Capítulo 16

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Jimin acabo con los puestos en la acera de la calle, algunas personas corrían y gritaban en cuanto vieron a ambos carros manejar como si no hubiese nadie más. Incluso aún cuando sentía los golpes en sus piernas y en su cabeza por lo rápido y brusco que iba, y por los choques que daba, no dudo en acelerar más y tratar de quitarse a aquel Alfa de encima.

Y Seokjin no podía estar más complacido con la persecución, pues gracias a que Jimin solo se concentraba en huir, no tenía ni la menor idea de que estaba siendo llevado a su final.

Y cuando estuvo por soltar los ganchos delanteros para poder enganchar a Jimin con su carro y evitar que se saliera del camino acordado, sintió un fuerte golpe en su puerta derecha, y no solo eso. El golpeo fue tan fuerte y con tanta potencia que su auto literalmente se alzó revolcándose en la calle, sin embargo para su buena suerte, el carro se mantuvo en forma una vez que se acomodó de nuevo en el suelo de la calle.

Lanzó un gruñido, tanto de dolor como de frustración, y entonces observo quien lo había embestido con fuerza.

Sus ojos brillaron mostrando el potente color rojo de su lobo al ver a Jungkook a su costado y en aquel carro, casi al igual que los ojos de Jungkook brillaron mostrando su color dorado, con el ceño demasiado fruncido haciendo notar su enojo con aquel Alfa.

—Mueves esa palanca y te mato —murmuró Jungkook más para si mismo.

Seokjin sonrió divertido, como si hubiera podido escuchar sus palabras, pero aún así hizo lo que Jungkook no deseaba que hiciera. Una vez más el carro se puso en marcha rechinando de una manera demasiado aguda al acelerar con potencia. Jungkook gruñó y aceleró al igual que él, siguiéndolo de cerca en un instante.

Y por un momento Jimin pensó que ya estaba a salvo de todo eso, en realidad se preocupó en cuanto no vio rastro alguno del carro de Seokjin cerca de él, así que aparcó el auto bruscamente. Logro tranquilizarse un poco cuando el aroma de Yeonjun llego a sus fosas nasales, puesto que por fin tenía un aroma de fiar cerca de él y no uno de un Alfa que al parecer quería matarlo.

El carro de Yeonjun se posó a la par de él, se asomó por el ventanal y le sonrió.

—Creí que Jungkook te había dejado amarrado o algo así —dijo burlón.

—Cállate, estás demasiado gracioso como para estar preocupado por Soobin —le reclamó.

Yeonjun suspiró y asintió diciendo una vez más—. Lo siento.

Jimin rodó los ojos y encendió el auto escuchando la voz de Yeonjun, quien le dijo que lo siguiera, pero, ¿dónde estaba Jungkook? se ubicó detrás de Yeonjun, las sirenas de la policía seguían escuchándose cada vez más cerca, y cuando estuvieron por avanzar, Jimin alcanzó a observar dos autos que pasaban a máxima velocidad frente a sus narices.

Oh, así que ahí está Jungkook.

Y detrás de ellos los seguían las patrullas de la policía.

Por otra parte, ahora la persecución se basaba en Jungkook persiguiendo a Seokjin, el cual desde luego supo que tenía que quitárselo de encima antes de que Jungkook arruinará todos sus planes, pero ¿cómo? digo, esa no era su ciudad, tampoco era residente legal. Entonces una grotesca idea de reflejo en su mente y sonrió divertido al saber lo que haría.

Jungkook no era bienvenido en aquel lugar, él tenía dos policías de la CIA que lo tenían en la cuerda floja, si hacía un espectáculo y la CIA se enteraba, estaba más que claro que encerrarían a Jungkook en la cárcel, y no en cualquier cárcel.

Entonces, por primera vez en mucho tiempo se dignó a jugar con aquel Alfa que le pisaba los talones, apretó tres botones y de la parte inferior del auto se abrió paso a dos armamentos adheridos a los lados del mismo.

rápidos y ¿enamorados? 𖦹 kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora