"Buscando una sombra del pasado"
—Buena noche ¿en qué puedo ayudarle? —
De aquella gran puerta había salido un joven de veintiún años, alto, de piel clara y rubios cabellos. Su mirada era de total extrañeza, pero cuidadosa.
Shura por el contrario tenía la vista puesta en el joven, intensa y confundida que se paseaba del cuerpo del extraño al interior de su casa, andando entre las paredes rediseñadas y la estancia del pasillo en el que muchas veces espero a su amigo.
—Disculpe la molestia, estoy buscando a una persona llamada Aioros y creí que aún vivía aquí—
Con apenas voz audible y sin quitar la vista del interior de la casa, Shura habló con un nudo en la garganta. La vista del interior no era nada a como lo recordaba, ni siquiera el color de las paredes.
—Lo lamento, mi abuelo compró esta casa hace ya algunos años antes de morir, así que de un tiempo a la fecha solo ha vivido mi familia, y esta por demás decir que aquí no vive un tal Aioros. Quizás se ha confundido de casa—
Sacudió ligeramente su cabeza apartando el revoltijo de dudas, mientras apartaba su mirada del interior de la casa solo para dirigirla al joven parado frente a él.
—Si, tiene razón. Soy muy distraído con las direcciones, una disculpa por importunar tan tarde. Con permiso—
No esperó a escuchar respuesta solo se retiró abatido, con la mirada perdida y la mente confusa. Tanto fue su abstracción que ignoró por completo al menor que le había estado esperando.
—¡Shura, Shura! Espera ¿a dónde vas? ¿qué ha pasado? —
Paró en seco a mitad de la calle en cuanto la voz de Lulo se escuchó resonar junto a sus pasos apresurados.
—Aioros ya no vive ahí—
Fue su respuesta mientras los primeros atisbos de frustración se reflejaban en su rostro. Llevó sus manos a su cabello y lo peino hacia atrás en un acto de derrota. Lulo quien solo se había limitado a mirar, suspiro en silencio. Había querido ayudar al español, sin embargo, no pensó mucho en cómo hacerlo. Ahora entendía que simplemente le había generado una falsa esperanza.
Caminó un poco más hasta estar frente a él y sujetó uno de los brazos de este. Realmente veía cómo Shura se debatía entre perder la paciencia o simplemente ignorar el hecho de que su amigo no sería fácil de encontrar o que posiblemente ya ni siquiera viviera en Grecia.
Caminó a lado del menor pareciéndosele la calle más larga y pesada que cuando habían ido en el día a buscar información, el silencio entre los dos era pesado, por una parte, estaba Lulo, pensando en cómo animar al joven de cabello azabache y por el otro estaba Shura, con un millón de preguntas y una culpa insospechable.
—Y ¿qué vas a hacer? ¿dónde lo buscarás? —
La pregunta que Lulo lanzó fue difícil de contestar. Shura no estaba seguro si seguir buscando o simplemente dejar que el asunto pasará desapercibido, olvidar como hace años lo hizo.
—No lo sé, creo que es mejor que por hoy el asunto quede así. Será mejor que te acompañe a tu casa, ya es tarde para que tú andes solo—
—¡No! —
—¿No? —
El tono de voz elevado que dejó escapar el menor lo dejó confundido.
—Digo, no puedes darte por vencido así porque sí. No sabes si él aún está aquí—
—Tampoco sé si se fue, si quiere verme...—
—¿Qué amigo no quisiera reencontrarse con su mejor amigo de la infancia, y más si fue el único? —

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Pedacito de Alma
FanfictionTomar su mano confiando de la bondad que resplandece de su mirar, lo lleva por la oscura soledad, anhelando la vida a lado de su amor de la infancia. "Susurrará su nombre una y otra vez, hasta que lo encuentre y lo libere"