2. Érase una vez, un amor prohibido y un amante eterno.

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PARTE II.
 


Érase una vez, un joven prisionero dentro de un castillo a la espera de su salvador. Se pasaba los días y las noches aguardando por él; pensando que, tal vez, habría de llegar sobre un corcel blanco o escalaría las paredes hasta llegar a su balcón.

Vivía con un malvado brujo autoritario. El castillo no estaba custodiado por un dragón que lanzaba llamas por la boca, o por demonios o muertos vivientes ni fantasmas, sino por ese brujo al que llamaba padre. Desde que era un niño, se había preguntado tantas veces si aquello era lo que merecía; si hubiera vivido una vida anterior que no recordaba, y en ella hubiese cometido un pecado imperdonable, ¿vivir como un esclavo en esta, alejado de la felicidad de su propio ser, era el castigo definitivo? El joven soñaba con escapar. No sabía cuándo, ni dónde, si solo o acompañado, pero después de esperar tanto tiempo que el amor lo rescatara, había decidido que, en algún momento, se rescataría solo. Pero... Claro. Había sido prisionero toda su vida, por lo tanto, pensaba como un prisionero al que se le es privada la luz; creía saber que la única función del sol era dar luz al mundo y no sabía que también quemaba; que todas las estrellas del universo ardían y eran tan peligrosas como preciosas.

Su padre, el brujo, conocía a otra gente más allá del bosque; más allá del océano. Tenía muchos contactos y personas importantes frecuentaban su casa de vez en cuando. Un día, su padre le confesó que uno de esos señores de alta sociedad, que tenía riquezas en Europa, era su mejor amigo de la infancia y él se preguntó: "si mi padre fue un niño también, antes de ser un brujo malvado, ¿por qué no puede comprender que yo aún no puedo despegarme de aquel niño que solo busca libertad?" También le dijo que ese amigo suyo tenía un hijo de su edad, y comenzó a compararlo con él cruel y constantemente.

Taehyung, Taehyung, Taehyung...

"Taehyung es un artista, expone sus obras de arte en los museos más famosos de Viena y París. Ha conocido a la reina de Inglaterra y ha comido con los generales del imperio Alemán. Ese chico es brillante y tiene un gran futuro por delante... Cuando venga aquí, aprende algo de él. No quiero que un inútil se haga cargo de mis negocios, ¿sabes todo por lo que he tenido que pasar para llegar a donde estamos tú y yo? Sé amable con él cuando llegue. Tu deber es dejarnos bien a tu madre y a mí delante de los honorables invitados."

Sí, padre.

Pero el joven no odiaba a Taehyung, sabía que no había cometido nada en su contra; que había personas que nacían listas, talentosas y otras que tenían la suerte de poder admirar su arte e inteligencia. Él deseaba conocer al joven, aunque lo único que sabía sobre el artista, era su trágica historia. Había oído hablar a sus padres de ello, de que lo compadecían. Oyó de la boca de su padre algo que jamás olvidaría: "le tengo lástima" ¿Acaso un hombre tan vil como él tenía sentimientos así por los prójimos?

El joven Jeon — que a partir de este momento lo llamaremos así — tenía ganas de huir; de conocer el mundo, de vivir su vida o simplemente visitar el mar ya que nunca había estado en una playa, sino en la más oscura y tétrica montaña rodeado por un bosque cubierto de neblina y un cementerio en su jardín. Odiaba la mansión por muchas otras razones, pero de todas formas y muy a pesar de todos sus pesares, irónicamente, quería conseguir la aprobación de sus padres. Pero ¿Cómo podía ganarse a sus padres si, incluso habiendo estado presentes en el día de su nacimiento, olvidaban su cumpleaños? Cuando cumplió veinte años, Taehyung llegó a la casa.

Se presentó una mañana, muy temprano, cuando el alba florecía en el cielo hacia el horizonte. El cochero del carruaje lo ayudó a bajar sus maletas y los materiales de pintura que había traído consigo desde Viena. El joven Jeon oyó las pisadas de los caballos y eso lo despertó. Frotándose el ojo, se acercó a la ventana y vio a un joven observando el palacete con mucha admiración, hasta que sintió que le había pillado, por lo que rápidamente se apartó de la ventana.

Érase una vez, un amante hechizado (Taekookgi) [Fin.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora