#1: Anverso

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Narrador

1820

Asunción, Paraguay

En 1820, el dictador paraguayo José Gaspar Rodrígez de Francia, anunció que la bandera paraguaya tendría un símbolo creado por el mismo.

Un escudo, cuya frase es:
República del Paraguay.

Esta nueva inscripción representa a nuestro país.

Esta es una bandera compuesta por tres franjas horizontales, roja, blanca y azul. Un escudo nacional con una plama y una oliva entrelazadas en el vértice y abiertas en la superficie, resaltante en el medio de ella una estrella.

Narra Paraguay

-Así que este es el escudo que me han puesto- dije neutral mirándome al espejo tocando esa calcomanía que cubría parte de mi nariz-

-Nada mal- procedí a salir del baño y dirijirme a la cocina a desayunar-

Me senté.

En mi mano derecha tenía una taza llena de cocido con leche, en la izquierda una chipa de queso, la típica.

Cuando terminé lavé lo que había ensuciado y fui directo al baño a cepillarme los dientes.

Escupí la pasta dental que había en mi boca, había un poco de sangre mezclada con la pasta, maldije mentalmente-mmm me lastimé la encía-dije al mismo tiempo que sentía un ardor en una encía a la derecha.

Salí del baño.

José Gaspar, dijo que no tengo que salir de casa ya que estoy en dictadura, pero por suerte es una dictadura sana y no corrupta o violenta,hace nada más de 8 años que me independicé de Imperio español, soy libre al fin.

Tomé un libro que estaba en una de las mesitas de luz de mi cuarto, abriendolo para empesar a leer.

Un libro grueso pero en un tamaño normal.

Al cabo de unos minutos pude escuchar pisadas afuera de mi casa.

Parecía como si no supiera donde está.

Bajé el libro y miré por la ventana de marco de madera negra y vidrio limpio.

No había nadie

-Talvez es solo mi imaginación-dije para dar un suspiro de naríz-

Salí de mi cuarto para beber un poco de agua bien fría.

Me serví y pude ver de reojo una sombra que pasó rapidamente por el pasillo.

Casi me atraganto con el agua

Corrí para poder atraparlo y saber de quién se trataba.

Grande fue mi sorpresa cuando ví un chico de cunclillas abrazando sus piernas y cubriendo su cara con estas para que no pueda verlo llorar.

Lo miré extrañado pero no dudé en hablar- Hola...necesitas ayuda?- pregunté y no obtuve respuesta-

Un silencio inundó la sala

-Estás bien?, puedo ayudarte- dije amablemente para que se sienta con confianza, traté de ver sus colores pero la luz era muy opaca y no tenía una vela a mano-

-N-no...p-puedes...- replicó tartamudeando por el llanto que tenía-

-No puedo qué?- pregunté mientras me acercaba a él-

-A-ayu-d-darme- su llanto aumentaba cada vez más-

-Sí puedo- dije divertido para poder aliviar la situación-

-Je...- rió por lo bajo para mirarme con sus ojos llorosos mientras sonreía tétricamente-

-Podemos hablar y...-insistí pero el chico no cooperaba en lo obsoluto-

-¿No sabes quién soy?- dijo para levantarse con dificultad-

-Lo siento pero no- respondí mientras veía que se iba acercando a mí un poco apresurado y pude ver que es unos centímetros más alto que yo-

Siempre soy el bajito.

- Lo mejor es que nunca lo sepas- dijo frío sin dejar de mirarme a los ojos-

Lo único que podía ver con claridad eran sus ojos, esos ojos marrones que penetraba en los míos.

Tenía muchas preguntas en mente, de porqué entró en mi casa, cómo se llama y que le pasó.

Levantó una mano para limpiarse las lágrimas que manchaban sus mejillas para secarlas por completo.

-¿Porqué no me dices tu nombre?, a lo mejor te ayudo más- el chico no dejaba de sonreír, parecía que estaba aquí por una razón y esa razón era yo-

Eso me preocupó.

-Lo siento es confidencial- miró hacia un lado, borrando esa sonrisa de su rostro-

-Entiendo- acepté su respuesta y ví como se dirijía hacia la puerta para irse-

-Nos vemos... Paraguay~- dicho esto habrió la puerta y salió corriendo-

No pude ver ningún color de su bandera ya que tenía un casco y unas prendas militares que le cubrían todo el cuerpo con unos guantes negros.

-¡¿Cómo sabes mi nombre?!- grité mientras lo veía correr a toda prisa hacia al bosque hasta que lo perdí de vista-

Rápidamente llaveé todo lo que no estaba llaveado, cerré todo, eso fue demasiado extraño, quién era él, ¿acaso ya nos avíamos visto antes?, ¿y no lo recuerdo porque no pude ver su bandera?.

Miles de preguntas invadían mi mente.

No reconozco su voz... talvez nos vimos de cara pero no lo recuerdo...

-¿Quién eres?-
__________________

AVISO:
Holaa, cómo están?<3
esta es mi primera historia espero que sea de su agrado.

Bueno, nada más quería aclarár esto.

Los quiero♡

Bye~

𝐃𝐎𝐒 𝐄𝐍 𝐔𝐍𝐎 (𝐂𝐨𝐮𝐧𝐭𝐫𝐲𝐇𝐮𝐦𝐚𝐧𝐬 𝐏𝐚𝐫𝐚𝐠𝐮𝐚𝐲) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora