El Omega De La Corona | Yoonkook.

019

Jungkook nunca tuvo una buena relación con su parte omega.

No podía llamarla una "relación" como tal, porque durante su crecimiento y su eventual presentación, no tuvo ese lazo que algunas personas tenían con su lado animal. Él fue parte de ese pequeño grupo de personas que no sintieron a sus animales internos y que si fueron diferenciados con su segundo género fue por exámenes médicos y la llegada del primer celo.

Por lo que Jungkook nunca tuvo una charla con su omega de ningún modo.

De hecho, salvo por las especificaciones de su aroma dulce, él podría haber pasado como un beta fácilmente.

Y a veces Jungkook piensa que su vida hubiera sido muchas más fácil de haber presentado como uno.

Su primer celo fue a los quince años, no recuerda mucho de aquella vez porque es su omega quien toma el control durante los días que dura su periodo de apareamiento, es probablemente la única vez que su omega sale y actua bajo sus intintos. El resto del tiempo, la parte racional de Jungkook no siente nada.

Esa vez, su madre lo había encerrado en su habitación bajo una estricta seguridad para evitar que su hijo, quién ya estaba comprometido desde que era un niño con cierto alfa de otra nación, no perdiera su "valor" en medio del desenfreno de hormonas y del calor. No tuvo nada más que infusiones de hierbas para calmarse y era gracias a eso que podía recuperar por ciertos periodos de tiempo, la razón y el control de sus sentidos.

Y el único recuerdo que tiene de esos momentos de lucidez, es lo doloroso, incómodo e insoportable que era estar en celo.

Era francamente lo que más odiaba de ser un omega.

Sus periodos de celos tampoco eran regulares, se supone que llegaban cada 6 meses, pero Jungkook podía pasar años enteros sin tener su celo. El último que tuvo antes de casarse con YoonGi fue en su cumpleaños número 22

Debido a la irregularidad de su cuerpo, él no llevaba especial cuidado y si era honesto, se olvidaba la mayor parte del tiempo de aquello. Era un omega defectuoso.

Entonces, ¿por qué había llegado ahora?

— ¿Qué vamos a hacer? ¿No deberíamos llamar a su Majestad? — preguntó Soobin, su expresión preocupada mientras veía como el omega en la cama se retorcía incómodo, esquivando el toque de Jimin.

— Su Majestad no está en este momento, fue a visitar el albergue en la mañana y no sé cuánto tardará. — Jimin suspira, su nariz pica por la fuerte concentración del aroma floral de Jungkook en la habitación, es hasta cierto punto tan fuerte que resulta complicado respirar.

Al contrario de él, Soobin está en perfectas condiciones y siente algo de envidia de que el beta no pueda captar feromonas.

Jimin en cambio, tiene las mejillas sonrojadas desde que ingresó a la habitación y aunque es un omega, cree que de solo estar ahí podría incluso adelantar su propio celo.
No duda que el aroma se haya esparcido por las habitaciones del palacio y que para este punto, todos sepan que el omega real está en su calor y por ende, fértil.

— Ve a la cocina y pide que hagan infusiones de hierbas para calmar los síntomas del calor. — dice volteando hacia el beta en la habitación. — Yo me quedaré con él.

Soobin asiente y rápidamente desaparece de la habitación, dejando solos a los omegas.

El rubio observa la figura hecha ovillo en la cama removerse una vez más, como lleva haciendo cada tanto en medio de sus jadeos y murmullos que no entiende porque el tono de voz es demasiado bajo, esta vez se deshace de las sábanas bruscamente y es la primera vez que Jungkook se deja ver desde que ingresó a la habitación.