Capítulo O8

4.5K 610 34
                                    

Jungkook se acercó al omega sentado en aquel sofá, le tendió el vaso con agua para que pudiera beber y tranquilizarse un poco. No entendía lo que pasaba, tampoco entendía porque Jimin se había alterado de aquella manera, lo había visto actuar sin control y perdido en si mismo.

—Ten, toma esto —se sentó a su lado viendo como aquel omega tomaba rápidamente el vaso—. ¿Ya estás bien?

—Lo estaré cuando vea a mi hermano.

—Yeonjun me dijo que ya venían, no te preocupes por él —Jungkook dijo, ganándose una mirada rápida de Jimin, el omega soltó un suspiró se dejó recostar por completo en el sofá, le importó muy poco pasar sus piernas por el regazo del Alfa, pues al final de cuentas era su sofá y podía acomodarse como sea.

Jimin cerró sus ojos tratando de tranquilizarse, pero no pudo hacerlo, solo recordaba las palabras escritas en la carta de su padre, no entendía lo que quería decir, tampoco entendía en qué clase de problema se había metido.

Abrió levemente sus ojos al sentir un mano dando caricias a su pierna y aunque estuvo a punto de protestar y quejarse, terminó cediendo cuando se dio cuenta de lo bien que se sentía, así que una vez más cerró sus ojos tratando de tranquilizarse y descansar un poco.

—P-perdón por lo de hace rato... —dijo entre murmullos, sus ojitos aún se mantenían cerrados pero aún así sintió la necesidad de disculparse con aquel Alfa—. No debí gritarte.

Escucho como Jungkook soltaba una risita y quiso quejarse o tal vez darle una patada, pero se olvido de eso cuando sintió de nuevo las manos del Alfa sobre sus piernas, esta vez casi subiendo hasta sus muslos.

—Estoy acostumbrado a esos tratos, no tienes porque disculparte —le dijo.

Jimin abrió sus ojos rápidamente mientras se incorporó en aquel lugar, quedando cerca de aquel Alfa, el cual lo miró confundido por su repentina acción.

—P-pero aquel día... yo también dije cosas muy feas... —volvió a decir el omega sin bajar la mirada.

—Bueno, quise cobrarte, pero alguien terminó dándome una cachetada —dijo burlón—, no sabía que pegaras tan fuerte.

Jimin se sintió avergonzado en esos momentos, jamás le había pegado a alguien con quien se sintiera amenazado o intimidado, pero justo ahora aquella persona que lo intimidaba estaba a su lado, proporcionándole caricias que lo tranquilizaban, caricias que podían malinterpretarse por cualquiera que los viera, pero no entendía porque no hacía nada contra el tacto de aquel Alfa.

—Aish... yo sufro de estrés postraumático, así que tengo días muy malos —dijo, se acostó nuevamente en el sofá tratando de cerrar sus ojos y no ver al Alfa junto a él.

—Entiendo... —Jungkook lo miró por largos minutos en los que trató de descifrar como es que aquel chico terminó apuntándose a la milicia, incluso tampoco se preguntaba como es que Jimin ni siquiera lo recordaba.

No habían sido amigos, tampoco se conocieron en alguna fiesta o en la escuela, pero Jungkook recuerda perfectamente al lindo chico de mejillas rellenitas, el cual siempre iba a la cafetería en la que antes trabajaba, siempre que Jimin iba a aquel lugar terminaba por pagar en la caja registradora en donde Jungkook solía atender a las personas. Tal vez nunca se hablaron fuera de aquel establecimiento, pero Jungkook pudo jurar que lo único verdaderamente bueno de aquel trabajo era cuando Jimin aparecía.

Nunca había conocido a alguien como ese omega, demostrando ser fuerte y difícil de enfrentar, pero siendo tan débil y tan necesitado de amor y de cariño. Jungkook podía entenderlo porque ambos eran iguales, ambos anhelaban ese amor que se les fue negado, cuando sus mismas familias le dieron la espalda, cuando los que juraron amarlos desaparecieron, ambos eran chicos con el mismo deseo de ser queridos nuevamente, es por eso que Jungkook estaba ahí, a su lado justo en esos momentos a pesar de haber recibido palabras tan hirientes de su parte y una linda cachetada.

—Tu hermano... es bueno con Soobin... supongo que debo agradecerle por cuidarlo —su voz una vez más se escuchó por la habitación, Jungkook lo miró confundido y negó riendo.

