Eres lo que más...

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Cuántos días he esperado
como un niño para verte?
cuántas noches he añorado
dormitar en tu pecho, escuchándote.

Cuántas veces nos salvó el pudor?
o ésta, mi necesidad de siempre buscarte.
vil suplicio el que ha encarnado,
agobiado, por no recordar la magia de besarte,
abatido, al olvidar cómo se sentía abrazarte.

Delirios de un Difunto CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora