𝟎𝟕

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La de orbes verdes seguía viendo el techo, ahora con los audífonos puestos y el mayor viéndole.
Claramente la fémina estaba enterada de que estaba siendo observada, pues sentía la intensidad de la mirada del de cabellos azabache.

La menor quito lentamente sus audífonos de sus orejas.
—¿Cuál es la razón de la intensidad en tu mirada al momento de verme? -Preguntó tranquilamente.
—Deseo saber de ti. -Respondió simple.
—¿Qué? -La fémina había volteado a verle.
—Llamas mi atención, deseo saber algo sobre ti. -Explicó nuevamente.

La chica volvió a su posición inicial, restando importancia a las palabras del mayor, sin embargo volvió a hablar.
—¿Qué deseas saber sobre mi? -Preguntó para después volver a hablar. —Dependiendo de lo que respondas a mi pregunta decidiré si responderé o no. -Explicó.
—Mientras sea algo sobre ti estaré satisfecho. -Dijo firmemente.
—Tengo 19 años, casi 20. -Dijo tranquilamente, mientras veía de reojo como el más alto se sorprendía.
—Creí que tendrías al menos 22 años. -Cerró su libro.
—Bueno, siguiendo, mi cumpleaños es el 22 de noviembre. -Dijo otro punto. —Deje de sentir emociones a los 7 años. -Habló por última vez.

El pelinegro se quedó callado, viendo cómo la chica volvía a poner sus audífonos en su lugar.

¿Ya había dicho que la chica era excepcionalmente bonita? Creía que si, pero aquel pensamiento no salía de su cabeza.
Era una elfa muy linda, sin duda lo era.
Fácilmente para él, ella podía pasar como una ninfa.

La fémina se encontraba en la biblioteca, la cual concurría con mucha regularidad

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La fémina se encontraba en la biblioteca, la cual concurría con mucha regularidad.
Estaba sentada en la misma posición que las veces anteriores, hasta que su estómago rugió, por lo que colocó un separador y acomodó el libro cuidadosamente, para después salir del establecimiento.

Tenía ganas de unas buenas hamburguesas, y conocía el restaurante perfecto para ello, por lo que emprendió camino hacia allá, colocando sus audífonos en sus orejas y reproduciendo cualquier canción de su playlist.

Una vez se encontraba ahí se sentó, mientras traían su menú con las diferentes opciones que tenía para escoger por hamburguesas.
Le dio una ojeada rápida, cuando se dio cuenta de que alguien se había sentado frente a ella.

¿Era ese el hombre bajito que había golpeado cuando estaba defendiendo a Gon?

Oh si, si era.

La chica le dio el menú cuando ya había decidido que pediría para comer.
—¿Me estás invitando a comer? -Preguntó el chico con una ceja alzada.
—¿Para qué más te daría el menú sino fuese para eso? -Preguntó ella de vuelta.
El de cabellos negros ojeó rápidamente este y una vez decidió la fémina levantó la mano para que les tomasen la orden.
Ella había pedido una hamburguesa con tocino y aros de cebolla, mientras él había pedido una normal.

—No es que me arrepienta, pero creo correcto pedirte una disculpa por cómo te golpee. -Dijo la chica para después beber de su malteada de vainilla.
—Creí que era mentira lo que dijo Machi cuando le preguntamos por ti, pero al parecer es cierto, no sientes emociones. -Habló ahora un hombre rubio, alto, mientras se sentaba a un lado del bajito.
—¿Tu también quieres que te invite a comer? -Preguntó ignorando lo dicho anteriormente por él.

Esa fue una de las mejores tardes que la fémina pudo haber tenido, sobre todo porque su sarcasmo pudo salir a relucir frente a aquel par de tontos.

Le agradaban.

• ✾ •

Unos cuantos días habían pasado desde que había visto a Lucilfer por última vez, cuando fue a su apartamento.

La fémina se encontraba caminando por la ciudad, recorriendo partes que nunca había conocido, había parques, tiendas, de todo, al parecer aquella era la zona comercial, o eso le parecía a ella.

Al ver que había una banca desocupada debajo de un árbol de cerezo decidió sentarse en esta, pues aquel cerezo le parecía de lo más bonito, tal vez si supiese dibujar lo haría, pero no sabía hacerlo, entonces sólo le quedaba admirarlo.
Todo lo relacionado con la naturaleza era una fascinación para ella, y tal vez el ser descendiente de los elfos influía en ello.

Ella sentía que los pétalos de las flores de cerezo caían en ella, y su cabello estaba lleno de ellas, pero no le importaba, después de todo, podría limpiarse después, no era la gran cosa.

Estaba tan ensimismada viendo tal obra de la naturaleza que no sintió que había alguien a su lado, sino hasta que habían comenzado a quitarle los pétalos de cerezo del cabello.

Volteó solo para encontrarse con un Lucilfer sonriéndole.
No traía su habitual conjunto, ese día llevaba un traje negro, con una corbata del mismo color.
Su cabello estaba hacia abajo y su frente llevaba una venda, cubriendo la cruz que había en esta.

La chica hubiese pensado que era otra persona de no ser por su aura y por sus aretes, los cuales constantemente le acompañaban.

—Es bueno verte, Synn. -Seguía quitando aquellos pétalos de su cabello. —No creí verte por aquí, después de todo, queda un tanto lejos de donde te veo recurrentemente. -La sonrisa en su rostro no se había borrado.
—Solo tenía ganas de explorar la ciudad, no conocía esta zona. -Explicó brevemente, para después volver a hablar. —¿Sabes Chrollo? No es necesario que los quites, esta bien. -Pausó.
—Aprecio el gesto. -Le miró.

El mayor se limitó a asentir, mientras quitaba su mano del cabello de la chica, para después sacar plática nuevamente.

Ambos se encontraban charlando amenamente, pues al leer y haber vivido muchas cosas tenían varios temas de conversación, y el que se sintiesen cómodos el uno con el otro ayudaba.
Tanto como el aura de la fémina como la del pelinegro reflejaban comodidad, lo cual le parecía increíble al par que se encontraba por ahí.

Phinks y Feitan estaban observándoles sigilosamente a unos cuantos metros de ellos, sorprendidos por el aura que desprendían estando el uno con el otro, si bien la de la fémina era recurrentemente tranquila, la del Danchou no siempre lo era, lo cual resultaba sorpresivo para el par que se había hecho amigo de la chica.

Chrollo por su parte estaba pensando en una propuesta para la chica, y cuando por fin encontró las palabras adecuadas la hizo.
—Synn, ¿te gustaría recorrer la ciudad conmigo?























—Synn, ¿te gustaría recorrer la ciudad conmigo?

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Traemos otro picrew de Synn, claro que si.

Gracias por leer
Perdonen los errores ortográficos
Se les quiere
Tengan buen día/tarde/noche

𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐬𝐦𝐢𝐥𝐞𝐬  〈 𝐂𝐡𝐫𝐨𝐥𝐥𝐨 𝐋𝐮𝐜𝐢𝐥𝐟𝐞𝐫 〉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora