Capítulo O5

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Los fuertes gritos de sus compañeros inundaron sus oídos, el retumbar de la tierra y el fuerte sonido del impacto de las bombas aturdían su mente, no supo realmente en que momento cayó al la firme tierra, una bala estaba incrustada en su brazo derecho en su pierna izquierda, y una le dio en el casco de protección.

A los lejos vio a sus compañeros retroceder poco a poco, disparando y abriéndose fuego con todo, pero evidentemente era más los enemigos.

Vio a uno de ellos correr hasta él e inclinarse para tomar tomarlo.

—Jimin, Jimin, no te preocupes, voy a sacarte de aquí —su voz le era muy conocida, sintió sus ojos pesados y como estos se iban cerrando poco a poco—. ¡Jimin! ¡Jimin!

—¡Jimin, despierta! —el grito de Soobin lo alarmó y pegó un salto en su cama, sintió su pecho subir y bajar muchas veces y su corazón latía tan rápido, trató de regular sus respiración.

—¿Q-que paso? —preguntó rápidamente viendo a su hermano, el cual lo miraba algo confundido, desde luego que Soobin no sabía que su hermano mayor había regresado con estrés postraumático.

—Alguien vino a verte —le dijo el omega.

—¿Quien? —preguntó confundido tallando sus ojos por el sueño.

—No sé, averígualo —respondió el menor mientras se daba la media vuelta para salir de su habitación.

Dejó a su hermano mayor ahí y bajó rápidamente las escaleras, encontrándose a Jungkook y Yeonjun.

—Ya le dije, ya se despertó —Soobin camino hasta su Alfa para ayudarlo a hacer el desayuno.

—¿Desde cuando tienes tanta comida en la casa? —Yeonjun preguntó admirado, conocía lo suficientemente bien a su omega como para saber que le fastidiaba comprar cosas para hacer de comer, principalmente porque no sabía cocinar, todas las veces que Soobin solía comer era en la casa de Yeonjun, puesto que él cocinaba para el menor.

—Desde que el hermano sobreprotector llegó —contesto.

—Debes admitirlo, él quiere cuidar de ti.

Soobin hizo un puchero al escuchar aquello, ahora sabía que Yeonjun le saldría con un sermón y un pequeño regaño.

—La manera en la que te defendió ayer de mí fue impresionante, ningún omega podría hacerle eso a un Alfa y él lo hizo sin rechistar —dijo el azabeche—, además, me amenazó con su lobo.

—Ay dios santo, no me lo recuerdes, me siento avergonzado —dijo el menor, —ya no soy un niño, ya tengo dieciocho años —Yeonjun soltó una carcajada al escuchar aquello, su omega era tan adorable cuando decía que no era un niño.

—Es ex militar ¿cierto? —Jungkook preguntó por primera vez, después de escuchar la conversación entre ambos chicos.

—Sí, recién llegó —Soobin dio una mordida a su manzana—, por eso es que hasta apenas comenzó a atormentar mi vida.

Jungkook suspiró y no pudo evitar sentir celos de Soobin, una clase de celos combinado con desagrado. Aquel omega no sabía lo que se sentía no tener a tu familia, por mucho que ya haya perdido a sus padres y que su hermano se hubiera ido, al menos debería estar agradecido con saber que ahora que Jimin había regresado, alguien se preocupaba por él. Jungkook hubiera matado porque su familia se preocupara por él.

Por eso tenía sentimientos encontrados con aquel omega mayor.

—¿Cual es su habitación? —Jungkook preguntó.

—Ah, la primera a la izquierda —le respondió el menor.

El Alfa se levantó del banco en el que estaba sentado y comenzó a subir las escaleras, el hogareño olor a casa inundado su nariz, aspirando el olor rápidamente y percibiendo un toque de Lavanda y Canela, sí, era el aroma de aquel omega. La puerta de la habitación estaba abierta, así que sin avisar entró en ella.

Cerro los ojos por el grito que Jimin pegó en cuanto lo vio ahí, al parecer venía saliendo de bañarse, pues su cabello estaba mojado y estaba terminando de secarlo.

—¿Tu que haces aquí? ¿cómo entraste? —Jimin preguntó alterado, miró a todos lados como tratando de descubrir si era alguna broma.

—Ah, tu hermano me dejó pasar, está allá abajo con Yeonjun —respondió despreocupado mientras se auto invitaba a entrar para después sentarse en la cama de Jimin.

—¿Con... con quien? ¿es ese alfa al que le dije que no se le acercara? —preguntó a punto de salirse de sus casillas. Jungkook asintió sin importancia alguna mientras veía como el ceño de Jimin se frunció enojado.

—¿Qué te molesta? es su Alfa después de todo —le dijo tratando de tranquilizarlo—, porque por si no te has dado cuenta, tu hermano ya esta marcado.

Jimin abrió los ojos sorprendido mientras lo miraba buscando algo que le dijera que todo seguía siendo una broma, su hermano tenía solo dieciocho años, no podía estar marcado tan pronto.

—¿Desde cuanto están juntos? —no pudo evitar preguntar.

—Uh... —Jungkook se hizo el pensativo mientras lo veía—, creó que fue cuando Soobin cumplió dieciséis años... —el rostro de Jimin pareció deformarse—, pero esperó a sus dieciocho para marcarlo.

El omega dejó salir un suspiró de alivio en cuanto escuchó aquellas palabras, al menos aquel Alfa lo había marcado cuando cumplió la mayoría de edad y eso lograba quitar un poco de preocupación de encima, no obstante, aún seguía sintiéndose abrumado por la idea de que su hermano menor estuviera involucrado con un Alfa mucho mayor que él.

—No respondiste mi pregunta, ¿qué haces aquí? —volvió a decir Jimin mientras se alejaba un poco del Alfa quien se encontraba sentado muy cómodamente en su cama—. ¿Cambiaste de opinión y ahora quieres el auto?

—Uhm, no... —negó lentamente—. En realidad, quiero otra carrera.

—¿Estas loco? me ganaste en esa, ¿para qué quieres otra? —Jimin no lograba entenderlo, había ganado la carrera de ayer y ahora aparecía pidiéndole otra.

—Lo sé, pero mi ego es demasiado grande como para aceptar que un omega como tú, le faltara solo dos centímetros para ganarme —enarcó una ceja, una sonrisa divertida adornó sus labios cuando vio al omega tensarse ante sus ojos—. Así que exijo tener otra carrera más, esta vez en otro lugar y sin público, solo tú y yo.

Jimin suspiró, ese alfa estaba siendo un dolor de cabeza muy grande, ¿tanto había lastimado su hombría que un omega sin experiencia casi le ganará? observó la diversión en la mirada de aquel chico frente a él, no podía evitar sentirse extraño ante su presencia, sobre todo cuando su lobo estaba como loco en esos momentos. Jungkook se recargo, poniendo cada mano en la cama de Jimin y echando su peso hacía atrás, mientras aún lo veía casi sin parpadear.

—¿Y por qué sin público? —preguntó a la defensiva—. Creí que te gustaba recibir atención.

—No, la verdad es que no, si corro y ellos me alaban son porque son un montón de lamebotas, pero no me importa en absoluto recibir su ovación —respondió.

Jimin no entendió en absoluto lo que había dicho, si no le gustaba recibir halagos y gritos de aquella gente tan frenética, ¿por qué seguía corriendo? no tenía ni el más mínimo interés en volver a correr, porque ya tenía entendido que él no servía para eso. Pero, la mirada que el Alfa le daba lo hacía reconsiderar las cosas.

—Bien —respondió mientras rodaba los ojos—. Correremos, pero esta vez no será por mi auto.

—Puedo vivir con eso —el alfa se levantó de su lugar, no dudando ni un segundo en acercarse al omega, era impresionante porque que pesar de que podía sentir la tensión en aquel chico, él no cedía—. Esta vez, si tu ganas, te quedas con el mío y si yo ganó, tendrás que hacerme un favor.

Jimin lo miró confundido.

—¿Qué clase de favor? —preguntó extrañado.

—Uh... —Jungkook mordió su labio inferior por un par de segundos, analizando al omega frente a sus ojos y Jimin jamás se sintió tan vulnerable ante un Alfa—. Eso ya lo veremos.

Con una de sus manos tomó la barbilla de aquel chico, el cual era sólo un poco más bajo que él, Jimin sintió su respiración tornarse pesada al momento en el que Jungkook sostuvo su mentón para mirarlo a los ojos.

—Y no podrás negarte a ayudarme.

rápidos y ¿enamorados? 𖦹 kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora