#16: La Guerra que no fue

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AVISO:
Este cap será largo así que leeanlo con tiempo, y si quieren tomen o coman algo porque tiene muchos detalles.
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Narrador

1845

El consul estadounidence Edward Hopkins enviado en misión de buena voluntad por su Gobierno. Recibido con los brazos abiertos por el Gobierno de Paraguay, a su llegada en este mismo año se convirtió en un privilegiado empresario aupado por el Presidente Carlos Antonio López.

Adquirió propiades en el país, instaló una fabrica de cigarros en Asunción, un aserradero en San Antonio y era socio de una compañia de navegación.

1854

Clement Hopkins, hermano de Edward Hopkins, se dirigía a Asunción desde el aserradero de su hermano, ubicado en San Antonio.

Clement Hopkins:-Debo llegar a Asunción para hablar con Carlos Anto- mientras caminaba, observó una grupo de soldados paraguayos voniendo hacia él acarreando ganado.

Agustín Silvero, uno de los soldados habló a Clement.

Agustín Silvero:- ¿Usted no es el hermano de Edward Hopkins?- dijo con tono neutral.

Clement Hopkins:- Sí lo soy, ¿qué hacen en mi camino?- preguntó alzando la voz.

Agustín Silvero:- Estamos trayendo ganado, ¿le molesta en algo?.

Clement Hopkins:- Que bueno que preguntas porque sí me molesta, están obstruyendo MI paso, necesito ir a Asunción, ¡les ordeno que se retiren!.

Agustín Silvero:- No nos retiraremos este es nuestro trabajo, si pasa por aquí espantará a los animales,déjenos trabajar y lo dejaremos en paz- un tono de autoridad se notó en su voz.

Clement Hopkins:- ¡Ah!, con que no me dejarán pasar...- desprevenidamente, cruzó por en medio de los animales ignorando a los soldados, y al dar unos pasos más para seguir su camino, recibió por parte de Silvero, un planazo con un sable.

Los soldados lo dejaron moribundo tendido en el piso, y siguieron con su camino.

En un par de horas más tarde, Edward se enteró de esto y furioso se dirigió cabalgando al palacio de Gobierno.

Bajó deo caballo, con traje de montar y empuñando un rebenque, entró a paso apresurado y con una ira inmensa al palacio de Gobierno.

Edward Hopkins:- ¡¿Donde se encuentra Carlos?!- gritó, y uno de los guardias apuntó hacia las escaleras con su dedo índice sin decir nada.

Edward subió las escaleras, había gente haciendo sus cosas y lo vevían de manera extraña pero nadie le dirigió la palabra por miedo a que se enoje más y al recorrer todo el pasillo, entró sin aviso en el despacho de Carlos.

Carlos López:- ¡Edward! ¿Qué ocurre?- se exaltó por el sonido fuerte de la puerta, miró con sorpresa al empresario de cigarros.

Edward Hopkins:- ¡Un soldado tuyo ha matado a mi hermano!- gritó mirando con furia al paraguayo.

Carlos López:- Tranquilízate, porfavor, podemos hablarlo y resolverlo, pero tienes que calmarte.

Edward Hopkins:- ¡No me calmaré, exígo que castigues de inmediato a ese soldado por lo que hiso!, ¡Y si te niegas, mi país se interpondrá armadamente!.

Carlos López:- Eso no es necesario, podemos resolverlo jun-

Edward Hopkins:- ¡Así han comenzado los Estados Unidos en México, en las Malvinas, Buenos Aires, Montevideo y el Brasil! -gritó revoleando el rebenque-¡Ahora le tocará al Paraguay!.

𝐃𝐎𝐒 𝐄𝐍 𝐔𝐍𝐎 (𝐂𝐨𝐮𝐧𝐭𝐫𝐲𝐇𝐮𝐦𝐚𝐧𝐬 𝐏𝐚𝐫𝐚𝐠𝐮𝐚𝐲) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora