Por la mente de Jungkook nunca pasó el deseo de casarse, contrario a lo que su madre le enseñó, él tenía otros planes que ya no podría realizar y que según su familia no eran acorde a lo que un omega "debía ser", ingenuamente creyó que podría pasar de eso y hacer de su futuro su propio libro.
Hubiera funcionado de no haber nacido bajo un título real, siendo omega y comprometido tan pronto tuvo capacidad para hablar.
Pero en algún momento, en la mente de un adolescente, imaginó que su futuro alfa seria cariñoso y lo llenaría de besos la mañana siguiente de su boda, que sus días serían felices. En cambio, llevaba algunos minutos despierto viendo algún punto muerto de la habitación, solo en una inmensa cama, porque no habia rastro de YoonGi por ningún lado, lo único que perduraba era el tenue aroma cítrico del alfa que había envuelto por completo la habitación y al mismo tiempo, lo sentía en la punta de su nariz.
No sabía por qué se sentía tan desilusionado o qué era exactamente lo que había esperado, no es como si YoonGi fuera a traerle el desayuno a la cama y luego se acurrucarían bajo las sábanas, él sabe que no son ese tipo de pareja.
Y que no son una pareja real para empezar.
Tal vez todo se debía a que continuaba sensible por todo lo que pasó y por el cómo su vida cambió de un momento a otro.
En medio de todo el remolino de sus pensamientos negativos matutinos logra escuchar el toque de la puerta, por lo que apenas murmura un "adelante" a quién sea que esté detrás, esperando que no se tratase de su esposo porque no quería verlo tan pronto, contrario a como se sintió al despertar.
Para su sorpresa es Soobin quién ingresa con una sonrisa y una bandeja con comida en sus manos que rápidamente deja en el lado vacío de la cama para poder inclinarse con respeto. — Buenos días, su Alteza.
JungKook tiene que parpadear un par de veces reconociendo al muchacho porque no esperaba verlo nuevamente, solían despedir o transferir a otros lugares donde fueran necesitados los sirvientes eficientes, no había duda de que el beta había hecho un excelente trabajo, por eso era extraño ver a uno más de una vez al menos que tuviese un contrato especial.
Parece que él joven nota el desconcierto porque se apresura a hablar nuevamente. — Me tomé el atrevimiento de sugerirme para ser su sirviente personal, espero que eso no le moleste. — tiene una sonrisa tímida al final de sus palabras.
— Para nada, es más un alivio que seas tú quien me acompañe. — dice tomando la tostada de la bandeja para darle un mordisco, para no tener que lidiar luego con el dolor de su estómago. No tenía especial hambre. — ¿Sabes dónde está mi esposo?
No puede evitar preguntar, tiene curiosidad de por qué YoonGi no lo despertó, él debería ser el primero en levantarse para cumplir con sus deberes de omega y esposo, algo que por supuesto acaba de recordar. Su madre estaría tan decepcionada de que no pudiese recordar hacer algo tan mínimo que se le enseñó tantas veces.
— Lo está esperando en el salón principal, príncipe. — JungKook casi se atora, tosiendo mientras el beta golpea su espalda con suavidad.
Le toma unos segundos poder recomponerse, levantándose de la cama tan rápido como puede. — ¡Debiste decir eso primero! ¿cuánto tiempo lleva esperándome?
Hay gritos internos reprimidos en su garganta mientras busca su ropa para poder cambiar su pijama, había olvidado por completo que irían a visitar a su familia, era una norma después de cada matrimonio visitar a los padres del novio y él ni si quiera puede recordar algo tan simple. Le sorprende lo rápido que ha fallado en su matrimonio.
Siente vergüenza de sí mismo.
— Su alteza, cálmese. — Soobin se apresura acercándose para ayudarlo a desvestirse. — El joven YoonGi fue quien ordenó que se le dejase descansar un poco más.
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El Omega De La Corona | Yoonkook.
FanficEn la Monarquía del imperio del Norte había una tradición inusual entre sus libros de leyes, no importa qué alfa esté en la sucesión al trono, ya sea hombre o mujer, un omega 'real' debía a estar a su lado para mantener la corona. Y JungKook se ve...