Capítulo O6

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Jimin bajó las escaleras seguido de un Jungkook, se sintió incómodo y cohibido por un momento, porque podía sentir la mirada de aquel Alfa sobre su trasero y eso lograba ponerlo nervioso. Cuando llegó a la cocina, carraspeo al ver como Yeonjun y Soobin estaban besándose.

El omega menor se separó rápidamente de su Alfa escondiendo un lindo sonrojo, y Yeonjun sintió miedo en cuanto vio el rostro no muy amigable de Jimin.

—Eviten pasarse gérmenes frente a mis ojos —dijo el omega mientras los veía seriamente.

—Ah... nosotros... hicimos el desayuno —dijo Soobin mientras le indicaba que se sentará para poder desayunar. El omega mayor no pudo evitar observar el cuello de su hermano, el cual tenía una linda marca y se sintió abrumado porque la marca era demasiado notable, y no sólo eso, encontró marcas rojas más allá de su cuello.

—Esperó que te guste... cuñado —Yeonjun dijo, Soobin lo miró sorprendido porque sabía que su hermano era demasiado exagerado y haría una escena por haber sido llamado de esa manera.

Jimin suspiró, detuvo la cuchara con la cual estaba apunto de alimentarse y después la dejó caer en el plato haciendo un estruendoso ruido de cubiertos chocando. El mayor miró a Yeonjun, quien tenía una leve sonrisa.

—Sal de aquí antes de que te aviente la comida en la cara —respondió Jimin.

Soobin soltó una risita y tomó la mano de su Alfa para después sacarlo de aquella cocina, antes de que su hermano lo atacará con algún cuchillo. Por otro lado Jungkook no pudo evitar lanzar una risita, ese omega lo seguía impresionando cada vez más, su carácter era algo nuevo, toda la vida había estado rodeado de lindos omegas, los cuales derrochaban miel y ositos de gomita por todas partes, pero este omega era demasiado diferente.

Por más que lo observó mientras desayunaba, no logró encontrar una razón por la que aquel omega haya ingresado a la milicia, él se veía tan lindo y débil que nadie pensaría que era un ex militar con 9 años de experiencia. Un omega muy bien dotado por lo que ya había visto, era lindo y su aroma no era tan empalagoso como el de los demás, el rico olor a Lavanda y Canela le gustaba, el aroma era perfecto para aquel chico.

—¿Cómo es que un ex militar maneja tan bien? —Jungkook rompió el silencio en aquel lugar, un silencio muy cómodo y del cual Jimin no quería salir.

—No lo sé... —respondió—. Jamás había corrido, solo lo hice porque me provocaron... espera, ¿cómo sabes que soy ex militar? —preguntó.

—Lo supe desde ayer, tengo mis contactos y bueno, tu hermano y tu me lo acaban de confirmar —le respondió con una linda sonrisa de oreja a oreja.

Que linda sonrisa...

Cállate.

—Tu me estas dando miedo de verdad —le dijo mientras seguía comiendo—. ¿Qué eres alguna clase de espía?

—Sólo tengo buenos informantes —Jungkook lo miró por varios segundos—. ¿Tengo cara de ser alguien malo?

—Todo tu porte grita "criminal" por todos lados —dijo el omega, no midió sus palabras porque él no estaba enterado de la situación de Jungkook, pero el Alfa se tensó en cuanto escuchó lo que aquel chico había dicho.

—¿Y... qué pasaría si lo soy? —no pudo evitar preguntar aquello.

—¡Lo sabía! —Jimin gritó, Jungkook lo miró confundido—. Nada bueno puede salir de alguien que pertenece a las calles.

—Oh... —Jungkook lo miró fijamente por largos segundos—, entonces, ¿debo ser un criminal por haber robado diez mil dólares?

—Eso hacen los criminales.

—Eso hacen los rateros.

Jimin relamió sus labios para después mirarlo atentamente, a pesar de que la mirada del Alfa era muy intensa y demandante, él no dejó de verlo a los ojos.

—¿Entonces dices que eres un ratero? —atacó.

—Algo así.

El omega dejó salir una risita divertida, la situación comenzaba a parecerle toda una broma, ¿ahora dejó que un criminal entrará en su casa? ¿y qué seguía? ¿robarle?

—Muy bien, creó que es momento de que te vayas de aquí —dijo.

Jungkook lo miró asombrado, ¿realmente aquel omega lo estaba corriendo?

—Oye, niño. No voy a hacerte nada —le dijo mientras lo veía levantarse de su asiento y caminar hacía él.

—Tu no, pero yo sí si no te vas de esta casa —Jimin tomó su mano para guiarlo hasta la puerta de salida.

—¿Es en serio?

Jungkook no podía creerlo, y parecía no querer creerlo, durante toda su vida las personas solían decirle que se veía como todo un criminal, que le tenían miedo y que realmente no deseaban estar cerca de alguien como él, pero, ¿por qué le afectaba tanto que Jimin lo creyera? nunca le importó realmente lo que pensaran de él, ya no era un niño, ya tenía 30 años y no había tomado el camino correcto después de salir de prisión, su familia se desvaneció y poco a poco encontró refugio entre aquellas personas de las calles, los cuales ahora consideraba su familia.

—No sé de qué manera lograron engatusar a mi hermano menor, pero no, conmigo no funcionará —Jimin dijo—, no voy a dejar que un par de personas como ustedes quieran alterar mi vida.

¿Par de personas como ustedes?

Jungkook creyó volver a la realidad cuando escuchó aquellas palabras, sin lucha alguna se soltó del agarré del omega, tomó entre sus manos el cuerpo de Jimin y lo azotó contra la pared, ambas manos las sujetó cada una a lado de la cabeza del omega. Una vez más pudo percibir la vulnerabilidad en aquel chico frente a él. Jamás había dejado que palabras como esas le afectaran.

Pero justo en esos momentos las palabras de Jimin lo habían apuñalado cual cuchillo. Y no sabía exactamente porque esas palabras lo habían hecho sentir así.

No entendía que era lo que le pasaba cuando veía a aquel omega, porque se sentía de mil maneras, era como si estuviera corriendo sin parar y sin rumbo alguno, se sentía como esos cinco segundos entre él y la mente, como si nada más importará.

Jungkook soltó una risita desprendiendo feromonas de su cuerpo, Jimin cerro sus ojos al sentir aquel aroma tan delicioso que el Alfa tenía, no supo en qué momento sus ojos se cristalizaron poniéndose acuosos, porque mierda, aquel Alfa estaba marcando territorio en su casa.

Sintió a su lobo volverse loco por aquel olor, tanto que se dio cuenta de Balto ya estaba una vez más de panza y moviendo la colita mientras sacaba la lengua, queriendo recibir atención de su Alfa.

Cuando los ojos de Jimin se abrieron, Jungkook pudo apreciar aquellos lindos ojos marrones, los cuales desprendían toda la sumisión que el omega estaba sintiendo por tener a un Alfa frente a él marcando su casa.

—Escúchame bien, niñito —Jungkook lo tomo del menton haciendo que no desviará la mirada y que así sus miradas se mantuvieran conectadas—. No soy un criminal como tú piensas, tampoco necesito que alguien como tú me diga a donde puedo o no entrar.

Jimin tragó duro al momento de sentir la respiración del Alfa golpeando tan cerca de sus labios, podía sentir lo cálida que era y como cada vez que respiraba el aire salía por su detallada boca. Jungkook sonrió de lado, aún sosteniendo a Jimin con una de sus manos mientras con la otra todavía agarraba su mentón. Jimin sintió que pronto caería en el momento en que vio a aquel Alfa acercarse con tanta autoridad, dejando salir el lindo color dorado de los ojos de su lobo.

Jungkook tocó con la punta de su lengua la comisura de los labios de Jimin, para después delinear el labio inferior del omega, sin llegar a devorar sus labios como tal. Jimin sintió sus piernas flaquear a su lobo pedir más, pero no pudo hacerlo.

Jungkook se alejó y le susurró aún cerca de él.

—Esta casa ya tiene mi marca... —dijo mirándolo aún con sus ojos dorados, bajó su mirada a los labios del omega y con su pulgar acarició el labio inferior—, al igual que estos.

rápidos y ¿enamorados? 𖦹 kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora