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—Pero no quiero que sea así, ¿porque no mejor la mujer de mi vida? —dice Pedri empezando a llorar
—Pedri, no.. no llores por favor —dice Valeria limpiándole la lágrima de su cara
—Es que yo quiero ver este rostro al despertar siempre —dice Pedri poniéndole un pedazo de cabello atrás de la oreja de Valeria

Se quedaron mirando mucho tiempo hasta que una llamada los interrumpió

—¿Que pasó? —dice Valeria
—El entrenador te está buscando Vale, es mejor que vengas ya —dice Jude
—Vámonos al hotel

Llegamos, subí lo más rápido las escaleras por que el elevador no estaba funcionando

—Valeria, donde estabas?
—Estaba recurriendo unas calles —dice Valeria un poco agitada
—Bueno, necesito que ya tengas tu maleta lista porque nos vamos a las 5am y ya son las 2am
—Está bien

Prepare lo que me faltaba de guardar, siendo sincera no quería irme quería quedarme aquí, así que no la pensé dos veces, salí de la habitación y hablé con el entrenador

—Bueno mujer, se ve que quieres mucho a ese hombre, adelante. Sabes que nuestras puertas siempre estarán abiertas para ti
—Muchísimas gracias —dándole un abrazo

Corrí para la casa de Pablo, no me había despedido de Pedri, obviamente Jude le contará pero en fin, ya no había taxis a esta hora, así que le tuve que llamar a Sira y vino por mi, no caminaría sola nunca.

—Gracias amiga, tenía miedo de irme sola caminando
—No te preocupes para eso estamos, entonces a casa de Pablo verdad?
—Si —suspirando

Llegamos me baje, y toque su puerta con la maleta aún lado de mi. Cuando abrió salió sin camiseta, el pelo despeinado y sus ojos muy apenas abiertos, se veía tan hermoso.
—Valeria ¿qué haces aquí?
—Vine a quedarme
—¿Me lo juras? —abriendo sus ojos
—Te lo juro —Pablo la cargo y le empezó a dar besos en toda la cara
—Gracias amiga —haciéndole adiós con la mano
—Entra, entra —dice Pablo jalando la maleta
—Vayamos a dormir,
pero primero deja me cambio —dice Valeria subiendo las escaleras

No entre al baño me cambie ahí mismo, sentía como Pablo me comía con la mirada, me aventé a la cama y me recargue en su pecho. Sentía tanta tranquilidad y paz, me sentía cómoda y segura. No podía estar en otro mejor lugar que estando aquí con el, estaba apunto de quedarme dormida hasta que mi celular empezó a sonar mucho, al punto de trabarse por tanto mensaje

—¿Quien es? —dice Pablo

Vi el celular y efectivamente era Pedri

—Ay es sira, yo creo me está contando algo o quiere que yo le cuente qué pasó. Déjame lo apago ya mañana le contesto que es muy noche

¿POR QUE TÚ?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora