Pisadas de amor (#1 y #2)

CAP 19 " Pisadas de amor" (Final) T.2

POV Samantha

- No puedo creer que ella hiciera algo así, de verdad- dice Camil indignada- tratar de hacerte daño y culparme a mi

- Quien iba a creerlo.

- Lo bueno es que tú estás bien.

- Si...- digo no muy convencida.

- Aun te sigues culpando por lo de Ernesto, ¿No es así?

- Sí, por más que lo pienso, el no debió hacerlo.

- ¿Y dejar que te hicieras daño?

- Sí, tu sabes cuánto sufrió estando en silla de ruedas, sin poder hacer las cosas que más amaba.

- Bueno, creo que el ya te explicó lo que él pensaba y sentía ahora.

- Es lo que dijo para no hacerme sentir mal. Pero creo que en el fondo, si siente algo de dolor al saber que no podrá utilizar su brazo como antes.

- Debes entenderlo, conociéndote, estoy segura de que hubieras hecho lo mismo para salvarlo, ¿O no?- yo lo pienso un momento.

- Si.

- Ves.

- Bueno, creo que es hora de que me vaya- digo tomando mis cosas..

- Sam, ¿Puedo hacerte una pregunta?

- Dime.

- ¿Tu realmente olvidaste él?- dice refiriéndose a Ernesto.

-¿A qué viene eso?

- Solo quiero saber, por lo que sé aun no es nada concreto lo tuyo con Dylan.

- Bueno...

-¿Hay alguna razón para eso?...eres tú quien aun no quiere hacer "oficial" lo suyo.

- Dylan es una persona increíble, pero por alguna razón, por más que intento imaginarme algo más con él...- omito lo que quiero decir realmente- No quiero hacerle daño. Ha sido increíblemente bueno conmigo, y el tiempo que pasamos juntos....es agradable.

- Si, ¿Y como te sientes cuando pasas tiempo con Ernesto?

-Camil, no sigas.

-Solo tengo curiosidad.

Mi celular vibra y veo un mensaje de Dylan.

-"¿Te parece si cenamos juntos hoy?"

-"Está bien"

-"Estoy abajo"

-Debo irme.

-Samantha, debes pensarlo bien.

-Sí- digo sin darle importancia.

Al bajar veo a Dylan parado en su auto, junto a la puerta del copiloto, cuando me ve acercarme la abre y me sonríe.

Estoy a punto de subirme, cuando a unos metros veo  Ernesto sentado en su auto. Sólo me mira para luego encender su auto y salir de ahí.

Algo hizo que mi pecho se apretara, lo cual me ocasionó algo de angustia.

-Sam, ¿estás bien?

-Sí.

-Bien, entonces sube.

-Gracias- me subo y el cierra la puerta tras de mí, luego rodea el auto y se sube.

-¿Quieres comer sushi?

-Mmmm, por mi está bien.

-Ok, entonces vamos.