04/12/2018
Créditos al autor (a): Kaoru Dono
Introducción
- Pov Sakura-
Me ha vencido, Doctor...
Así es... su estudiante de Psicoanálisis, a la que ahora encontró como una mujer; se somete ante su imperiosa presencia.
Y por eso es que ahora, en esta noche lluviosa... Mientras usted seguramente se encuentra recostado sobre su cama con sabanas frías y al extremo opuesto de su frívola mujer; está tomando esta carta con su mano derecha, mientras con el índice de la izquierda se ajusta los anteojos; para después, proceder a acomodarse mejor y proseguir a leer estas letras con una leve sonrisa triunfante en su maldito rostro.
Sí, ese mismo semblante, mi estimado Doctor; aquel que con sus distintivas arrugas, rasgos y cansancio por el pasar de los años, tantas veces se ha sumergido intrusivamente en mis pensamientos, acompañándome por horas, siendo mi foco de atención y aquel que me hace dudar respecto a cuál es la verdadera realidad; ese mismo rostro, blanquecino y delineado por aquella barba con canas, que ha sido capaz de sacar de mi los más lascivos y perversos pensamientos.
¡Oh sí! ¡Por fin lo aceptó esta mujer! Estará pensando alegremente; y sí, Doctor ¡Gano! ¿Y qué mejor prueba quiere de eso?, si no es el poder leer estas letras, las cuales, tantas veces de forma obsesiva me negué a teclear para usted.
Más quiero que sepa, que lo que siento por usted ¡No es amor!, ¡No!, no es nada más que el mero resultado de esta jodida abstinencia, de este principio que me hace carecer del encuentro con mis satisfacciones, y a través del cual, usted me somete a esta norma de no complacer las demandas que yo deseo encarecidamente imponerle.
Por eso sé que esto es culpa suya, el que yo me encuentre así no depende de nadie más, ¡si no es de usted!, Ya que al guiarse por sus métodos analíticos, en vez de decirme las cosas tal cual son; ocasiono que mis cantidades liberadas de libido se ligaran a la transferencia, esa misma que con cada día, yo realizaba hacia usted; y que usted, no tenía la mínima intención en desviar o controlar; porque el objetivo siempre fue descargar con mis frustraciones toda esa energía que encarecidamente usted quería obtener de mí.
Y ahora estoy aquí, deseando que usted me lea, abandone esa pasividad y se aleje de la frivolidad de un cuerpo que ya no le complace.
Le aconsejo, que si en verdad esto es lo que desea, se acerque a esta alumna, quien de manera ferviente se encuentra en un primer plano y lo está esperando ansiosamente con el deseo latente de que usted intervenga y la ayude a liberar las excitaciones que le permitan la resolución duradera de esta tensión.
Si está de acuerdo, quiero que sepa que lo estaré esperando en aquella calle donde nuestras miradas se impregnaron por última vez.
Por favor, le ruego encarecidamente que no tarde, y que sean sus besos los que resbalen por mi piel en lugar de las gotas de esta lluvia.
Piénselo, Doctor. Ya nos debemos muchos años como para seguir perdiéndonos más.
Firma, Sakura HarunoFIN