Enid seguía igual que siempre, cada vez que Wednesday llegaba su cara se iluminaba y una sonrisa, que por nada se la podías borrar, aparecía.
Pero Wednesday ya no era la misma, ahora pedía algo rápido y a veces ni siquiera mantenía una mirada de tres segundos a los ojos con la barista.
Bueno, ya no era la misma para Enid, porque en realidad volvió la Wednesday que todo el mundo conocía y que estaban acostumbrados a ver.
Por más cambiada que esté la pelinegra, los sentimientos que tenía hacia la rubia seguían intactos, cada vez que entraba y la veía su corazón comenzaba a casi salir de su pecho, sus ojos brillaban y cuando la nombraba para su pedido sentía mariposas volar en su estómago, pero estaba dolida, no quería seguir dándole más razones a su corazón de ilusionarse si no van a llegar a nada porque sus sentimientos no son correspondidos.
A veces veía a Ajax pasar, le hacía sentir tan mal que sólo agarraba sus cosas y se iba de allí para no arruinarse el día completo. Algo que Enid también notó.
Ella notaba todo lo que hacía Wednesday, sólo que no lo sabía.
—Wednesday —escuchó su nombre y se levantó dirigiéndose hacia la mesa donde la estaba esperando Enid con una sonrisa grande en su rostro.
—Gracias Enid —ella sólo asintió sin dejar de sonreírle, eso sólo hizo que las palpitaciones del corazón de Wednesday aumentaran en un 300%.
Se sentó nuevamente en donde estaba ubicada y abrió su laptop mientras tomaba un sorbo al café, podría decir que hasta ahora ha probado la mayoría de las recomendaciones que Enid le había hecho y en ninguna había fallado. Todas les habían gustado, o quizás les gustaron porque Enid se las recomendó, pero quién sabe.
Dejó su café a un lado para comenzar a escribir en su laptop, abriendo nuevas pestañas buscando inspiración, cerrando páginas emergentes, colocando música en sus audífonos inalámbricos, borrando y/o corrigiendo algo que había escrito, releyendo sus capítulos por milésima vez buscando algún error y sentía como sus dedos y vista se comenzaban a cansar, ya veía un poco borroso.
Se tiró hacia atrás estirando y soltando su cuerpo, esperando que con eso pudiera recuperar la energía que había perdido en, al parecer, horas que se fueron volando. Miró su al rededor buscándola pero no la encontró por ningún lado por lo que volvió su vista a la laptop.
—¿Wednesday? ¿Eres tú? —escuchó a lo lejos y forzó un poco su vista para enfocar la silueta, de lo que pareciera ser un hombre alto y con eso ya tenía respuesta—. Hola, tanto tiempo.
—Hola, Xavier. ¿Qué haces aquí? —no tuvo ni tiempo para protestar ni pestañear cuando el alto ya se había instalado frente a ella.
Cerró su laptop y la dejó en su bolso, tomando su café que ya se encontraba helado y dándole un sorbo.
—Estaba caminando cerca de aquí y vi esta cafetería, no sabía que existía la verdad —soltó una pequeña risa inspeccionado el lugar—. Y tú, ¿qué cuentas?
—Nada importante.
Wednesday no le caía muy bien Xavier, lo encontraba alguien intenso y una persona que llegaba a donde no lo llamaban, hablando en metáfora como literal, porque ahora nadie lo llamó y llegó frente a ella.
—Tan seria como siempre. Me encanta.
Ah, y que también le gusta Wednesday. Haciendo que ella lo aborrezca mucho más.
—Creo que me iré —avisó la pelinegra yendo a tomar su bolso pero sintió una mano sobre la de ella impidiéndole voltearse.
—No, perdón. No te vayas. Déjame invitarte un café, aunque sea —sentía que si no aceptaba no la dejaría en paz, por lo que simplemente asintió esperando a que llegara el café y se lo tomara en un segundo.
Levantó su mano como llamando a alguien, cosa que le molestó demasiado a Wednesday, esto no era un restaurant.
Pero ahí estaba... Enid, ya había llegado a un lado de ellos pero esta vez no mostraba ni una pizca de felicidad como siempre lo hacía, ni siquiera le dedicó una mirada.
¿Qué había hecho?
—Hola, quería pedir dos cafés —Xavier le dijo a Enid, ella asintió y se volteó caminando nuevamente detrás del mostrador.
Wednesday buscó su mirada en todo momento pero no recibió ninguna como respuesta, no sabía qué había hecho y eso sólo hacia que se comiera la cabeza.
El chico enfrente de ella había comenzado a hablar, no sabía de qué porque su mente estaba sumergida en todas las cosas que había hecho en el trazo de tiempo entre que le entregó su café hasta ahora y no pudo encontrar nada, sólo pidió un café con un muffin, lo recibió y fue a sentarse. Nada fuera de lo común.
Ni siquiera había tocado su muffin, se encontraba dentro de una bolsa de cartón a un lado de la laptop, se lo comería, pero ya ni siquiera tenía apetito.
—¿Te parece ir al baile conmigo? —fue lo único que pudo escuchar antes de que Enid llegara a la mesa con los dos cafés, dejando uno en cada lado.
Esta vez si la miró, como si estuviera esperando a que respondiera aquella pregunta.
Pero no lo hizo.
—Gracias Enid —le dijo mostrándole una sonrisa, ella sólo le asintió esbozando una "sonrisa", si es que se puede llamar así porque sólo levantó la comisura de sus labios por un milisegundo y se alejó de la mesa volviendo detrás del mostrador.
Miró al chico frente a ella, que tomaba del café y la miraba expectante.
—No.
Cuando se estaba yendo Wednesday, buscó con la mirada a Enid pero estaba ocupada con clientes así que sólo pasó por un lado saliendo de la cafetería.
Al llegar a su casa dejó su bolso en la cama y se sentó en la orilla de ésta, tomando la bolsa que todavía conservaba el muffin que Enid le había entregado.
La abrió tomando el muffin dándole un pequeño mordisco, dándose cuenta que dentro de él llevaba algún tipo de mermelada causando que se manche al rededor de la boca. Buscó en la bolsa una servilleta, sacándola y limpiándose, para luego botarla con la bolsa a su basurero que tenía en su habitación.
Terminó de comer para luego colocarse pijama y ordenar rápidamente su cuarto, abrió su cama y se acostó.
Lo más probable es que esa noche sueñe con ella, ya lo había hecho todas las noches, y era el mismo sueño. En el que Enid se le acercaba para besarla de la nada y que ambas salían volando.
Bueno, ya saben como es la mente.
Wednesday comenzó a crear escenarios falsos en su cabeza y luego de algunos minutos se pudo quedar dormida.
*
holi, si pudieran comentar algo seria genial :( m siento sola kjskjjs

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first sight ; wenclair
Historia Cortadonde wednesday se enamora de la barista en una cafetería. todos los derechos reservados.