otro tipo con un escudo y un casco raro saltaba de la nave. Empezó a correr hacia los tipos que disparaban.

Yo solo seguí corriendo, hasta que sentí como algo me dió justo en la nuca. Acerqué mi mano hacia ésa zona, me habían disparado con un dardo tranquilizante. Lo arranqué y seguí corriendo. Algo más lento que antes, ya que el maldito dardo hizo un poco de efecto.

Unos segundos después siento como caigo bruscamente contra un árbol, quise levantarme pero ya estaba exhausta. Me levanté como pude mientras sostenía mi abdomen. Cuando estube a punto de dar el primer paso, una maldita flecha cayó frente a mí. Levanté la cabeza y ahí lo ví. Al tipo con el arco, me estaba apuntando.

Me quedé estática unos segundos, hasta que escuché el ruido de una rama romperse, me dí vuelta lo más rápido posible y lo primero que ví fue como una pelirroja en un intento fallido de noquearme me estaba mirando sorprendida. Tenía mi mano en su puño, la atraje hasta mí y puse mi brazo sobre su cuello. Levanté mi vista hacia el arquero.

—Baja el arco —le ordené mientras apretaba un poco más el cuello de la pelirroja. Él empezó a bajarlo lentamente.

—Tranquila, no tienes que hacer esto, solo hablemos —habló mientras dejaba el arco en el suelo y levantaba sus brazos en señal de rendición.

—Venir e intentar golpearme no fue una gran manera de demostrarlo —dije cerca del rostro de la mujer, a lo que ella quiso escaparse, pero la apreté más hacia mí—. ¿Qué es lo que quieren? —lo volví a mirar.

—Solo queremos ayudarte —contestó mientras bajaba la colina en dónde estaba—. Suelta a mi compañera y podremos hablar más tranquilos —miró a la pelirroja.

—No necesito hablar con ustedes, tampoco necesito de su ayuda —luego de decir eso sentí como empezaba a marearme y perder la poca fuerza que me quedaba.

La pelirroja se dio cuenta de que dejaba de ejercer fuerza, a lo que ella aprovechó para voltearse rápido y hacer un movimiento para que sus piernas quedaran en mis hombros y así tirarme al piso.

Quedé tendida en la tierra, estaba tan vulnerable que ni siquiera ví cuando acercó una aguja a mi cuello y me inyectó una sustancia que hizo que poco a poco cayera inconsciente.
  
       
     

En la torre.
 

 
     
—¿Cómo es posible que haya aguantado tanto tiempo despierta? —preguntó el arquero mientras miraba al multimillonario.

—Gracias a todas sus mejoras, querido Hawkeye —levantó su vista y miró al arquero.

—Solo dime Clint, Stark —giró los ojos—. ¿Qué vamos a hacer cuando despierte? —miró a la chica que estaba en la camilla.