rápidos y ¿enamorados? 𖦹 kookmin.

Capítulo 19

Lo primero que Jungkook hizo al llegar a aquel lugar, fue buscar con la mirada a aquel omega, quien se encontraba sentado dentro de una de las oficinas de aquel lugar.

Jungkook quiso correr para poder preguntar si estaba bien, pero evitó hacerlo enfrente de toda esa gente.

El aroma a sándalo y pomelo llegó hasta el omega, y su lobo inmediatamente le avisó que su Alfa había llegado a aquel lugar, a diferencia de Jungkook, el rostro de Jimin mostró notable preocupación y alivió al mismo tiempo.

—Agh, ya era hora de que aparecieras —habló Taehyung, viendo como el Alfa llegaba hasta esa oficina—. Estos tipos están siendo un dolor de cabeza.

Jungkook los miro a todos ahí, incluso Namjoon, quien no había sido partícipe en aquella persecución estaba ahí.

—Sí, nos amenazaron con ir a dar un paseo, ¿puedes creerlo? —dijo Yeonjun—. No tengo tiempo para sus paseos o jugueteos normales, quiero encontrar con mi omega.

—Y lo encontrarán, desde luego —dijo aquel hombre.

Jimin presto atención a sus palabras. ¿Cómo podría estar tan seguro de encontrar a Soobin?

—¿Qué te hace creer que te creeremos? —contestó Yeonjun—. Son policías, ustedes solamente sirven para el tránsito y las multas.

Hoseok soltó un gruñido ante lo que aquel chico había dicho, avanzó hasta donde Yeonjun estaba, Yoongi no hizo absolutamente nada para detenerlo.

—¿Solo para multas y tránsito? ¿y para qué sirven ustedes? solamente para causar desorden a cualquier lugar que vayan, donde sea que estén ustedes siempre hay alguien que muere, y en esta ocasión puede ser tu omega si sigues teniendo ese pensamiento tan estúpido de tu parte.

Yeonjun no lo resistió más, se levantó de su silla en un rápido movimiento, casi tocando de Hoseok para poder darle una cucharada de su propia medicina. Pero sus manos no alcanzaron a tocar ni un centímetro de Hoseok, pues Yoongi apuntó con su arma directamente a su cabeza.

—Ni siquiera lo pienses —habló aquel Alfa.

De pronto, el ambiente en aquella habitación se había tornado muy pesado, tanto que hasta Jimin logró ponerse tensó.

—Señores, señores, calma por favor. Aún es demasiado temprano para que empiecen a matarse, esperen mínimo a que este trabajo termine —se apresuró a hablar.

—¿Trabajo? ¿van a pagarnos o algo así? —preguntó Taehyung.

—Por supuesto, y no es cualquier paga desde luego —dijo una vez más—, verán, yo los necesito a ustedes, porque sé que son capaces de hacer esto, lo único que tienen que hacer es cooperar entre todos y así cada uno obtendrá lo que desea... ustedes tendrá a su omega de vuelta y yo...

—¿Qué obtendrás tú? —habló Jungkook, llamando la atención de todos—. Exactamente que clase de trabajo quieres que hagamos.

—Uno muy fácil; hace tiempo se reportó un extraño número de muertes tanto en la ciudad de Corea como en California y Nueva York, esta semana se han reportado hasta diez muertes en Los Ángeles y en Busan. Son pequeñas personas con gran poder, el caso es que todos ellos están siendo asesinados —la gran pantalla detrás de él mostró a cada una de las personas que habían muerto—. Han sido familias: mujeres y niños. Al igual que grandes diputados, al inicio creímos que él, Mingyu tenía algo que ver —en la pantalla se mostró a aquel hombre—. Supongo que ustedes ya lo conocen. Sin embargo, fue descartado de la lista de sospechosos ayer por la noche, porque mientras Jeon y su hermano se peleaban en la prisión, Mingyu fue encontrado muerto en su gran mansión.