𝟎𝟑

412 40 0
                                    

Meses habían pasado desde que el quinteto se había separado, ahora mismo faltaban alrededor de 2 meses para que se volviesen a reunir.
Ahora mismo Synn se encontraba en una biblioteca, sentada en el piso con las rodillas en el pecho, recargada en un librero, leyendo un libro sobre la mitología.

Hasta que sintió una presencia a un lado de ella, por inercia volteó a ver a la persona que intentaba agarrar un libro, al parecer le estorbaba a la persona, por lo que decidió levantarse y dejar que el desconocido agarrase su libro.

Estaba por irse pero el hombre la detuvo.

—Gracias señorita, puede volver a su lugar. -El hombre le sonrió, a lo que la chica se quedó unos pequeños momentos observándolo con su típica expresión neutra, para después volverse a sentar.
—No hay de qué. -Dijo esperando que el hombre se fuese, cosa que no sucedió y al contrario, se sentó a un poco de distancia de ella.

Aquel chico parecía ser mayor que ella, su cabello era negro, peinado hacia atrás, con un tatuaje de cruz en la frente y llevaba puesta una gabardina negra que dejaba su pecho al descubierto.

No le sonaba de nada, pero tampoco es que prestase atención a muchas personas cuando caminaba por la calle.

Siguió sumergida en su libro.

Por parte del chico, ver aquellas orejas le había sorprendido y le había llamado la atención, la cual aumentó cuando se dio cuenta de que la chica no le conocía y que no le tenía miedo.

La verdad es que la chica había capturado su mente, por lo que ahora no podía concentrarse en su libro al tenerla a un lado y solo pensaba en lo suave que debía ser su cabello, y las facciones de su cara.

Sus ojos verdes tampoco se iban de su mente.

Después de unos momentos el hombre habló.

—¿Podría saber tu nombre? -Pidió amablemente, viéndola.
—Mi nombre es Synn, ¿y el suyo? -Respondió sin voltear a verle, marcando con un separador donde se había quedado para después cerrar el libro.
—Chrollo Lucilfer, un gusto, Synn. -Le extendió la mano, la cual la chica agarró y al momento de hacerlo se sintió frente a la muerte misma.

No le había provocado ni un escalofrío, pero sabía que aquel hombre que se encontraba con una sonrisa saludándole y presentándose era un asesino, frío y calculador.

También sabía que él había sido quien había masacrado a los Kuruta.

Algunos días después había vuelto a la librería, seguiría leyendo aquel libro que tanto le había gustado sobre la mitología

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Algunos días después había vuelto a la librería, seguiría leyendo aquel libro que tanto le había gustado sobre la mitología.

Se sentó donde se había sentado la anterior vez.

Siempre frecuentaba esa biblioteca y aquello se notaba porque los empleados y el dueño ya le conocían y la saludaban en cuanto llegaba, incluso si se la encontraban en los pasillos ellos hablaban con ella.

Pérdida en el libro término por acabarlo rápidamente y a la hora de acomodarlo sintió una mirada persistente en ella, claro, sabía quién era, el de cabellos negros azabache.

—Chrollo, ¿se le ofrece algo? -Dijo aún de espaldas, terminando de acomodar aquel libro.
—¿Tan evidente fui? -El sabía que había sido precavido a la hora de observar a la chica. —Solo quería invitarle a beber un café, señorita Synn.
—Iré por la comida. -Dijo volteándose, dejando que el mayor mirase por completo su ropa, era un lindo suéter blanco, un short gris y unos tenis negros.

Para Chrollo era una chica muy bonita, para ser sinceros, no había podido parar de pensar en ella desde ayer.

Ambos salieron de la biblioteca y el más alto le guiaba hacia una de las cafeterías que había cerca de esta.
Entraron en una de las pequeñas y tranquilas, mientras la chica veía el menú el pensaba en lo interesante que le parecía.

Cuando fueron a atenderlos a su mesa la chica se limitó a pedir un capuchino con un pastel de vainilla.  A decir verdad podría y quería pedir más cosas pero por cortesía no lo hacía.

Las horas pasaban mientras el par platicaba tranquilamente, tenían todo tipo de temas de conversación, hasta que la chica crudamente preguntó algo.

—¿Por qué los Kuruta? -Le miraba fijamente a los ojos, los del chico se ensombrecieron.
—Así que en verdad lo sabes. -Su semblante cambio a uno serio.
—¿Era por sus ojos escarlata? -Preguntó nuevamente.
—Soy un ladrón, si quiero algo simplemente lo tomo, Synn. -Explicó tranquilamente. —Aquellos ojos me gustaban.
—¿Gustaban? ¿Tiempo pasado? -Dijo más para sí misma. —Los vendiste ¿no es así? -Su expresión seguía de lo más neutra.
—¿No me tienes miedo? -Preguntó viéndola directamente a los ojos, pues el contacto se había perdido.
—¿Debería de? -Preguntó devolviendo aquella mirada.

El mayor no supo que responder.

• ✾ •

Habían pasado algunas semanas de aquel encuentro, ahora mismo la fémina se dirigía a Yorkshin, pues ya se había comunicado con Killua y Gon, quienes ahora mismo se encontraban allá, al parecer estaban rastreando a la araña por una recompensa para comprar un videojuego.

Synn se había encontrado con Leorio, Gon y Killua en un restaurante, estaban observando a dos miembros de la araña, a los cuales seguirían.

La fémina iría con los dos niños y Leorio se quedaría haciéndose cargo de ganar dinero al parecer.

Todo iba bien, bastante a decir verdad, lo cual parecía extraño a la mayor.
Escuchaba lo que el par que seguían decía, sabían que los estaban siguiendo, pero cuando quiso avisarles fue muy tarde, ya había personas con Gon y Killua.

—Mierda. -Exclamo al aire mientras salía disparada a donde se encontraba Gon, quien era el menos entrenado.

Una vez llegó los que lo acompañaban le veían sorprendidos, pues sus orejas destacaban.
—Gon, ¿estás bien? -Preguntó tranquilamente.
Este solo asintió, bien.

Al final se los llevaron a los 3 en un automóvil, iban todos apretados y Gon sentado en las piernas de Synn.

















Al final se los llevaron a los 3 en un automóvil, iban todos apretados y Gon sentado en las piernas de Synn

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ese es el vestuario de Synn el día de la cafetería.

Explicación de lo qué pasa con Synn: Ella es descendiente de los elfos, pero en base a mi imaginación, le asigne una habilidad innata, cuando alguien la toca tiene visiones de quien es y de lo que hizo, también vienen acompañadas del nombre.

Sabe manejar el Nen, sin embargo, aún no encuentro una especialidad para ella.

Espero les guste esta historia, no sé ni que estoy haciendo, pero algo será

Gracias por leer
perdonen los errores ortográficos
se les quiere
tengan buen día/tarde/noche

𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐬𝐦𝐢𝐥𝐞𝐬  〈 𝐂𝐡𝐫𝐨𝐥𝐥𝐨 𝐋𝐮𝐜𝐢𝐥𝐟𝐞𝐫 〉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora