Enid no podía gustarle más Wednesday, cada vez que llegaba a la cafetería sabía que sería otro día donde ambas se sentaban a "hablar", porque ya saben, era más Enid hablando. Pero Wednesday cuando quería hablaba un poco más de lo habitual y la rubia al escucharla sentía como su corazón crecía.
La más alta se dio cuenta que la pelinegra ya no traía su laptop a escribir, se preguntaba si ya había terminado lo que estaba escribiendo o ya no quería usarla más. Pero nunca le preguntó tampoco, no quería invadir su espacio personal ni traspasar un límite, porque por más que se dedique a repasar el menú una y otra vez, todavía ni sabía mucho más allá de su nombre y quizás su apellido. Alans... Addams... algo así.
Ahora se encontraba detrás del mostrador, contando el dinero que había recaudado hasta el momento mientras movía sus labios murmurando los números, muchas veces tuvo que repetir el proceso porque los números no son lo suyo y a veces se perdía con toda la cantidad de dinero que había.
—Enid —se sintió nerviosa al momento de escuchar su nombre y saber de quién provenía, tratando de parecer lo más calmada posible, levantó su cabeza dirigiendo su mirada hacia la pelinegra que la miraba con una expresión indescriptible.
—¿Sí, Wednesday? —le respondió mostrando una de sus tantas sonrisas que aquella chica le sacaba sin saberlo, pero ya unos minutos sin respuesta esa sonrisa se fue esfumando de a poco.
La pelinegra aclaró su garganta evitando la mirada fija de la rubia—. Yo, me preguntaba si...
—¡Enid! ¡Hola! —sintió en un segundo la decepción de que hayan interrumpido a Wednesday pero al darse cuenta de quién era una gran sonrisa apareció en su rostro.
—¡Ajax! —salió corriendo detrás del mostrador dirigiéndose hacia su mejor amigo y subiéndose sobre él abrazándolo, por fin lo podía ver.
Se separó de él sin dejar de sonreírle y al hacerlo se acordó que una pelinegra que la volvía loca estaba a un lado, parada como planta.
—¿Wednesday? ¿Qué querías decirme? —enarcó una de sus cejas mordiendo su labio inferior, de nuevo toda su atención estaba sobre ella.
—No, nada. No te preocupes, le diré a Tyler.
Enid sintió cómo su pecho se apretaba pensando que quizás le iba a preguntar algo más pero sólo asintió y miró a su mejor amigo que la miraba divertido.
—¿Ella es? —murmuró una vez que Wednesday se había alejado de ellos sentándose en su mesa, miró de reojo viendo que Tyler estaba frente a ella.
—Sí.
—Es literalmente lo opuesto a ti, me encanta —dijo en un tono medio chillón haciendo reír a su amiga—. ¿Ya le has pedido salir?
Negó con su cabeza mirando hacia el suelo—. No creo que sea mutuo, parece que le gusta Tyler.
—¿Qué? Se nota a kilómetros que es gay —su amigo tenía su cara arrugada en una mueca de confusión, Enid sintió su pecho apretarse y sus mejillas sonrojarse.
Pues sí, tenía razón. Se notaba, dejando los estereotipos de lado, Tyler si tiene conductas que dan a entender que tiene su vista en el mismo sexo.
—Oh, Enid. Eres estúpida —golpeó su frente y ella le golpeó su hombro con un poco de fuerza, se sentía tonta por confundir las cosas y ya estar celosa por algo que ni siquiera es. Y tampoco son algo, lo cual le hace sentir más avergonzada—. Tienes que pedirle salir.
—¿Y cómo? Con suerte hablamos, y ni siquiera de nosotras.
—Ya tengo una idea.
Luego de que Ajax le haya comentado varios ejemplos y técnicas de cómo ella podría pedirle salir a la pelinegra, Enid volvió a su puesto de trabajo y su amigo sentándose en una de las mesas porque había pedido un café con una dona. De reojo veía como Wednesday seguía hablando con Tyler pero ambos tenían un semblante serio y se podría decir que triste, realmente quería saber qué le pasaba y si podía ayudarla.
Hasta lo iba a hacer, quería salir del mostrador y dirigirse hacia ella para preguntarle, pero llegó un cliente.
—Hola.
—Hola, bienvenido. ¿Qué desea pedir? —Enid tuvo que volver a su rol de trabajo, forzando una sonrisa pero sin poder sacar de su cuerpo ese amargo sentimiento que le causaba ver a Wednesday triste.
El chico le comenzó a hablar diciéndole lo que quería, pero su mente ya no lo estaba escuchando ni enfocando, sus ojos habían volado a la chica que se había levantado de su mesa y caminaba fuera de la cafetería haciendo sonar las campanas que tenía colgadas arriba.
Se fue y ni siquiera le dirigió la mirada.
Casi se coloca a llorar frente a aquel chico que tuvo que pedirle de nuevo que repitiera lo que quería, porque en su mente sólo pasaba que ella no se despidió, aunque sea mirándola.
***
perdonnn :( subiré este y mañana otro x compensación de haberme desparecido sksjsk
me hace mucha gracia escribir los dos puntos de vista de cada una y cómo se contradicen jajaja
espero q les guste :)<3

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first sight ; wenclair
Contodonde wednesday se enamora de la barista en una cafetería. todos los derechos reservados.