24/02/2016
Créditos al autor (a): Anónimo
--¿Sabes qué se siente amar?
Naruto miró durante un largo y silencioso momento a la joven de pestañas largas y ojos claros, cuyo cabello caía como un recto rio hasta poco más abajo de su cintura. Luego, miró el cielo y soltó un largo suspiro...
Un largo suspiró que duró segundos y horas, dónde él acomodó sus recuerdos y sus sentimientos y planeó delicadamente lo que iba a decir a continuación. La pregunta, como tal, tenía muchos significados, y él, sentado en la mitad del parque bajo la luz tenue de la luna y acariciado por el bello canto del viento, sabía lo que tenía que decir. Él sabía lo que quería decir.
--Pues... --Comenzó dudoso, con sus ojos azules fijos en la pálida luna. Meneó la cabeza y compuso un rostro compasivo, amable y dulce--. Te hace ver todo diferente, incluso sino está relacionado, es como si todo se pintara de colores y de pronto te das cuenta de que si el mundo se acabara mañana, igual elegirías un rato más junto a esa persona.
La chica de vestido amarillo sonrió, y pestañó rápidamente para no perder ni un solo detalle de lo que decía el chico. Meneó los pies que apenas rosaban el suelo y mordió su labio. Naruto extendió los brazos, como si aquel movimiento le quitara un gran peso en sima.
--Cuando estás enamorado, los defectos de esa persona no importan, los justificas y los perdonas, porque sabes que nadie es perfecto y sin embargo te contradices, porque la miras y... Y sabes que ella es perfecta, para ti. Quizá no para todos, pero para ti sí.
Ella, de cabello tan negro como la noche, y piel tan blanca como la nieve, sonríe de oreja a oreja y bajó la mirada, tomando sus recuerdos y guardándolos en un lejano y duro cajón.
--Amar es... Precioso. Muy pocas personas tienen el privilegio de hacerlo—Continuó el rubio, y bajó la mirada melancólico--. Es desear la felicidad de ese alguien por sobre la tuya, y aun así, en cada flor y en cada estrella, ver su rostro. En definitiva amar te cambia para bien, porque no puedes amar sin dejar atrás el egoísmo o el odio.
Él guardó silencio, y ella supo que había terminado. Entonces mandó un mechón de cabello por detrás de su oreja, y le preguntó.
--¿Y sabes qué es ser amado?
Naruto soltó una suave risa, y la miró.
--No. Eso no lo sé.
Ella ladeó la cabeza y un suave piquete le atravesó el corazón.
--Como te dije, amar es desear que esa persona sea feliz—Naruto apretó los labios y miró al infinito—Es dejar que se case, en una noche como esta, con tu mejor amigo. Porque sabes que será feliz... Porque hacerla feliz te hace feliz.
Entonces él se levantó de la banca metálica a medio parque y estiró los brazos para luego meter las manos en sus bolsillos. Recordó a esa hermosa chica de cabellos rosa una vez más, y sonrió con ternura, porque aquella bella noche de primavera, su amor se estaba casando...
--Que tengas linda noche—Le dijo a la chica a su lado, y poco a poco se fue perdiendo en el sendero nocturno del parque, entre hojas y flores, entre viento y frio, entre brisa y luz.
Y ella, detrás, lo miró marcharse. Y una vez más guardó sus recuerdos en un cajón muy duro y oculto, para que no pudieran salir; para que la tristeza se marchara, y en su mente sólo vagó el deseo de decirle, que ella también sabía lo que era amar, y no ser amada...
FIN