—Yeonjun es mi amigo, no es mi hermano... pero somos demasiado cercanos, como una familia —le respondió—, fue mi compañero de celda.

Jimin abrió sus ojos una vez más para poder observar al Alfa, quien dejó de dar caricias a su pierna para recargarse en el respaldo del sofá, lo miró confundido por varios segundos, ¿realmente había estado en la cárcel? Jimin podía percibir como el lobo de aquel Alfa gritaba "criminal" por todas partes, pero no entendía porque aquel chico se había preocupado por él.

—¿Por qué fuiste a la cárcel? —le preguntó.

—Ya te lo dije, por robar diez mil dólares, los cuales en realidad no robe pero mi incriminaron, así que asumí toda la responsabilidad y ahora digo eso siempre que lo preguntan —le respondió dándole una tranquila sonrisa.

Jimin se levantó, bajando sus piernas del regazo del Alfa, hizo un leve puchero y lo miró detenidamente por un largo rato.

—¿Eres idiota o te haces? —Jungkook lo miró perplejo ante sus palabras y soltó una risita algo ofendido—. ¿Por qué deberías sentirte orgulloso de algo tan cruel que no cometiste?

El Alfa observó cada detalle de su rostro, la manera en la que sus cejas se fruncian levemente y como un pequeño puchero se asomaba por sus labios, además de que parecía estar molesto, pero se veía tan lindo en esos momentos. Observándolo así su deseó carnal aumentaba mientras miraba sus labios, aquel lindo lunar relucía demasiado y resaltaba sus gruesos labios rojizos.

Tan tentador para él.

—Soy un criminal... ¿o acaso eso no fue lo que tú dijiste?

Jimin rodó los ojos y apartó su vista de él, no tenía como defenderse porque era verdad, él mismo le había dicho eso aquel día, no había manera de retractarse.

—¿Y solo por qué yo o un par de personas te lo han dicho les darás el placer de ser llamado así? que Alfa tan idiota eres.

Jungkook mordió su labio inferior al escuchar aquello, tratando de no sonreír por sus palabras, antes de que Jimin se levantará de su lugar, Jungkook lo tomó del brazo rápidamente para jalarlo y dejarlo caer en el sofá subiendo encima de él y apresando sus manos por encima de su cabeza.

—¡¿Pero qué estás haciendo?! Jungkook... ugh, sueltame ahora mismo —se quejó mientras forcejaba contra el agarre del Alfa.

—¿Soltarte? ¿por qué debería hacerlo cuando siempre estás ofendiéndome? —lo reto, una pícara sonrisa se asomó por sus labios y dijo—, tal vez deberías ser castigo.

Jimin gruñó amenazando en soltar a su lobo para que aquel Alfa se alejará, pero olvidó por completo que estaba retando a un Alfa, así que Jungkook aceptó su reto con gusto devolviendole el gruñido, aquel gruñido hizo que soltará un chillido y las orejas de su lobo se bajaran rápidamente mientras se escondía, sintiéndose sumiso ante el Alfa.

Jungkook sonrió complacido con lo que había logrado, poner en su lugar a aquel pequeño omega, le gustaba hacer eso, porque Jimin reaccionaba a sus acciones sin siquiera intentar enfrentarlo de nuevo. Eso le gustaba, porque sabía que tenía cierta autoridad ante aquel omega.

Jungkook se acercó, tomando con una de sus manos la mandíbula de Jimin y dejando un suave y tentador beso en la comisura de sus labios, el omega abrió sus ojos sorprendido, queriendo moverse y patalear contra él, tal vez golpearlo y decirle que no se le volviera a acercar. Pero aquel pequeñísimo tacto lo había dejado como un completo tonto ante aquel Alfa.

Y mientras ambos se entretenían con sus juegos en aquella casa, la camioneta en la que iban aquellos hombres logró encontrar información acerca de aquel Alfa.

—"¿Lo tienes?, quiero saber quién es"

—"Lo tengo señor, su nombre es Jeon Jungkook, tiene 30 años, Alfa con un registro muy grande... incriminado por robo con cuatro años en la cárcel y... acusado de asesinato dos años después, logrando pagar fianza ante la poca evidencia en su contra, corredor profesional de autos en Las Tumbas y trabaja con Mingyu"

—"¿Qué tiene que ver ese idiota con el omega?"

—"Tal vez es su pareja..."

—"Como sea, es mejor cuidarnos de él y sus amiguitos"

rápidos y ¿enamorados? 𖦹 kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora