rápidos y ¿enamorados? 𖦹 kookmin.

Capítulo 21

—Aquí tienen, pueden tomar cualquiera de esos carros —anunció el señor Anderson, dejando a decisión de todos los demás tomar uno de ellos.

—Wow, demasiados carros —dijo Taehyung, admirando como toda la bodega se encontraba llena de lujosos y deportivos carros de carreras y otros diferentes—. ¿De verdad haremos esto? ¿están concientes de que podemos morir? —preguntó el Alfa menor.

—No importa, de todos modos lo haremos —dijo Yeonjun, entrando de uno de los tantos carros disponibles para ellos—. Ahora apurénse o llegaremos tarde.

—Tae, será mejor que vayas con Namjoon, puede ser peligroso si manejas y estás a cargo del computador al mismo tiempo —aconsejó Jungkook, el menor hizo un puchero mirando a Namjoon, quien solamente le dio una media sonrisa.

—Agh, está bien —rodó los ojos, aproximándose al auto en el que Namjoon se había subido.

Jungkook soltó un sonoro suspiró, lleno de frustración y agobió, puesto que la situación en la que estaban no era nada buena. No si sus vidas corrían peligro, a ser verdad, él ya sabía que clases de complicaciones traería todo eso. Solamente pedía y anhelaba que después de esto, Jimin no se alejará de él.

Antes de que Jimin entrará en el auto, Jungkook se acercó hasta él, dejando un beso en la parte trasera de su cabeza. El cuerpo de Jimin tembló ante el repentino acto y se volteó para mirar al Alfa.

Observó el rostro de Jungkook, dándose cuenta como éste tenía las cejas levemente fruncidas, al igual que una mirada llena de miedo. Jimin no comprendía lo que pasaba, tampoco supo descubrir lo que significaba aquella mirada del Alfa. Supuso que Jungkook tenía miedo por todo lo que podría pasar.

—Todo saldrá bien —dijo Jimin, al ver que Jungkook no podía decir nada. El pelinegro suspiró y se acercó hasta dejar un beso en la mejilla del Alfa—. ¿Estás bien? —preguntó.

Jungkook negó, sintiéndose un completo tonto por no poder decirle la verdad al omega. Jeon lanzó un gruñido, alejándose del omega sólo unos poco centímetros, llevo sus manos a su cuello y quitó el collar que traía colgando en aquélla zona. Entonces se lo entregó, viendo como Jimin lo miraba sin entender nada de lo que hacía.

—Te veré cuando esto terminé —le dijo, mostrando una leve sonrisa en sus labios—, mientras tanto, quiero darte esto. Y por favor, sea lo que sea que pase, promete que...

—No —cortó sus palabras, negándose a escuchar sus palabras—. No hagas eso, no digas eso... suena como si te estuvieras despidiendo —dijo rápidamente—. Jungkook, nada malo va a pasar. ¿Esta bien? —dijo, agarrando entre sus manos el rostro del Alfa para mirarlo a los ojos.

Jungkook asintió ante sus palabras, lo último que sintió en ese día, antes de subirse al carro, fue el ligero toque de los labios de Jimin junto con los suyos.

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Los días lejos de casa para Soobin fueron una tortura, había estado asustado y desprotegido, con miedo de ser asesinado en cualquier momento por parte de aquel loco que se encontraba con él. Odiaba haber salido de su casa aquel día, odiaba ser tan precipitado y no pensar las cosas con calma, sino hubiera actuado como un tonto, ahorita no se sentiría gravemente mal por él y su hijo.

No había comido adecuadamente, sus costillas estaban rotas y su cuerpo se sentía demasiado débil, además de que estar con Seokjin era una tortura para él menor, sentía miedo e impotencia, quería hacer algo, defenderse, salir corriendo, luchar... pero no podía hacer nada.

Estaba tan mal en esos momentos, lo único que deseaba era salir de aquel lugar en el que lo mantenía como un perro enjaulado. Se sentía terriblemente mal, porque su lobo extrañaba a Yeonjun, no podía llamarlo, no podía sentirlo. Y comenzaba a creer que ni siquiera lo estaban buscando, también deseaba ver a su hermano.