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Al despertar JungKook creyó sentir el leve rastro del aroma cítrico de su esposo en la habitación, pero una vez que parpadeó y recorrió con atención la extraña habitación arreglada, a excepción de su cama, se dio cuenta que no habia indicios de YoonGi por ninguna parte.

De hecho, todo estaba como cuando llegó la primera noche, de apariencia ordenada y sin usar.

Pensando que tal vez fueron las sirvientes que entraron a su habitación sin despertarlo, JungKook se encogió de hombros, era extraño, pero no para pensarlo demasiado. Se sentó en el borde de la cama con los pies desnudos sobre la alfombra, en uno de sus momentos matutinos donde se perdia en su cabeza pensando Dios sabe qué cosa, hasta que era habitualmente regresado a la tierra por Soobin.

Su sirviente no tardó en aparecer con una bandeja de comida en las manos que deja sobre el tocador, siempre puntual y acostumbrado a la rutina de JungKook.

— Su Majestad, buenos días.

El omega respondió con un sonido destinado a ser una palabra pero que murió en un "mmm", todavía medio dormido y entretenido con las cosquillas que sentía en los dedos por la suave alfombra, moviendo los pies suavemente persiguiendo la sensación. Oyó a Soobin moverse por la habitación, revisando su armario y escogiendo su ropa para el día, entre otras cosas.

Cuando la somnolencia pasó, preguntó lo primero que se le pasó por la mente. — ¿limpiaste la habitación mientras estaba dormido?

Soobin le da una mirada confundido, no se sabe si por la pregunta o porque no sabe qué color de camisa le gusta más entre sus opciones de crema y un blanco, a sus ojos hay mucha diferencia entre estas tonalidades.
— No, su Majestad, fueron órdenes del Rey, pidió que recogieran todas sus cosas y las llevaran a otra habitación. — habla casualmente, decidiendose por la camisa de color crema al mismo tiempo que se daba cuenta del error que había dicho.

— ¿Qué? — JungKook formula, ya completamente despierto, sus ojos brillantes miran a Soobin en busca de respuestas.

Y el beta no puede con esa mirada, así que suspira, arrepentido de ser tan distraído. — Su Majestad decidió que dormiría en otra de las habitaciones principales del palacio, así que temprano en la mañana las cosas se movieron a una habitación más cerca del estudio. 

— Pero esta es nuestra habitación, ¿por qué se iría a otro lado? — hay cierta tristeza en la expresión de JungKook que Soobin no desea ver tan temprano en un día brillante, no en uno de los días en los que el omega disfruta tanto porque "puede pasar tiempo en su jardín, siendo uno más con las flores" como suele decir cada vez.

— ¿Discutió con su Majestad?

— No, claro que no. — JungKook forma una puchero con los labios sin darse cuenta y permite que el beta deslice la camisa por sus brazos, no está prestando atención a nada, dejándose hacer como si fuera una simple muñeca.

¿Por qué YoonGi había tomado una decisión tan repentina?

— Entonces debe ser que su Majestad busca su comodidad. — dice el beta, intentando aligerar las dudas que parecen flotar sobre la cabeza despeinada del omega, guiandolo a su vez al banco de su tocador para poder peinar esos cabellos rebeldes.

JungKook musita un 'mm' bajo, claramente no cree ninguna de las excusas que se le está dando, sabe que hay algo más que está pasando.

Pero no está seguro si quiere descubrirlo.

Y a veces era mejor no saber nada.

Así que solo suspira, callando las dudas de su cabeza con la comida que le han traído, un poco de fruta fresca y sándwiches; mientras deja que Soobin arregle su cabello. Está demasiado pensativo para opinar sobre qué tipo de broche desea usar hoy, por lo que el beta decide por él y escoge uno de flores que coloca en su cabello.

El Omega De La Corona | Yoonkook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora