Capítulo O7

4.6K 606 43
                                    

Si Jimin fuera de las personas que dejan a su lobo decidir por completo, él ya se hubiera visto sumiso y débil ante la acción de aquel Alfa, sin embargo, no fue algo que dejó pasar fácilmente. Jungkook había salido de aquella casa con una marca de una cachetada en su mejilla.

Eso fue algo que tomó por sorpresa a ambos chicos, Jimin jamás le había puesto una mano encima a alguien y Jungkook jamás había recibido un golpe así.

Pero eso no pareció molestarlo en absoluto, pues salió con una suave sonrisa en su rostro, le sorprendía llegar a conocer a alguien como Jimin, el cual parecía ser un omega muy fuerte e indestructible, pero también podía percibir aquel lado de amor y tranquilidad por parte del omega.

Jimin no volvió a ver a ese alfa después de aquel día, y lo agradecía de cierta manera, pues la sola presencia de Jungkook le ponía los pelos de punta y lograba emocionar demasiado a su lobo, lo cual le molestaba.

Ese día salió de su casa, conduciendo hasta una cafetería en la que se encontraría con el supuesto abogado que le daría los papeles que su padre había dejado, se sintió un poco agobiado y hasta cierto punto estaba triste, porque no estaba listo para recibir todo lo que alguna vez se le negó.

Tomó un trago de su taza de café una vez que ya estuvo en aquel lugar esperando por aquel hombre, observó a través de la ventana como muchas personas pasaban de camino hasta sus trabajos y algunos jóvenes iban a sus escuelas, sonrió con nostalgia al recordar aquellos tiempos en los que era solo un adolescente, no tenía muchos amigos y los únicos amigos que había logrado hacer estaban muertos.

Odiaba las noches, porque cuando llegaba la hora de dormir todo se complicaba para él, sufría de insomnio y lo poco que lograba dormir siempre soñaba con aquellos oscuros días, en los que vio morir a sus compañeros y amigos, en los que recibió ataques y donde casi muere.

Observó un auto estacionarse y susposo que el abogado había llegado, sin embargo, se le hizo curioso ver que al otro lado de la calle, estaba un carro blindado y de color negro, se sintió extraño porque aquel carro lo había visto minutos antes mientras transitaba por la ciudad para llegar que su destino, y ahora aquel carro estaba ahí.

Tomó otro trago a su taza y espero a que el hombre llegará, le sonrió débilmente y aquel hombre no perdió tiempo alguno.

—Eso fue lo que dejo —el alfa frente a él le tendió un sobre sacando los papeles que traía adentro—. La propiedad esta a nombre de ambos, el carro esta a nombre tuyo y dejó diez mil quinientos dólares para ambos —dijo aquel hombre.

Jimin revisó todo con sumo cuidado, leyendo lo más que pudo los papeles y analizando la situación.

—¿Por qué el carro me lo dejo a mi? — preguntó confundido.

—Ah...sobre eso —el hombre pareció buscar algo más entre los papeles—, aquí esta, él dejo esta carta para el mayor de la familia, supongo que ahí deben de estar tus respuestas.

El omega tomó aquel sobre y asintió sin entender, habló otro rato más con aquel Alfa, el cual le dio el número de cuenta y el banco en donde podía ir por el dinero, no sabía de dónde había sacado su padre tanto dinero, pero al menos le alegraba saber que no estaban en la ruina, gracias al dinero de su padre y al dinero que había recibido por su retiro como militar, podían decir que tenían suficiente como para sobrevivir por cinco años sin trabajar y por supuesto tal vez seis si manejaban de manera correcta el dinero.

Una vez que aquel hombre se fue, Jimin se dispuso a leer aquella carta, no sabía porque esa carta era dirigida solo para él y estaba por descubrirlo.

Dio un largo suspiró al abrirla y ver que lo primero que tenía escrito era un; Amado hijo.

rápidos y ¿enamorados? 𖦹 kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora