𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐬𝐦𝐢𝐥𝐞𝐬 〈 𝐂𝐡𝐫𝐨𝐥𝐥𝐨 𝐋𝐮𝐜𝐢𝐥𝐟𝐞𝐫 〉

𝟎𝟔

Synn seguía recordando lo que había sucedió hacia algunos días, ¿estaba insinuando que lo que quería era a ella? o ¿que había querido decir? No había podido sacarlo de su cabeza, incluso no podía leer, lo cual resultaba inquietante por su parte.

La fémina estaba intentando dejar sus pensamientos a parte, por lo que decidió salir a caminar con sus audífonos puestos.

Después de haber estado caminando por alrededor de 2 horas llegó a una especie de barranco alejado de la ciudad, estaba lleno de vegetación y era perfecto para leer cuando quisiese tranquilidad, pues los ruidos que se escuchaban solo eran de los animales ahí presentes, a los cuales parecía agradarles.

Se sentó en el suelo, recargada en el tronco de un árbol, su tranquilidad había vuelto por completo, había logrado sacar de sus pensamientos a aquel pelinegro más alto que ella, y también mayor que ella.

El atardecer se hacía presente mientras Synn lo observaba, era bastante bonito a decir verdad, lograba agradarle a la vista de cualquiera.

Se había relajado tanto que parecía que en cualquier momento se quedaría dormida, dicho y hecho, se quedó completamente dormida, pues estaba bastante cansada.

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Unas horas después se había levantado de una superficie suave, ¿que diablos hacía en una cama con sábanas blancas? Comenzó a observar tranquilamente cada detalle de la habitación, y cuando vió bastantes libros apilados en una mesa y una gabardina negra con plumaje blanco en el cuello en una silla supo deducir que se trataba de Lucilfer.

¿Le había seguido? ¿Cómo le había encontrado?
Se levantó de la cama, se puso nuevamente sus tenis y abrió la puerta, siendo recibida por una especie de sala de tela color gris, parecía estar en un pequeño departamento.

La sala daba a la cocina y también al recibidor, y había otra puerta, la cual suponía era el baño, pues además de la entrada solo había dos puertas dentro de la casa, de una acababa de salir, entonces dedujo que la otra era el baño.

De repente de aquella puerta salió el mayor, con el cabello mojado y una toalla en la cintura, parecía no importarle que la chica se encontrase ahí, pues caminó como si nada y pasó por su lado para después cerrar la puerta de la habitación, la fémina supuso que era para cambiarse, así que con su neutralidad se encogió de hombros y fue hacia la cocina.

Con suerte encontraría algo comestible aún como para cocinar, lo cual si fue así, había harina para hot cakes nueva, también tenía leche y huevos, los cuales vacío en un recipiente antes de agregar los demás ingredientes para ver si no estaban malos.

Los huevos se veían bien, por lo que comenzó con la mezcla para hot cakes y una vez lista sacó un sartén que había visto buscando la harina.

Este estaba lleno de polvo, por lo que se dedicó a lavarlo y después a secarlo, lo puso en la estufa la cual encendió y sacó mantequilla, revisándola.
Si servía, ahora faltaba encontrar una espátula, la cual fácilmente encontró.

La lavó y secó para después poner mantequilla en el sartén, esperar a que se derritiese y poner la mezcla en forma circular, espero a que tuviese burbujitas visibles y lo volteó.

Siguió cocinando hasta que la harina que había preparado se acabó.

Buscó miel en el refrigerador, la reviso y como si servia fue a poner la leche, la miel, los hot cakes y dos platos en aquella mesa con 4 sillas.

Se sentó y se sirvió 2 hot cakes, les puso miel y con los cubiertos que había lavado anteriormente comenzó a cortarlos, para después probarlos, sabían bien.

Chrollo salió de la habitación, se había tardado ahí dentro, pero no es como si a la chica le importase realmente.
—Hiciste un desayuno. -Dijo sorprendido, pues hacía mucho que nadie cocinaba para él también.
—Adelante, sírvete, después de todo, usé tus cosas para cocinarlos. -Se encogió de hombros mientras tomaba un bocado de sus hot cakes.
—Hacía mucho que no desayunaba, gracias, Synn.

Ambos se encontraban en el sillón de la sala de aquel apartamento, Chrollo leía, sentado, mientras la de ojos verdes estaba acostada con los pies colgado por la parte lateral del sillón, lo cual al mayor no parecía importarle.

La fémina decidió hablar por fin.
—¿Cómo es que llegue aquí? -Miraba el techo.
—Teletransportación. -Respondió simple.
—Lo supuse, sin embargo, no entiendo cómo fue que me encontraste. -Explicó aún sin voltear a verle, le parecía más interesante ver aquella araña que pasaba por el techo.
—Constantemente voy al barranco donde te encontré. -Pausó. —Debo admitir que fue una sorpresa verte rodeada de animales, dormida. -El mayor si que se encontraba viéndola.
Su perfil le fascinaba, más bien, todo respecto a ella lo hacía.

Sabía que no estaba enamorado de ella, sin embargo, claro que despertaba su interés y le llamaba la atención, pues era bonita, le gustaba leer y por sobre todo, parecía ser fuerte.
Tal vez robarle su habilidad Nen le serviría para algo, claro, si es que supiese cuál era.

—¿Rodeada de animales? -Preguntó sentándose bien, volteando a ver al mayor.
—Así es, había una lechuza, un venado y otros animales diferentes.
Por primera vez, vio un atisbo de sonrisa en los labios de la chica.
—Entonces si estaban preocupados por mi. -Dijo más para sí misma que para el pelinegro.
—¿Quien dices que estaba pendiente de ti? -Preguntó viéndola con curiosidad.
—Solía vivir con los animales, en lo que restaba de mi aldea de elfos, pues se fueron sin mi. -Explicó. —Decían que no me querían ya que no podía demostrar mis emociones correctamente y que si no sabía empatizar no valía la pena que me fuese con ellos. -Dijo tranquilamente mientras volvía a acostarse, viendo nuevamente a la araña del techo.

El mayor se había quedado callado, ¿por qué la dejarían en aquel lugar sola, a su suerte?
Frunció el ceño, no había nada de malo en ella, en todo caso, el no poder sentir emociones no le afectaba en muchos ámbitos.

Simplemente no lo entendía.

Otro picrew, claro que si.

Gracias por leer
Perdonen los errores ortográficos
Se les quiere
Tengan buen día/tarde/noche